Por supuesto, era cuestión de tiempo: 'Destino final' fue una de las franquicias más rentables de una época pre-Blumhouse, con el género de terror en una etapa de transición tras la desarticulación total a la que la había sometido la saga 'Scream'. Tendrían que llegar nuevos tiempos, con una reactivación del horror extremo con películas como 'Hostel' y 'Saw'. Y, paradójicamente, también a través del horror clásico a través de reboots de mitos clásicos y de la revitalización de las casas encantadas y los fantasmas, para que llegáramos a la nueva etapa de bonanza que vive el género.
Todos esos elementos se dan cita en este proyecto de reboot de 'Destino final', que no solo obedece a la actual moda por recuperar todo tipo de franquicias de éxito en el pasado, sino que en este caso lo hace a manos de Patrick Melton y Marcus Dunstan, guionistas de cuatro entregas de la franquicia 'Saw' (de la cuarta a la séptima, cuando aquello se convirtió en un culebrón desquiciado). De ellos el más interesante es Dunstan, que dirigió las dos soberbias entregas de 'The Collector' y las tronchantes segunda y tercera entrega de 'Feast'. Melton le ha acompañado como coguionista en la mayoría de esos proyectos.
'Destino final' fue una lucrativa franquicia para New Line, quye aún ostenta los derechos de la saga. La película original, del año 2000, contaba cómo un grupo de chavales tenía que escapar del letal destino del que se habían escamoteado por casualidad, recaudando 122 millones de dólares sobre un presupuesto de 23. La franquicia en su totalidad recaudó una suma de 700 millones de dólares y es recordada por sus elaboradas secuencias de crímenes en cadena, como máquinas de Goldberg del descuartizamiento acrobático, y por su sentido del humor.
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