El fallecimiento de la reina Isabel II, además de haber conmocionado a buena parte del Reino Unido y de haber cambiado —con mayor o menor impacto— el status-quo de la política del país tras 70 años de reinado, está haciéndonos recordar un buen número de anécdotas de la monarca relacionadas con el mundo del cine y la televisión.
Una de ellas es la relacionada con su divertida aparición en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres celebrados en 2012 que, recordemos, dirigió Danny Boyle. En ella, la Windsor —y sus adorables corgis— compartieron escena con el mismísimo James Bond interpretado por Daniel Craig.
Al servicio secreto de Su Majestad
No obstante, el plan original no contaba con la reina, a quien se pensó sustituir por una doble. Según contó el guionista de la gala Frank Cottrell-Boyce a BBC Breakfast, la estilista de Su Majestad fue quien comunicó al equipo la intención de Isabel II de protagonizar ella misma el fragmento tras verles fotografiando la ropa que llevaría a la inauguración.
"La estilista de la reina dijo, '¿Por qué estáis haciendo todo esto?', y le dijimos 'Para que podamos lograr que se parezca a la reina'. Así que nos dijo, 'Oh, la reina quiere hacerlo ella misma'. Se había ofrecido para hacerlo, quería estar en el sketch".
Angela Kelly, que trabajó con la reina durante 25 años como estilista, diseñadora, curadora y consejera personal, contó esta historia en el libro 'The Other Side of the Coin: The Queen, the Dresser and the Wardrobe', según lo recoge el medio Hello!.
"Hay muy pocas ocasiones en las que Su Majestad accedería a romper el protocolo, pero en 2011, cuando el director Danny Boyle contactó con la Casa Real, le hizo una petición que simplemente no pudo rechazar. Le divirtió mucho la idea y accedió inmediatamente. Le pregunté si le gustaría tener un papel con diálogo. Sin dudarlo, Su Majestad respondió: 'Por supuesto, que debo decir algo. Después de todo, está viniendo a rescatarme'.
Le pregunté si le gustaría decir 'Buenas tardes, James' o 'Buenas tardes, señor Bond', y eligió esto último al conocer las películas de Bond. En cuestión de minutos, estaba la oficina de Edward Young para darle las buenas noticias a Danny. Creo que casi se cayó de la silla cuando le dije que la única condición de la reina era poder decir la frase 'Buenas tardes, señor Bond'".
El resto, es historia de la televisión y de una ruptura del protocolo para el recuerdo.
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