El estreno de Esta mañana, el nuevo programa de La 1 presentado por Pepa Bueno y que sustituye al de Inés Ballester es manifiestamente diferente a las ofertas del resto de cadenas. Una verdadera alternativa a los tradicionales programas de mañana, desde la forma y el aspecto del programa hasta los contenidos que, sin abandonar la actualidad, la analizan con un tratamiento riguroso.
Es un alivio encontrarse con un programa de estas características: sin personajes del corazón, sin crónica rosa, sin tertulia de histéricos, sin casquería, sin debates gratuitos, sin "opinadores". Ya sólo por esto merece la pena echarle un vistazo. El plató se limita a una mesa del tipo redacción con lo que se transmite una imagen de rigor muy cercana a la del informativo tradicional y que se aleja de la informalidad de los saloncitos prefabricados de otras cadenas.
Los temas de actualidad social están narrados desde un enfoque humano y con diferentes perspectivas. Los reporteros que salpican el territorio nacional se dedican a recopilar historias que completan el tema que se esté tratando en el momento. Por ejemplo, para hablar del problema de la vivienda ayer llevaron al plató a un constructor que vende los pisos muy baratos y que comentó las paradojas y las mentiras del enriquecimiento del sector, entrevistaron a una pareja beneficiaria de una ayuda a la emancipación del Gobierno, hicieron entrevistas de calle, y trataron el caso de una joven a la que el propietario de su vivienda le ha subido el alquiler de forma abusiva.
Desde el plató no hay opiniones gratuitas, se monta un dossier informativo y es la propia información y las vivencias de los entrevistados las que construyen el contenido. Por otro lado, además de los vídeos grabados hay conexiones en directo con los protagonistas de los temas que dan frescura a los reportajes.
La actualidad política tiene su seguimiento aunque con un tratamiento desenfadado, nada serio y muy alejado de los posicionamientos maniqueístas que suelen llevar a duros enfrentamientos en otros programas. Ayer se habló de la composición del nuevo gobierno dándole un formato de quiniela, se vieron las vacaciones de diferentes políticos y se trató el tema de los nuevos nombramientos.
Por último, y si todos los programas son como el de ayer, habrá un tema de fondo que recorre el programa de forma transversal y que, en este caso, fue la vuelta a casa después de las vacaciones, con el seguimiento del viaje de una familia.
Pepa Bueno y Javier Gallego, el co-presentador, aguantan ellos solitos toda la dinámica del programa y lo hacen bien: con energía, con sentido del humor y con espontaneidad. Pepa Bueno, detrás de esa fachada de mujer tranquila, tiene una mano dura que utiliza de forma inteligente y sutil para encarrilar las diferentes secciones e ir hilvanando los contenidos porque, aunque el programa dura unas dos horas y media, tratan siete u ocho temas de la forma poliédrica que ya os he contado y eso requiere tener un alto sentido del ritmo, sobre todo en directo, y Pepa Bueno dirige a la perfección.
Queda por saber cómo van a introducir el tema de la participación del público en el programa porque ayer, al ser el estreno, estuvieron repitiendo el teléfono y el correo electrónico pero no dieron salida a las posibles aportaciones de los espectadores. Por lo demás, tengo que reconocer que tenía mis dudas acerca de los buenos propósitos que propugnaban acerca de Esta mañana pero, en principio, parece que van cumpliendo lo que prometieron. Hacía tiempo que un programa de mañana no me sacaba de mis casillas.
En ¡Vaya Tele! | Vientos de cambio en La 1
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