El panorama del docureality es cada vez más fascinante; ya no por la cantidad de planteamientos absurdos en los que se llegan a basar (algún día hablaremos de esa joya del entretenimiento vacío que es ‘Quiero mi descuento/Extreme Couponing’) sino por el panorama de fauna humana que dibuja. Nos abre la ventana a ese tipo de gente que no crees que pueda existir pero has de convencerte de lo contrario cuando te los encuentras haciendo el ridículo en vídeos de Youtube. Internet nos ha enseñado la verdad sobre nuestra especie y los docurealities tienen el poder de convertirla en una verdad muy divertida.
De qué va
Es el caso de ‘Supertacaños’, un programa que sigue a gente que redefine el término agarrado y es capaz de cualquier cosa por ahorrarse unos céntimos. No estamos hablando de familias pobres que han de buscar la forma de salir adelante con poco dinero, no. Son tacaños con todas las letras; gente roñosa que arrastra a sus allegados a seguir sus pautas vitales aunque estas consistan en comer basura, reciclar animales atropellados, bañarse con ropa para ahorrar lavadora, reutilizar las bolsitas de té cinco veces o sólo tirar de la cadena una vez a la semana para ahorrarse 15$ al año. No es una forma de vida; es una obsesión efermiza.
Cada episodio se centra básicamente en dos individuos (a veces hay alguno que tiene tanto que ofrecer que copa los 20 minutos) que hacen al espectador partícipe de su rutina diaria. Paso a paso, detalle a detalle, somos testigos de lo que son capaces de hacer por ahorrarse unos centavos. No es un modo de ahorro, es un modo de vida. ‘Extreme Cheapskates’ es su título original y se emite en TLC, una de esas cadenas líder en este tipo de telebasura condenadamente adictiva. ‘Supertacaños’ no os va a hacer mejor persona ni os va a enseñar trucos para reducir costes –de manera sana- en vuestra vida diaria, pero os hará sentir mucho más cuerdos y mucho mejor con vosotros mismos, además de arrancaros unas cuantas carcajadas seguras. Voy a dejar que los ejemplos hablen por sí mismos.
Por qué es LA MONDA
Estamos hablando de un hombre que pone a secar el papel de cocina para poder reutilizarlo y cuando compra el papel higiénico doble capa (el más barato) se dedica a ir rollo por rollo separando las dos capas para hacer sendos rollos. Lleva a su mujer al cinee y la muy incauta tiene antojo de palomitas; ni corto ni perezoso, y aprovechando que el bar tiene refill de bebida y palomitas con los envases, coge unos de la basura. ¡Y ella tan contentacon su marido el tacaño haciendo esfuerzos por amor! Otra se viste de sin techo para poder rebuscar comida en los contenedores sin que le digan nada y argumenta su comportamiento con toda la vehemencia del mundo afirmando que si comprase la comida sería de la normal, pero yendo a contenedores de restaurantes caros puede comer comida gourmet e invitar a sus amigos.
Un tipo se dedica a quitar los tallos a las uvas en la frutería para que no añadan peso extra al precio y un padre de familia demuestra hasta qué punto estos tacaños son enfermos confesando que tiene dos cuentas secretas con casi 60.000$ pero en la familiar sólo mantiene unos 200$. Pero lo más perturbador que he visto en este programa es una familia que se dedica a ir por las carreteras buscando conejos y zorros atropellados; van con los hijos cantando canciones en plan “vamos a recoger animalitos atropelladitos” y cuando llegan a casa con ello se lo comen. Mejor; invitan a los vecinos a un banquete de conejo atropellado y dientes de león del jardín y les regalan carteras y bolsos hechas con la piel del animalito.
¿Por qué voy a usar la lavadora si puedo ducharme así? ¡Yo no soy tonto!
¿Versión española?
Por una parte, lo veo. Tacaños hay en todas partes y es ese tipo de programa que se disfruta y saborea de otra forma cuando te pilla cerca; cuando el protagonista va a liarla al Carrefour o va al callejón del VIPS a ver qué encuentra en la basura. Sin embargo, la situación socio-económica actual de España probablemente llevaría el tono del programa por una línea seguramente muy alejada del original y acabaría resultando una ventana a las medidas extremas que algunas familias se ven forzadas a tomar. No digo que no fuese un programa a considerar, pero desde luego sería muy distinto al espíritu de ‘Supertacaños’, totalmente centrado en gente que no necesita ser tan rácana y, aun así, lo es. Y con creces.
De qué va
En ¡Vaya Tele! | Docurealities que nos atrapan
Ver 4 comentarios