Nicholas Ray es, sin lugar a dudas uno de los grandes directores clásicos del cine americano, y por extensión, mundial. Su nombre va asociado a joyas míticas que todo el mundo conoce, como 'Johnny Guitar', western especial donde un personaje femenino tenía un enorme peso, como pocas veces en el género. Y 'Rebelde Sin Causa', que todos sabemos a quién lanzó a la fama.
Pero Ray fue también el director de otra películas menos conocidas por el gran público, pero que son igual de imprescindibles. Ahí tenemos 'Llamad a Cualquier Puerta', donde Humphrey Bogart da el discurso más patéticamente inútil de toda la Historia del Cine, un film aterrador. O clásicos del cine negro como 'En Un Lugar Solitario', también con Bogart. Al final de su carrera se especializó en superproducciones típicas de la época. Suyas son 'Rey de Reyes' o '55 Días en Pekín', enormes éxitos de taquilla, sobre todo en nuestro país.
Escribió su autobiagrafía en un libro titulado 'I Was Interrupted', que parece ser que va a ser llevado al Cine próximamente, de la mano de Philip Kaufman, director de películas como por ejemplo 'La Invasión de los Ultracuerpos', nada despreciable remake del clásico de Don Siegel, o guionista de films como 'El Fuera de la Ley', el mejor western de Eastwood, o 'En Busca del Arca Perdida', la mejor aventura de Spielberg.
No sé si Kaufman será el director idóneo para llevar la vida de Ray a la gran pantalla, pero desde luego la obra de ese excepcional narrador de historias debe dar a conocerse a las nuevas generaciones de cinéfilos, que tanto alucinan con las nuevas formas, algunas de las cuales son herederas directas de Ray, quien era un verdadero maestro en ese tema. Ahí están sus films para demostrarlo.
