A mediados de los 90 Telecinco estaba metida en un maremágnum, un momento de auténtico cambio, en el que pretendía dejar atrás las Mamá Chicho, el Telecupón y la telebasura para convertirse en un canal moderno, propio de esa década en cuestión (de aquellos barros estos lodos, por otro lado). Por eso, el 10 de mayo de 1996 se estrenó un programa llegado de Argentina que lo cambiaría todo casi sin querer: 'Caiga Quien Caiga'.
Humor, actualidad, política y reporteros que nadie conocía pero que acabaron convirtiéndose en algunas de las personas más famosas de España en aquel entonces, como Sergio Pazos, Javi Martín, Arturo Valls o Tonino. Es probable -si ya tienes una edad- que te acuerdes de este reportero impertérrito, que micrófono en mano era capaz de esperar minutos por una respuesta y que dominaba el arte de la incomodidad como nadie. Pero, dos décadas después de la (primera) cancelación del programa, es posible que te lo hayas preguntado alguna vez: ¿Qué fue de Tonino?
Sin gafas de sol
Hubo una época para Antonio López-Guitián antes del éxito en Telecinco. Nació en 1963 (o sea, que ya pasa de los 60 años) en Valencia, donde aún reside e hizo algunos de sus pinitos en la radio. Comenzó en 'Tris Tras Tres', de Radio 3, un programa que hoy en día sería inaudito, donde la creatividad y la narración era la reina y en el que ganó un concurso de oyentes. Acabó formando parte del equipo hasta el último episodio, en 1987, y tras él encadenó otros programas de radio como 'El gallo nacional' o 'El Trencanous'.
Su paso a la televisión fue de manos de Telemadrid en 'El programa de Ana' y de Antena 3 con 'Dobles parejas', un concurso de citas presentado por Santiago Segura (posteriormente diría que "lo hizo por la pasta") que fue uno de los muchos intentos infructuosos de hacer la competencia a 'Esta noche cruzamos el Mississippi' y que hoy en día sería imposible de emitir (algo que podríamos comprobar si Antena 3 se trabajara un poco su archivo, por cierto).
Y entonces, llegó el momento de enfundarse unas gafas negras: pasó un casting y se convirtió en el "reportero despistado" de 'Caiga quien caiga', un programa que fue recibido con muchas dudas en Telecinco pero que convirtió las gafas de sol en un símbolo de irreverencia desde que el rey Juan Carlos I se las puso en un mítico especial de Navidad. En sus primeros episodios había tan poco equipo que los propios reporteros tenían que editar sus vídeos: muy pocos confiaban en que la apuesta por la sátira política tuviera cabida en Telecinco. Y sin embargo.
Pugna con el cochino jabalín
'Caiga quien caiga', en su primera versión, tuvo la infinita suerte de estrenarse durante el momento de oro del humor político televisivo en España: en Canal+, 'Las noticias del guiñol'; en la propia Telecinco, un par de años después, 'El informal'; ya entrados en el nuevo siglo, '¡Vaya semanita!' en ETB... Y, sin embargo, el sueño acabó en 2002 cuando, bien por la finalización del contrato o bien por presiones políticas (se dice que fue fulminado por José María Aznar al enterarse de la inclusión de una nueva sección llamada 'Simplemente Ana', donde hacían risa con Ana Botella), el programa terminó y los reporteros se vieron con gafas de sol, sí, pero en el paro.
Tonino no desaprovechó su momento de gloria. Durante los años de emisión del programa aprovechó para presentar otros proyectos paralelos como el veraniego 'El gallinero', que solo duró ocho episodios y donde presentaba películas clásicas españolas junto a Inés Sainz. Por aquel entonces, se definía como "periodista por pesadez" y "cinéfilo antipalomitas", convencido de que ese nuevo personaje ayudaría a romper con su imagen.
No lo hizo (al menos en el momento), claro: sus reportajes a lo Buster Keaton eran demasiado divertidos como para que pudiéramos entender que Tonino era algo más que "el despistado del Caiga". Pero los que siguieron a los reporteros después del éxito se dieron cuenta de que el dúo entre Juanjo de la Iglesia y él daba mucho más juego que el del programa: participaron juntos en obras de teatro, programas radiofónicos, colaboraciones televisivas ('Hoy no hay siesta', en Localia) y hasta libros ('El libro de los jefes'). Y, por supuesto, también ha sobrevivido por su cuenta.
Curso de ética periodística
Tonino se ha reinventado tantas veces como ha podido. Ha sido profesor de guion en un máster (lo sé de buena tinta, ¡me dio clase a mí!), colaborador en medios como Valencia Plaza, El Mundo, Público o El Economista, escritor de 'El guionista no es el asesino' (donde precisamente da buena cuenta de lo vivido en aquel máster de guion), colaborador en 'Un país para comérselo' o, por supuesto, concursante en el eterno 'Pasapalabra', además de actor en obras de teatro y ópera.
Su versatilidad es amplia: por ejemplo, hace quince años se inventó a "La Doña", una parodia de Rita Barberá y hace diez años montó su propio cabaret en Valencia, 'Bulevar Show Cabaret', donde era el maestro de ceremonias y que trataba de ser un retorno a las vedettes y las revistas teatrales que tuvo bastante éxito. Tonino Guitián es un artista de la reconstrucción, de enlazar proyectos, de no decir que no a nada para seguir viviendo de lo suyo: presentador, actor, escritor, columnista, guionista, profesor, locutor de radio. Todo sí.
Si quieres saber cómo le va, su cuenta de Twiter es muy -muy- prolífica, y sigue trabajando aquí y allí, donde puede, desde actor en el pabellón de España en la Expo de Dubai hasta redactor con sus reflexiones en periódicos de toda índole. Porque al final, la vida es un poco eso: ir navegando entre aquello que te hace feliz, encontrar tu hueco y, por qué no, vivir en paz. Con o sin gafas de sol que oculten tu verdadero yo.
Foto | Toni Castillo
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