"Era cuestión de supervivencia". Tom Hardy y Charlize Theron hablan de su mala relación rodando 'Mad Max: Furia en la carretera'

'Mad Max: Furia en la carretera' es una gran película de acción aplaudida tanto por la crítica como por el público. Sin embargo, su realización no fue un camino de rosas, sobre todo -aunque no únicamente- por la mala relación que hubo en el set de rodaje entre Tom Hardy y Charlize Theron, sus dos protagonistas que ahora han roto su silencio sobre lo sucedido.

Ha sido un artículo de The New York Times sobre la realización de la película en la que ambos actores se han pronunciado al respecto. Por ejemplo, Theron destacó que los dos sintieron que el peso de la responsabilidad era demasiado alto:

En retrospectiva, no tuve la suficiente empatía para entender de verdad por lo que él estaba pasando al ocupar el lugar de Mel Gibson. Eso es aterrador. Y creo que por mi propio miedo, estábamos poniendo muros para protegernos a nosotros mismos en lugar de decirnos: "Esto te asusta a ti y me asusta a mí también. Portémonos bien con el otro". De una forma rara, estábamos funcionando como nuestros personajes: todo era cuestión de suspervivencia.

Además, Theron también destacó que el miedo era lo que realmente guió el rodaje: "Estaba muy asustada porque nunca había hecho algo así. Creo que lo más duro entre George Miller y yo es que él tenía la película en la cabeza y yo estaba desesperado por entenderla". Por su parte, Hardy también se vio superado por las circunstancias:

Creo que en perspectiva, creo que era muy difícil entenderme de muchas formas. La presión que ambos teníamos era abrumadora en ocasiones. Lo que ella necesitaba era un compañero mejor y quizá con más experiencia que yo. Eso es algo que no se puede fingir. Me gusta pensar que ahora soy mayor y más feo podría estar a la altura.

Todos sufrieron

El actor también recuerda que el rodaje era "abrumadora a veces" y que "uno tenía que confiar en el que conjunto se estaba sosteniendo". Además, la actriz Rosie Huntington-Whiteley apunta que los dos protagonistas chocaban tanto porque tenían "aproximaciones completamente diferentes a su oficio".

Eso sí, la realización de la película afectó a casi todos los implicados, pues Margaret Sixel, montadora de la película apunta que George Miller, con quien está casada en la vida real, también lo sufrió en sus carnes: "Deja que te diga que no sabes ni la mitad. Deberías haberle visto al final del rodaje, estaba muy delgado".