Empieza un nuevo año y con él se aproxima el evento cinematográfico más conocido y divulgado, la ceremonia de los Oscar. Este año por el momento, son los estadios previos los que están dando más que hablar, pues el período de votaciones para las nominaciones se prorrogó un día más hasta ayer –fase que empezó el 17 de diciembre–.
El nuevo sistema de votaciones ha sido el causante de esta pequeña ampliación del plazo para emitir el voto.
Esta ocasión es la primera vez que se usa el método de votaciones vía online. Aunque también estaba permitido votar por correo –como había sido habitual anteriormente–, aquéllos que usaron el nuevo procedimiento se encontraron con verdaderas dificultades, entre otras, las contraseñas facilitadas no funcionaban y resultaba imposible realizar la votación. Este hecho ha puesto en duda este sistema que lleva gestándose un año, a cargo de la habitual firma encargada del recuento del voto de los Oscars, PricewaterhouseCoopers y la agencia Everyone Counts.
Otro motivo de preocupación que ha sembrado la alarma, es la percepción de que la dificultosa novedad haría descender el número de votos en relación al año pasado. Por esta razón, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas –AMPAS en inglés–, decidió ampliar el tiempo de votaciones un día más. Sus integrantes, hasta unos 6.000 divididos en sus diferentes especialidades –siendo el grupo de los actores el más numeroso–; escogen en una primera ronda a los aspirantes de sus correspondientes disciplinas. La única excepción es la candidatura de mejor película, que es votada por todos. En la segunda ronda, en la que ya cada unos de ellos puede votar la mayoría de candidaturas, son seleccionados los ganadores.
Las nominaciones se darán a conocer el día 10 de enero y comprenderemos el impacto de estas votaciones, si es que hay alguno, en el resultado. Para unos premios que, irremediablemente están envueltos de polémica, no debería suponer una mayor perturbación el hecho de encontrarse con este tipo de dificultades. Muchos han sido y son, los motivos de crítica hacia los Oscar. El hecho que acostumbren a premiarse aquellas películas que gozan de una mayor campaña de marketing o, en el caso de los actores, que se recompense el trabajo que ha obtenido mayor popularidad, son algunos de las causas de reproche. En otros casos, se ha favorecido a actores o actrices, para subsanar errores pasados o como un gesto de reconocimiento a su carrera. Algunos intérpretes incluso han llegado a declinar el premio. George C. Scott hizo lo propio cuando le concedieron el Oscar por ‘Patton‘ (id, Franklin J. Schaffner, 1970) y Marlon Brando por ‘El padrino‘ (‘The Godfather’, Francis Ford Coppola, 1972), entre los ejemplos más sonados.
En definitiva, como ocurre con casi todos los premios en general, influyen varios factores en la elección de los galardonados. Estos incidentes, contribuyen a suscitar interés por una ceremonia que ha ido perdiendo público con el paso de los años. Para el espectador cinéfilo, la gala que se celebrará el 24 de febrero y que tendrá como presentador a Seth MacFarlane, seguirá siendo un entretenimiento y una ocasión para disfrutar de la pompa y el glamour de Hollywood, aunque ya no estemos en los tiempos del star system. El espectáculo debe continuar.
Vía | abc NEWS
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