Siete fugas carcelarias de cine más emocionantes que 'Prison Break'

Ayer sucedió lo impensable. La infame 'Prison Break' (íd., 2005-2009) regresó a las televisiones con una secuela en forma de mini-serie de nueve episodios en la que Dominic Purcell y Wentworth Miller volverán a competir por ver quién es menos expresivo. Un regreso poco afortunado que, en mi caso, no me interesa lo más mínimo, pero nos sirve para recopilar algunas de las fugas carcelarias más famosas del séptimo arte.

Siete películas clave en dicho subgénero, en el que hemos abierto un poco el abanico. No se trata de un top sobre fugas carcelarias, y están colocadas por orden cronológico. Lo que sí creo es que no hay otras mejores que éstas. Pasad y... fugaros.

'Soy un fugitivo' ('I Am a Fugitive From a Chain Gang', Mervyn LeRoy, 1932)

Su historia, basada en hechos reales y enormemente actual por cierto, va mucho más allá de la fuga de una prisión. Con Paul Muni haciendo uno de los papeles de su vida —un hombre injustamente encarcelado—, se rumorea en algunos sitios que el impresionante final —sin duda, uno de los mejores de la historia— se debió a un accidente con la iluminación durante la filmación del mismo. Otros sostienen que estaba planeado tal cual. Creo que si echamos un vistazo a la filmografía del director —el más comprometido y atrevido socialmente durante los años treinta— es fácil decantarse por la opción más coherente.

'Fuerza bruta' ('Brute Force', Jules Dassin, 1947)

Una película que seguro conoce muy bien Daniel Monzón, ya que los parecidos con 'Celda 211' (2009) son demasiados. Dassin se adelantaba a la famosa caza de brujas del senador McCarthy con una y que él mismo sufrió— muy violenta historia sobre una grupo de presos que, hartos de las injusticias del alcaide de la prisión, planean una fuga. El último tramo es extremadamente violento. Hume Cronyn hace un villano inolvidable.

Mi crítica aquí.

'Traidor en el infierno' ('Stalag 17', Billy Wilder, 1953)

Para el que suscribe una de las mejores películas del alumno más aventajado de Ernst Lubitsch. William Holden, que ganó un Oscar al mejor actor principal por su interpretación, da vida a un prisionero de un campo de concentración alemán liderado nada menos que por Otto Preminger. La fuga ocupa el último tercio del film, que concluye con un bello plano de los componentes del barracón disponiéndose a dormir y uno de ellos silbando.

'La evasión' ('Le Trou', Jacques Becker, 1960)

Con ecos de alguna cinta en concreto de Robert Bresson, esta película fue considerada por Jean-Pierre Melville —autor de algunos de los mejores thrillers del cine francés— como la película más bella jamás hecha. Con instantes de gran tensión habla sobre todo de la condición humana. Un film triste y único, de enorme influencia en el cine posterior.

Mi crítica aquí.

'La gran evasión' ('The Great Escape', John Sturges, 1963)

Todo lo contrario a la anterior. Puro espectáculo y del bueno; estamos ante una de las películas más jodidamente entretenidas de la historia del cine. Durante la Segunda Guerra Mundial un grupo de aliados presos en un campo de concentración planean una fuga a gran escala. Reparto estelar encabezado por Steve McQueen y una pelota de béisbol.

'Fuga de Alcatraz' ('Escape From Alcatraz', Don Siegel, 1979)

La quinta y última colaboración entre Don Siegel y Clint Eastwood fue una obra maestra con ecos del film citado de Jacques Becker. Inspirado en hechos reales narra la única fuga realizada en la mítica prisión de Alcatraz —hace poco se realizó un estudio en el que se considera que los fugados pudieron sobrevivir—, y cede a Eastwood la oportunidad de lucirse, aprovechando su rostro al máximo. Filmada en la verdadera prisión, una película que pone el acento en el detalle.

Mi crítica aquí.

'Cadena perpetua' ('The Shawshank Redemption', Frank darabont, 1994)

Para muchos votantes en la famosa IMDb, la mejor película de la historia del cine, algo a mi parecer bastante exagerado. No importa, estamos ante una de las grandes películas de los noventa, repleta de humanidad y personajes muy atractivos —sobre todo el de Morgan Freeman—. Basada en el relato corto de Stephen King, narra una historia que se empareja con la primera película de la lista, por cuanto hablamos de un hombre injustamente condenado a prisión. La explicación de la fuga de Dufrane (Tim Robbins) sigue siendo antológica, y el final mucho más.