Nadie puede discutir que el coleccionismo de películas no pasa por su mejor momento. Lejos queda ya la edad dorada del dvd en el que tocó techo con gente de todos las edades comprando sus títulos favoritos. Es evidente que el auge del streaming ha hecho mucho daño, pero sería un error reducirlo todo a una explicación tan básica. Son varios los factores que han llevado a una preocupante decadencia en España y creo que entre todos vamos a acabar matándolo.
El origen de todo
Para mi gusto hubo un antes y un después en España con la compra de películas tras la llegada del Black Friday a nuestro país allá por 2012. Esa oferta loca del 50% de descuento en todos los títulos disponibles llevó a la masificación de comercios como Media Markt con infinidad de personas cargando con cestas rebosantes de dvd o blu-rays. Era una locura, pero las consecuencias negativas tardaron bien poco en dejarse notar.
Poco a poco, el descuento del 50% se convirtió en una oferta que se podía conseguir más a menudo -el resto de comercios no podía ni quería quedarse atrás-. Llegó un punto en el que lo raro es que no hubiese algún comercio que tuviese vigente alguna jugosa oferta cuyo descuento podía alcanzar ese porcentaje. Tal vez algún título se quedara fuera -aunque a menudo había pequeños descuidos por parte de las tiendas que dejaban esa limitación en nada-, pero era cuestión de poco tiempo poder adquirirlo a mitad de precio.
De esta forma, los cinéfilos nos fuimos acostumbrando a que no hacía falta comprar nada a precio de salida. Quizá alguna edición muy limitada sí, pero en más de una ocasión descubríamos meses después de que hicimos mal dejándonos llevar por la impaciencia. Eso llevó a que las ventas se resintieran y que en muchos casos las ganancias fueran mucho más reducidas, por lo que igual simplemente no compensaba editar ciertos títulos en nuestro país.
En ese panorama de cierta incertidumbre fue cuando el streaming empezó a coger fuerza en nuestro país con la llegada de Netflix en 2015. Multitud de películas y series disponibles a un simple click de distancia y sin tener que ocupar cada vez más espacio de nuestros domicilios. Pronto irían llegando otras plataformas que para algunos ofrecían tal comodidad que ya carecía de sentido tener copias en formato físico. Si luego la película que quieres ver justo no está disponible en ninguna, mala suerte.
La inevitable decadencia
Por mi parte, recuerdo especialmente el caso de los clásicos de Warner. Ediciones muy cuidadas a un precio de lo más ajustado -durante un tiempo se lanzaron a 9,95 euros y aún así muchos esperábamos hasta las rebajas para hacernos con ellas por la mitad de precio- que llegó un punto en el que se dejaron de editar en España. Antes se aumentó primero su pvp hasta los 12,95 euros, pero, si mal no recuerdo, para finales de 2016 o principios de 2017 se dio carpetazo al mercado español.
No es que fuese una novedad, porque antes había títulos concretos, incluso producciones españolas como 'El laberinto del fauno' o 'Alatriste', que se habían editado en blu-ray en otros países pero no aquí -y no me olvido tampoco de casos tan sangrantes como que 'John Wick' siga inédita en formato físico en España-, pero sí un toque de atención importante. Desde entonces son cada vez las películas que simplemente no se editan en formato físico. Incluso producciones tan potentes como la reciente 'Moonfall' parece que nunca se lanzará en nuestro país. Bueno, en streaming sí que la tenéis disponible en Amazon.
Ese escenario es algo que algunas editoras aprovechan para editar películas de forma dudosa. Para que os hagáis otra idea, en uno de los foros internacionales más importantes dedicados al coleccionismo, el tema más destacado en la parte dedicada a España es para lanzamientos "bootleg". Hay hasta meses que el mayor número de lanzamientos proviene de estas editoras que aprovechan un vacío legal para lanzar títulos sin poseer realmente los derechos de esas películas.
Hay a quien eso le da igual y simplemente quiere tener en su colección sus películas favoritas, pero también hay un sector importante de los coleccionistas que se sitúan claramente en contra de esa práctica. Un problema adicional de la misma es que en algunos casos lleva a que sea imposible el lanzamiento de una edición honorable porque ya no sería rentable. Otro clavo en el ataúd.
En paralelo a todo esto llegó la evidencia de que a los comercios no les compensaba tener una sección dedicada a esto. Algunos como Carrefour optaron por liquidarla, lo cual en su momento fue celebrado por algunos dado los chollos que pudieron conseguir así. Pan para hoy y hambre para mañana.
En otros casos simplemente se fue reduciendo su importancia cada vez más. Quienes visitarán las secciones de cine de El Corte Inglés, Fnac o Media Markt hace diez años pueden dar fe de que da hasta pena ver a qué ha quedado reducido lo que en su momento casi parecía una mina de oro. Y además, su estrategia para intentar hacerlo algo más rentable no puede decirse que esté funcionando demasiado bien.
La triste situación actual
Desde hace tiempo esas ofertas del 50% de descuento son cada vez más raras. Algún día puntual en plan oferta gancho, el Black Friday (aunque este año está por ver que vayan a mantenerlo) y poco más. Algunos están decepcionados y ya amenazan con simplemente no comprar nada hasta que vuelvan esas promociones, pero otros ya estamos empezando a asumir que es un cambio inevitable. Lo que sería desastroso sería perder más compradores por el camino.
Al respecto hay otra práctica que se ha popularizado mucho últimamente. Me refiero a las ediciones limitadas en cajas metálicas. No es un invento nuevo -ya os hablamos en profundidad de ello hace tiempo-, pero sí que se ha notado un cambio muy importante últimamente, y es que cada vez es más cierto lo de limitadas. Eso lleva a que varios títulos se agoten antes incluso de ponerse a la venta, con la pega adicional de que luego aparecen infinidad de copias en sitios como Wallapop a un precio mucho más elevado.
Eso no deja de ser una prueba más de que el coleccionismo se ha convertido en algo de nicho. Ahí las distribuidoras salen ganando con títulos que básicamente tienen la certeza de que van a agotarse, pero lo hacen a costa de poner a prueba la paciencia de los compradores. Si llega un punto en el que no he podido comprar esta o aquella película en steelbook, ¿para qué voy a seguir coleccionando así? De nuevo, pan para hoy y hambre para mañana.
El último añadido preocupante es la grave reducción de distribuidoras en nuestro país. Las majors han perdido el interés en nuestro mercado y han cedido esa parte del negocio a distribuidoras locales como Arvi o Divisa. Además, varias más pequeñas han desaparecido o sido reducidas a su mínima expresión. Quedan oasis como A Contracorriente o Reel One que siguen dándonos alegrías, pero uno no puede evitar preguntarse hasta qué punto les resulta rentable y que viabilidad futura pueden tener.
La triste conclusión de todo esto es que el coleccionismo de películas en España parece abocado a la desaparición o a convertirse en un nicho de lujo con precios más altos y tiradas muy limitadas. Y eso los títulos que lleguen a editarse. Mal panorama, que sigo creyendo que el formato físico es vital en la era del streaming, pero igual nos acabamos quedando sin esa opción. O al menos aquellos para los que sea imprescindible el doblaje en castellano.
Ver 56 comentarios
56 comentarios
davidcabreragalindo
El día que el formato físico desaparezca habrá muerto el cine.
Vamos a poner algunos ejemplos:
Dinero. Si eres amante del cine habrá películas que te gustará ver más de una vez. Si te la compras la pagas 1 vez, con el streaming pagas cada vez que quieras verla. (Incluso puede que ni siquiera puedas verla, porque en el streaming la pueden retirar del catálogo cuando les dé la gana).
Censura. Si te compras una edición original, esta se quedará como está. Con el streaming estás sujeto a la corrección política de turno, pudiendo las plataformas recortar o alterar escenas (que ya ha pasado) para no ofender a la corriente ideológica dominante del momento.
Ediciones especiales. El buen coleccionista gusta de tener ediciones bonitas de sus favoritas (un claro ejemplo son las ediciones especiales de la trilogía de El Señor de los Anillos, recreando los libros y con las figuras de los Argonath, Gollum o Minas Tirith). También me valen los Steelbook, que muchos son una pasada.
El formato digital tiene la ventaja de no ocupar un espacio físico, pero al buen amante del cine (como al de videojuegos, libros, cómics, etc.) no le puedes quitar el formato físico.
Un saludo, compis. ;)
wimancio
La "chavalada" de hoy día no tienen idea de quienes fueron John Ford, Howard Hawks.. Si me apuras, ignoran quien es Martin Scorsesse más allá de la polémica con MARVEL
No conocen LA REINA DE AFRICA, LOS ANGELES NO TIENEN ALAS, QUE BELLO ES VIVIR, LOS INTOCABLES, SIN PERDÓN, LA DILIGENCIA o CON LA MUERTE EN LOS TALONES.
De ahí la importancia de coleccionar DVDs...
Cuando solo queden plataformas digitales vendiendo EXCLUSIVAMENTE su contenido, algunos todavía podemos recuperar joyas de la historia del cine para consumo particular...
eddie5150
Estoy de acuerdo en los factores, incidiendo en porcentajes, para mí es mucho mayor el daño provocado por las plataformas streaming, que por ejemplo el precio o las ofertas puntuales.
A esto le añadiría un cambio de paradigma y tal vez peque de nostálgico, pero creo que ahora se apuesta por la cantidad y no por la calidad, cada vez que veo ahora una película en netflix respondo con el "no está mal" y en ninguna sentí la necesidad de volver a verla (y comprarla en formato físico). Antes, era todo un acontecimiento ver Matrix, Señor de los Anillos, o incluso Star Wars, o las primeras marvel, y luego esperar con ganas la salida en bluray, si el steel era bonito, hacías el esfuerzo y luego la volvías a ver varias veces. Hace muchísimo tiempo que no siento la necesidad de volver a ver una peli actual y menos de comprarla en formato físico....
strangeland
Como alguien que sigue coleccionando películas es una situación que me entristece. Me parece un artículo muy interesante aunque no comparto todo lo que dice, por ejemplo no culpo tanto al black Friday. No dudo que hiciese algo de mella, pero creo que la piratería ya había hecho que mucha gente dejase de comprar porque las podían tener en discos duros con muy buena calidad -también esto mató al videoclub-. Ahora el streaming ha sido el último y gran golpe que se ha llevado el formato físico y del que veo imposible que se recupere, ojalá me equivoque... Pero no debemos olvidar también otros factores como las propias editoras que han ninguneado el formato tratándolo de manera lamentable. Por ejemplo, Diamond films está dejando de editar en físico, todo lo "cede" a Amazon para el streaming -Mikel, te duele lo de John Wick pues a ver qué pasa con la cuarta entrega porque pertenece a estos-; Disney está tan obsesionada con Disney + que está dejando de estrenar en cines y editar en físico películas que claramente en cualquier otro momento habrían sido estrenadas y editadas; los Bootlegs son un estacazo para ediciones que de verdad podrían estar cuidadas y bien editadas, no tienen una edición que la gente no se queje de fallos en el audio o desincronizaciones -pero siguen comprando-, sin embargo una vez que la sacan a la editora que tiene los derechos no le sale rentable editar una peli que "ya ha salido"; y luego están editoras como Emon -ya desaparecida- con un catálogo interesantísimo pero que usaban discos con fecha de caducidad, pasados tres o cuatro años se te quedaba un hermoso posavasos, a mí me pasó con El secreto de los hermanos Grimm y el remake de The crazies, y esto ha hecho que muchos coleccionistas se cuestionen el seguir comprando si la película va a dejar de funcionar pasados unos pocos años.
Lo dicho, la culpa es de todos, tanto nuestra como de las distribuidoras...
rotias
Lo mejor de comprar una película no es poder verla una y otra vez, es también tener acceso al 'storyboard', escenas eliminadas, entrevistas, etcétera. Para cualquier amante del cine saber cómo se ha hecho una película, es simplemente fantástico. Algo similar ocurre con los libros de fotografía, que muestran una foto (fácilmente disponible en Google), pero con detalles técnicos escritos, estilo la cámara y lente usadas, apertura del diafragma, velocidad de obturación e ISO…
mickyvainilla
Si les preocupa la preservación, primero habría que diseñar algo mejor un pedazo de frágil plástico redondo, que con suerte (mucha suerte) durará unas cuantas décadas, y eso suponiendo que para ése lejano futuro aún existan reproductores que los puedan leer...
Es un problema más extenso de lo que parece. Incluso no pocos historiadores están preocupados por lo frágil de nuestros datos. Irónico que siendo tan tecnológicos, probablemente en cientos de años nadie sabrá nada de nosotros y nuestras películas en 4K.... Pero aún se podrán leer las historias y pinturas escritas en piedra de nuestros primitivos antepasados, miles de años atrás.
Estilicon
Antes, no hace tanto, una escapatoria muy interesante era comprar ediciones extranjeras que venían en castellano. Normalmente salían muy bien de precio ya que "sorprendentemente" en países como Italia o Alemania las pelis son más baratas que en España. Pero de un tiempo para aquí estás ediciones carecen de castellano, que conveniente para algunos... y así estamos atrapados en el horrible mercado español.
nombrenodisponible
HABRÁ MENOS DEMANDA PERO SIEMPRE HABRÁ OFERTA.
HAY MUCHOS BENEFICIOS EN ADQUIRIR LOS FORMATOS FÍSICOS.
EL CASETE NO HA MUERTO Y MUCHO MENOS LOS DISCOS DE VINILO.
PRONTO LAS GENERACIONES FUTURAS SE DARÁN CUENTA DE LAS RIQUEZA DE ESTOS FORMATOS.
crossovertm
Hombre, es que comprar Bluray UHD en España es de chiste, nos toman por idiotas y ni siquiera nos ponen el sonido Atmos que previamente si existía en los cines, nos dejan con el DTS. De todas formas espero que no desaparezca el formato físico, la calidad de estos esta muy por encima del bitrate que te pueden aportar las plataformas de streaming.
manuelcr
No estoy de acuerdo.
Al coleccionismo lo mató la avaricia de las distribuidoras y la guerra de formatos.
Cuando llegó el DVD, que traía una mejora muy importante con respecto al VHS, nos lanzamos a hacer nuestras colecciones en dicho formato.
Y cuando se anunciaba alguna edición especial, como la de El Señor de los Anillos, allí estábamos para comprarla y disfrutar de los extras.
Extras de verdad, no documentales chorras añadidos para rellenar.
Pero luego llegó el BluRay y el HD-DVD, incompatibles entre sí y recreando aquella lucha entre Beta y VHS.
Solo que esta vez el ganador, BluRay, nos quiso saquear los bolsillos con la excusa de la mejor calidad.
Si el DVD estaba a 10-12€, el BluRay estaba a 24-30€, y encima muchas veces ni siquiera extras decentes.
Esto hizo que muchos nos lo pensáramos mucho, más aún cuando acabábamos de hacer una importante colección de DVDs, antes de pensar en otro enorme desembolso.
Y entonces, llegó el formato digital e internet, dando acceso a las mismas películas a una calidad muy buena, pero sin ocuparte espacio y sin tener que temer que un día el soporte físico pasara de moda.
chewie2019
La verdad es que la cosa pinta mal para los que todavía compramos ediciones físicas… personalmente si una película me ha gustado de verdad me gusta tenerla en bluray para poder disfrutarla cuando y donde quiera, sin depender de saber si algun canal de streaming la tiene disponible. Eso si, los precios de más de 20 euros por película son para pensárselo antes… los 10/15€ por película lo veo razonable, tampoco pretendo que salga todo a 5€. Por cierto, ya se nota en muchos productos esta falta de ediciones físicas en españa. Sin ir más lejos el final de vikingos sigue sin editarse en bluray, con lo que me temo que me quedaré colgado sin completar la serie en bluray…
kimet
Si no quieren que muera,que incluyan el Atmos,eso lo frenara en seco...
luissantonja
En mi caso he de decir que desde bien joven (hablamos desde que tenía 12 años aprox.) me gustaba el coleccionismo de películas, comenzando por los (casi) extintos VHS (con más de 500 cintas llegué a terminar, antes de pasar al DVD).
En el DVD llegué a tener 1500 títulos, y en Blu-Ray alrededor de 1000 títulos... tras mi última mudanza vi que era muy engorroso cargar con todo (no solo las películas sino además mis vitrinas y estanterías para ellas), así que decidí "malvender" mis colecciones con gran pena pero que, a día de hoy, me siento liberado y con más espacio en casa, y siguiendo teniendo todas y cada una de aquellas películas (y más) en mis discos duros.
Es normal que mucha gente termine deshaciéndose de sus colecciones (como es mi caso, y conozco a más personas que hicieron lo mismo), ya no solo por el enorme gasto que ello conlleva sino además por el mucho espacio que ocupa. Y teniendo las plataformas donde podemos ver las películas que nos de la gana (aparte de internet y las descargas ilegales), más normal veo que el coleccionismo tal y como lo conocemos (físico) esté en decadencia y termine desapareciendo.
Repito que siento mucha pena que esto suceda. Me considero muy "friki" del coleccionismo (o lo era al menos), pero hay prioridades que te hacen cambiar :-(
andresmastorrecillas
¿No ocurre lo mismo en el mercado de los videojuegos? ¿Quien compra un videojuego a su precio de salida? En menos de un mes el precio baja a poco más de la mitad y en mes y medio ya está en la franja de los 20€. Y sin embargo no es un mercado en decadencia y también está surgiendo cada vez más el formato digital.
Y ahí sigue.
bolkonski
El formato físico ha pasado a ser exclusivamente coleccionismo. Pasa igual en la música, yo a veces compro vinilos de mis discos favoritos pero por coleccionismo más que por utilidad porque luego realmente la música la escucho en Spotify. La diferencia es que en Spotify está casi todo lo que busco. Sin embargo, ya me ha pasado varias veces querer ver una película (no necesariamente actual) y no poder porque no está en el catálogo de ninguna plataforma (y menos apple las tengo todas), así que aun sigo comprando blurays de las pelis que me gustan que se que querré revisionar, eso sí, a precio de black friday.
xex
El primer aviso fueron los videoclubs... que no se vendan no es culpa ni de stream, cines, ni aficionados... es simplemente porque no se compran.
Todo lleva a lo mismo, no hay mercado para inis pocos... a no ser q esos pocos mantengan en mercado...
El formato fisico no lo veo ya... ni cine ni musica ni videojuegos...
antonioverdu
Lo de John Wick es mentira esta en el corte ingles editada y en Blue ray 4K + Blue ray
danielrenilla
Tengo toda una habitación llena de películas.... Colecciones desde VHS hasta ahora. Pero por lo menos para mí ya no me da el sueldo que hay para muchos en España para los precios que tienen las películas... Cada uno podrá más o menos pero yo antes compraba unas 10/20 películas al mes sin ofertas.... O soy yo o me parecen los precios excesivos para comprar y comprar
amfortas
Un poco de historia:
Aunque algo había en 8 mm, la realidad es que el coleccionismo empezó con el videocasete.
A principios de los 80 cuando empezaron los primeros videoclubs, sólo se podía alquilar, NO HABÍA VENTA, por lo que si querías para siempre una película, o la grababas de la TV, o con suerte tenías un amigo cerca con otro vídeo y la copiabas (los aparatos eran caros y no te creas que esto último era fácil).
A partir del 88 las grandes productoras empezaron a lanzar películas en venta, con un precio recomendado de 2.995 ptas, menos Disney que las lanzó a 3.995 ptas (claro, era Disney). Al cambio actual, inflación etc, es como si se vendieran entre 30 y 40 euros. ¡Ah! entre el año 88 y el 90 se pusieron a la venta películas tanto en VHS como en BETA.
A partir de finales del 90, el BETA se dio por muerto y para el 91 ya solo se lanzó en VHS, bajando también precios recomendados, pasando a 1.995 ptas (menos Disney que seguía en las suyas y sus principales lanzamientos los ponía a 2.995 ptas). También apareció el LaserDisc (sí, con 10 años de retraso) cuyos precios estaban en torno a 4.000 ptas por película.
A finales del 97 aparecieron los primeros DVDs (caros, lógicamente). Para el 2001 el LaserDisc se dio por muerto, ese año ya se vendía más DVDs que VHS, terminando de morir éste a los pocos años. El 2006 las primeras películas en BR y HD-DVD. 10 años más tarde el lanzamiento del BR 4K... y ya hasta ahora.
En lo personal: Como no había venta, cuanto en TVE se emitía alguna película algo moderna, a grabar como loco. Cuando empezó la venta, al principio por precio pues sólo compraba alguna cosa por aquí y allá. Ya cuando bajaron precios y también coincidiendo con la venta de Anime a partir del 93 pues a comprar como loco, sobre todo películas que sabía que era difícil que las pusieran por televisión. Con la llegaba del DVD, muy emocionante, pues la calidad ya era claramente superior, no se desgastaba etc... así que a seguir comprando y también pasar lo que en su día se había comprado en VHS a DVD, pensando que por lo menos daría para 25 años... hasta que llegó el BR... sí, excelente calidad, pero... ¿tirar los DVD y comprar la versión en 1080p... NO... ya el coleccionismo se terminó. Sólo unas pocas películas y punto. Con 4K lo mismo. Ya si quiero algo muyyyy puntero que sea fan lo compro, y el resto, de descarga de internet o Streaming.
jmartgal
La solución siempre fue y será el poder comprar una copia digital de la película, y tener una descarga legal que poder reproducir o importar a tu colección digital, algo multiplataforma y sustentado por las productoras/distribuidoras.
O bajarse las cosas por torrent y compartir en PLEX.
edertanotokomura
El formato físico no está muriendo por culpa de los coleccionistas o por los que esperamos algo barato, sino por los precios excesivos a los cuales se ponen a la venta películas que no lo merecen o simplemente cualquier película últimememte, películas con contenidos sin traducir o explotar las novedades, al máximo. Esto lo hacen las productoras, comercios y gobiernos, con impuestos que intentan justificar, sin un foro de réplicas que se tomen en cuenta verdaderamente.
Me rio cuando me dicen que en streaming puedo encontarlo todo, cuando no es cierto, y además, para ello, no solo debo de pagar periódicamente (lo cual, al final se vuelve infinitamente más caro por mantener una o varias subscripciones anualmente) y depender de Internet con la cobertura correspondiente.
j.l.l.deznan
Es un debate complicado. Y depende del punto de vista se puede acusar al streaming de matar el coleccionismo pero no la industria. Tengo una colección muy amplia de DVDs que posteriormente amplié con Blu-ray. Tal cual indica el artículo las grandes campañas de descuento eran momentos idóneos para adquirir títulos individuales o packs a muy buen precio, tanto de cine como de series.
A día de hoy me gusta lucirlas en la estantería y saber que están ahí, pero la realidad es que apenas las uso. No sólo porque la mayoría estén en streaming y pueda ser más cómodo sino porque además están con una calidad mayor. Cuando he revisionado star wars no uso mi colección completa en DVD porque puedes verlas en 4k y HDR en streaming y eso es una realidad. Pero es que además el hecho de tener accesibilidad a una cantidad abrumadora de títulos en mi caso particular ha hecho que revisiones muchos menos, y eso ocurra solo en ocasiones puntuales.
Si esta tesitura se la planteas a alguien que no sea coleccionista, y que lo que veía en formato físico es lo que alquilaba en videoclubs no hay debate.
Y no hay que olvidar que las plataformas no solo tienen broza (que la hay y mucha), es que hay grandes clásicos, cine de autor, etc.
Un ejemplo sencillo: mi hijo de 8 años no solo ha visto 100 veces más cine del que había visto yo a su edad (que veía las mismas cintas 30 veces) sino que el streaming me ha permitido compartir con el muchos clásicos de mi infancia que no tengo el formato físico, y eso al fin y al cabo es un acceso mucho mayor al cine de ahora y de siempre para todo el mundo.
Por supuesto si quieres tener un título en particular con su edición especial, extras, etc puedes comprarlo, y el día que desaparezca el formato físico deberíamos poder tener ese extra también en digital.
Es una pena que se pierda el coleccionismo? Pues si...pero es injusto culpar al streaming como si fuera algo negativo porque tiene muchísimas más cosas positivas.
Se ha perdido la magia de enviar cartas postales? Pues si, se ha perdido pero la facilidad de comunicación entre cualquiera en cualquier momento tiene una infinidad de ventajas más.
jush 🍑
Se habrá acabado el coleccionismo de plástico, porque mí no hay quien me vaya a impedir salir a coleccionar por los siete mares.
rn1
Colecciono muchas cosas desde que tengo uso de razón y el que colecciona sabe que lo que más gusta de hacerlo es tener lo que sea en formato físico, aunque te ocupe medio salón y en un disco duro te ocupase 20x20.
Más allá de las plataformas digitales o el precio al que le guste coleccionar va seguir haciéndolo. La única putada es que, por ejemplo, si te gusta coleccionar las pelis de Marvel, las series ni las hay, ni las van a sacar en formato físico por lógica pura, pero el que quiere y le gusta coleccionar lo va hacer.
Antes que las plataformas de streaming salieron los cómics y libros digitales y he seguido comprando la versión papel . Seguiré haciendo lo propio con las películas y ni el precio, ni tenerlas a mano en otros formatos me convencerá de lo contrario. Lo único que puede que algún día me corté poder seguir es el espacio, que eso sí que es limitado más tarde o más temprano.
reflectedgod
Del mismo autor, ya hay un artículo del año 2012 titulado "¿Está herido de muerte el coleccionismo de películas?".
10 años y la herida no cicatriza. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
- Proliferación de plataformas de streaming
- Reducción de la piratería (como consecuencia a de lo anterior)
- Mayor implantación del Blu-Ray, pero sin llegar a los niveles que fue el DVD o el VHS.
- Aparición de Black Friday (y promociones de 2x1 o -30% durante el resto del año en momentos concretos en varios comercios tipo fnac, el corte inglés, mediamarkt…)
Si antes era la piratería, ahora son las plataformas de streaming y el Black Friday los culpables... parece que nunca es la industria del formato físico la que, a lo mejor, es quien lo hace mal. Hay que romper una lanza en favor de la gente honrada, suscritas a plataformas de streaming, que compran formato físico o que van a salas de cine, en cualquiera de los casos, usando las alternativas legítimas existentes hoy en día, cosa que hace 10 años no era tan habitual (descanse en paz el top manta). Porque seamos sinceros: Desde que Netflix llegó a España, mucha gente aparco la mula, el Torrent y las descargas directas porque para lo que buscaban era más que suficiente: contenido disponible en calidad aceptable de forma instantánea. Si este contenido ahora tiene más o menos calidad que antes es otro debate ;)
Yo colecciono películas y series por los mismos motivos que otros han comentado (tener el título siempre disponible, no comulgar con el formato de pagar por tener acceso a algo que realmente no es mío, evitar censuras, mostrar mi apoyo a producciones de mi agrado, por lo estéticamente bien que queda una videoteca en casa, porque no creo en el ‘no tengo nada y soy feliz’…), pero sigo viendo como en España, aunque también en el resto de Europa, el producto físico es claramente imperfecto y no se aprovecha todo su potencial. No entiendo como cada país de la UE acaba distribuyendo una versión distinta de la misma película, como se siguen omitiendo subtítulos o pistas de audio, mientras que en streaming todas esas opciones están a otro nivel. Esto se puede ver muy especialmente en Disney+, donde quizá porque Disney tiene todos los derechos sobre muchos de los productos de su catálogo, puedes disfrutar en España de la misma película o serie en versión española, francesa, alemana, inglesa, china... y con sus subtítulos. Es una lástima, porque para aprender idiomas me parece un recurso fantástico (quienes hayan conocido en España Cartoon Network antes del año 1999, cuando se recibía solo en inglés, sabrán de lo que hablo; niños creciendo con series en inglés porque tenían dibujos como La Máscara o Ace Ventura que solo años después llegaron en castellano). Con producciones Amazon Originals como The Boys ocurre lo mismo (en streaming, porque en formato físico la cosa cambia). En contrapartida nos encontramos películas o series recientes y de éxito que se han producido en España y se han editado en DVD (y no Blu-ray) y en bastantes ocasiones sin subtítulos (ni siquiera en español). No hace falta ser un lince para ver que ese producto es difícil que pase de nuestras fronteras si se tiene en cuenta que con esas características el público objetivo estará en un país de habla hispana… pero España es región B y Latinoamérica es región A, así que, por eliminación, será una producción española para españoles. Un ejemplo de este maltrato al producto nacional es la serie La Que Se Avecina (unas temporadas especialmente más que otras). Otro ejemplo es Águila Roja (irónicamente disponible en la página de RTVE para el mundo entero en 720p de forma gratuita). Una lástima porque, habiendo casos como Médico de Familia, que triunfó fuera de nuestras fronteras, parece que se han sacado pocas lecciones aprendidas. Y en puntos intermedios tenemos series de éxito importada como la franquicia Stargate (10 temporadas SG-1 + 5 Temporadas Atlantis + 2 temporadas Universe), donde en algunos volúmenes la distribuidora de turno incluye la versión original, castellano y un tercer idioma, luego en otras temporada cambia el tercer idioma por un cuarto e incluso llegan a omitir los audios no castellanos en algunos capítulo (supongo que por falta de espacio en el disco… tampoco es que lo adviertan en la caja, claro) y alguna tropelía más como cambiar el orden de los capítulos… En definitiva, un desastre.
¿Cuesta mucho sacar ediciones físicas únicas en toda la UE, o para una región (porque en 2022 siguen existiendo la regiones, claro…) que al menos aglutinen audios y subtítulos de todos los países de la zona? Se produce un único producto y se distribuye por todos los países. Con una portada externa que incluya la información obligatoria legalmente (clasificaciones por edad, región, idiomas, duración…) y dentro del estucha, las versiones nacionalizadas de esa misma portada para que cada uno en su casa tenga el lomo, portada y contraportada en su idioma patrio (o en otro que le guste más, para gustos los colores). Los países escandinavos no doblan muchas de las producciones que les llegan. Añaden unos subtítulos en su idioma a la versión que importan y con eso ya la distribuyen. Veo un nicho de mercado grande ahí para producciones de cualquier país, con una inversión mínima. Otro caso especialmente dramático es el anime. En España se distribuyen series en castellano, en ocasiones también catalán o gallego y puede que manteniendo la pista en japonés. Y eso es todo. ¿Sale rentable todo el proceso para distribuirlo a tan pocos clientes o saldría mejor hacer algo a un nivel más internacional? Así pasa, luego los derechos cambian de manos, la colección se puede quedar a medias porque no llega a un objetivo de audiencia... Por eso en este tema tengo una máxima: No compro una colección hasta que está completa para no correr el riesgo de quedarme a medias y haber pagado por un producto inacabado. Y no me siento culpable, pero es que ir pagando temporada a temporada corriendo riesgos y además descubrir al final hacen que sale al mercado una edición con la colección completa que sale más económica que las temporadas de forma individual es bastante desalentador.
Seguro que más de uno al ir a comprar una película de Amazon ha visto como estaba comprando la versión italiana, francesa, etc. de la misma y salvo porque la portada y contraportada está en otro idioma, el resto del contenido es el mismo que en la edición española (en el caso de que alguna vez se haya editado en España). Un ejemplo de esta práctica es la serie Justified – La Ley de Raylan (Serie en el top 250 de imdb, o lo que es lo mismo, muy comerciable). En España editada en DVD. En Alemania en Blu-Ray e incluyendo el audio en castellano, alemán, inglés (original), francés e italiano. Y ojo al precio que sale más barata esa edición Blu-Ray importada que la editada en nuestro territorio. Y así, mágicamente, el distribuidor alemán se ha metido al cliente español en el bolsillo sin tener que hacer mucho, porque ni siquiera tiene que distribuirla físicamente en España, puesto que un español puede comprar online en Alemania. Lamentablemente de esto solo se entera uno si consigue ver la contraportada de la caja (no siempre la suben las tiendas), mirando los comentarios del producto o jugándosela al comprar a ciegas… Intento desmontar con este punto el argumento de que el 2x1 es nocivo para la distribución en España, cuando en realidad nos encontramos con un precio original que no es competitivo (en un mercado donde el consumidor tiene un poder adquisitivo inferior, se vende un producto a un precio superior. Un sinsentido).
Otro ejemplo, en este caso de origen español: El día de la bestia (de Alex de la Iglesia). Desde marzo de 2022 existe en España una edición especial tipo libro en Blu-Ray + documental… con subtítulos solo en inglés (o al menos eso es lo que pone en la contraportada). Primer segmento de población que queda fuera: españoles con problemas graves de audición. Aunque puede darse el caso de que si lo incluya y no lo pusieran en la contraportada (pero el daño es el mismo; si el cliente no es consciente de las características del producto, no lo va a consumir). Esta película en su momento fue doblada, subtitulada y distribuida en otros idiomas… ¿No valía la pena una “edición internacional” que recopilara todo este contenido y que pudiera llegar al mundo entero?
Sé que por medio hay temas bastante complejos de derechos de distribución, propiedad intelectual etc. pero eso tiene que cambiar. Esas reglas del juego tenían sentido hace 2 décadas o más, donde trabajar en un mercado u otro requería un conocimiento muy concreto de la normativa o el idioma local, un desplazamiento, una necesaria distribución en tiendas (grandes y pequeñas superficies)… pero de la misma forma que a esta web ya entra gente de todo el mundo y puede ayudarse de un traductor para entender el contenido si no hablan español, no entiendo tantas limitaciones autoimpuestas en el tema audiovisual. Los consumidores nos beneficiamos poco o nada de estos Reino de Taifas en películas y series. Me recuerda un poco un tema que no es tan distinto: el precio de los libros y comics en España (y también en otros países de nuestro entorno). Normativa de 1975 que hace menos competitivos nuestros libros en el extranjero al hacerlos más caros, cuando ya se ha visto que los países que han derogado esta restricción han beneficiado a sus autores y sus consumidores: (El economista. “El precio fijo de los libros en España: se impone un cambio”, 25/05/2016)
(sigue a continuación)
Jonesjr.
Para mí el CINE hoy en día es el formato físico, ya que desde hace años apenas se estrenan en los auténticos cines buenas películas, salvo muy contadas excepciones. Con el formato físico creo que no queda otra que guardar como las hormiguitas para cuando se acabe.
Nexus6replicant
Como ciega el coleccionismo madre mía...algunos creen que va ser el fin del cine..., cuando desaparezca los discos vamos a regresar a cuando el cine y las series se veían antes de que inventaran el formato físico, los años 70s para atrás, cuando uno veía un título ese mismo desaparecía después de verlo, apreciandola de manera distinta, el formato físico creo un mercado materialista y costumbrista, por decirlo de alguna manera, que con el tiempo se a convertido en un sacacuartos cuando Sony inventó los bluray actualizándola rápido cada poco tiempo como si fuera un videojuego, si no saca el bluray 8k es porque el streaming le está comiendo el mercado y sería un fracaso.
El formato físico es una moda que está quedando caduca, si está vendiendo menos es porque el público en general ya no tiene porque comprar algo que tal vez solo lo va a ver una sola vez, y el streaming le ha facilitado las cosas, ya no tiene que comprar plásticos, aparatos y pilas, mantenimiento, etc, cada cierto tiempo, porque el formato digital le ha quitado ese peso de encima.
Yo personalmente me siendo aliviado de librarme de eso al darme más ventajas el formato digital y sigo coleccionando pero en un disco duro...