Paul Auster, Smoke y la celebración del buen cine

Paul Auster, Smoke y la celebración del buen cine
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Hará unos meses ya, que en una entrada sobre 'Crash', hablé sobre cómo el azar había provocado que el guionista escribiera la historia, mencionando a Paul Auster. Este gran escritor ha sido noticia por partida doble: está dirigiendo una nueva película, en Portugal, basada en una de las historias que se encuentran dentro de su libro El libro de las ilusiones, 'La vida interior de Martin Frost'; y además, le han concedido el premio Príncipe de Asturias de las Letras.

No voy a negar que siento completa admiración por un escritor al que descubrí de casualidad, y por un regalo que le quería hacer a mi padre. El libro, El palacio de la luna (de una grandisíma complejidad si alguien se atreve a llevarlo al cine), ni que decir tiene que me lo leí yo antes que él. Ese momento especial, casi una rebelación, lo uno a otros dos momentos inolvidables: el ejemplar firmado de su puño y letra, en una visita que realizó a Madrid (estaba hasta arriba de trabajo y lo dejé todo por verle, ese día entendí a los mitómanos), curiosamente El libro de las ilusiones, y el posterior apretón de manos (Thank you, Mr Auster, fue lo único que pude articular), tras más de una hora firmando ejemplares; el otro, fue la visión de su película 'Smoke'. En ese guión, cuyo resumen se encuentra en esta magnífica frase al final de la película, se encierra todo Auster en esencia: el azar como elemento aglutinador de todo lo que nos va suciendo en la vida, la ausencia de la figura paterna y la búsqueda de la misma (que está en toda su obra), y la amistad y el amor como solución o vía de escape a todos tus problemas, con Brooklyn al fondo.

No sólo esta entrada sirve para rendir mi admiración a este escritor, sino que también sirve para recomendaros dos lecturas imprescindibles. La primera se trata de Esto es Brooklyn, un gran blog en torno a la figura de Paul Auster, escrito, en un claro homenaje a 'Smoke', por Auggie, y que tiene entradas tan buenas como ésta que os recomiendo.

Por otro lado, recomendar esta columna de Elvira Lindo, De pronto, la felicidad, donde destaco esto que comenta sobre la película:

Por esa maravillosa red de conexiones cerebrales, la cerveza de Brooklyn me hace recordar una película que volví a ver el otro día, Smoke. Al vídeo de Smoke le han incorporado comentarios de Harvey Keitel: "Esta película", dice, "habla de la esquina que cada ser humano tiene en el mundo". La voz cálida de Keitel nos cuenta cómo interpretó a Auggie, ese tendero que todos quisiéramos tener en nuestra esquina para disfrutar de ese tipo de amistad que surge del trato casual. La amistad que no buscas, pero encuentras, la felicidad del azar. Es por azar por lo que de pronto recuerdo la escena final de Smoke, esa en la que Keitel le cuenta una historia navideña al escritor interpretado por Willian Hurt. Están sentados en una vieja cafetería. Siempre había pensado que como la película estaba rodada en los escenarios reales, la cafetería estaría en el Brooklyn de Paul Auster. Apurando mi último bocado de felicidad, le pregunto al dueño: ¿Fue rodada aquí una escena de Smoke?, y me dice con orgullo: "La última, justo en ese rincón". Y aunque no soy propensa a la mitomanía, ese pequeño hallazgo me dibuja una sonrisa en la cara.

La película maravilló en el festival de Berlín en el que se exhibió por primera vez. Y hacía tiempo que Harvey Keitel, William Hurt y Forrest Whitacker, no se encontraban tan a gusto en un papel. La película la habré visto sus diez veces, y la misma no deja de sorprenderme en cada una de sus revisiones. No estuve en la cafetería de la que habla Elvira Lindo, pero esa misma sonrisa que se le dibujó en la cara, la tuve yo tras recoger mi ejemplar firmado. Y es que el azar, tan visible en la obra austeriana, sucedió aquella tarde, justo dos años después de que una antigua novia intentó traerme un ejemplar firmado por él de USA.

La entrada no habla propiamente de cine, habla de la admiración que a veces una película provoca... porque cuando un amigo me pregunta, ¿qué tipo de cine te gusta? Yo respondo siempre... Smoke.

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