Durante la mañana del pasado jueves 17 se proyectaron, para la prensa, las dos últimas películas que competían por la Alhambra de Oro en esta IV edición del Festival Cines del Sur (cuyo palmarés ya podéis consultar). Como os comenté, sólo dos personas acudimos al primer pase, el de las nueve, dando lugar a una imagen bastante triste en el Teatro Isabel la Católica, a mi parecer. Pero bueno, no soy yo quien se debe preocupar por la marcha del certamen, que si este año ya ha estado marcado por una severa austeridad presupuestaria, a ver cómo se las arreglan para montar la próxima edición, si es que la hay.
'Night and Fog'
El penúltimo título de la sección oficial era la atractiva 'Night and Fog', el nuevo trabajo de la veterana directora Ann Hui. Tras graduarse en literatura, Hui se marchó a Londres en 1974 para estudiar cine, y empezó su carrera profesional trabajando en la televisión de Hong Kong, debutando en la gran pantalla en 1979 con 'The Secret'. Los temas que más le interesan y que más ha tratado la realizadora a lo largo de su obra son dos que le afectan directamente: la inmigración (ella abandonó China siendo una niña) y los problemas que debe afrontar la mujer en la sociedad china y hongkonesa. En su último largometraje vuelve a hablar sobre estos asuntos, centrándose en el maltrato dentro del matrimonio.
Basada en hechos reales, 'Night and Fog' ('Tin shui wai dik ye yu mo', 2009) parte del brutal asesinato de una joven a manos de su marido para mostrar, a través de flash-backs y declaraciones de amigos y familiares, cómo se llegó a ese desenlace, quiénes eran esas dos personas y cómo se produjo el crimen, ante el desinterés por parte de las autoridades chinas.
Un tema tan serio, tan duro y tan polémico, merecía sin duda un tratamiento menos convencional y sensiblero que el de 'Night and Fog', le falta intensidad y crudeza a este retrato, en el que se nota demasiado el paso de Hui por la televisión. Su película parece un corriente telefilme o una telenovela de 100 minutos, con una puesta en escena muy poco imaginativa, en la que se subraya todo para mayor comodidad del público, que sólo tiene que aceptar y digerir, y en la que se simplifica demasiado a los personajes y las situaciones en las que se ven envueltos, aunque también es cierto que hay un intento por ofrecer una visión de conjunto mostrando diferentes momentos de la vida del matrimonio, para poder comprender mejor quiénes son y por qué acaban así los dos protagonistas.
Es un film fallido, sin nada que aportar cinematográficamente (el asesinato está narrado de manera lamentable, a cámara lenta), en el que lo más destacado es el trabajo de los dos actores principales, muy inspirados, muy convincentes; no se puede decir lo mismo del resto, que reaccionan con torpeza, sin representar adecuadamente actitudes frescas y sinceras. Jingchu Zhang es quizá demasiado atractiva para lo que exige el papel (creo que habría sido preferible una actriz de rostro más experimentado, más duro y menos delicado), pero su interpretación es realmente intachable, consigue transmitir todo por lo que llega a pasar su sufrido personaje, desde la pura felicidad a la terrible desesperación.
Simon Yam, que ha sido galardonado con el premio al mejor actor del certamen, es la estrella del reparto de 'Noche y niebla', pero deja atrás sus laureles para componer un personaje de lo más despreciable y rastrero, un desequilibrado manipulador, machista y violento. Su fantástica labor queda un poco estropeada, sin embargo, por lo facilón de algunas escenas, puestas ahí por Hui para recalcar lo malo que es el tipo, cuando lo más interesante, y lo más honesto, habría sido no convertirlo en un monstruo. Una muestra del talento y el compromiso de Yam puede verse en una escena aparentemente sencilla, en la que debe clavarse un cuchillo; lo hace todo de una manera tan verdadera que el dolor llega a traspasar la pantalla, incluso cuando uno desea que su personaje acabe de la peor manera posible. Un detalle de gran actor.
'Every Day is a Holiday'
La última producción que competía en el certamen granadino giraba también en torno a la problemática situación de unas mujeres, y venía firmada también por una directora, pero lamento decir que el resultado fue igualmente insatisfactorio. A diferencia de la anterior, obra de una veterana, 'Every Day is a Holiday' ('Chaque jour est une fête', 2009) es el debut de una joven realizadora nacida en Beirut (Líbano). Dima El-Horr decidió abandonar su país ante los conflictos bélicos y marcharse a Estados Unidos, donde tuvo la suerte de poder estudiar un máster en Dirección cinematográfica. Tras dirigir varios cortos, premiados en varios certámenes internacionales, ha podido emprender su primera película. Y lo que se nota enseguida es que El-Horr no ha sabido dar el salto al largo, tratando de extender en 80 minutos una trama demasiado simple, más apropiada para un cortometraje.
'Every Day is a Holiday' es el sarcástico título de una película que comienza de manera estupenda, sorprendente, pero que se agota muy pronto, centrándose en un aburrido, a ratos insufrible, viaje a ninguna parte. La historia nos presenta a un grupo de mujeres, esposas y madres, que realizan un largo viaje en autobús desde Beirut para visitar a "sus hombres" a la cárcel de Mermel. Durante los primeros minutos vamos conociendo algunos de estos casos, presentados de manera sutil, con pocos detalles, pues se retomarán más adelante; y cuando uno está pensando que es una gran idea, y que la película se pone muy interesante, sucede un imprevisto y toda la acción toma un nuevo rumbo, nunca mejor dicho.
Una bala perdida alcanza el cráneo del conductor, pero milagrosamente no hay más heridos. El transporte queda inutilizado (el motivo da igual) así que las mujeres deben salir y caminar por la desértica carretera, en busca de ayuda, cargando con maletas y regalos. Al poco se dan cuenta que se han perdido y se organizan en dos grupos, que a su vez se dividen en otros más pequeños. Llegamos de esta forma al trío protagonista (en el que destaca la presencia de Hiam Abbass, vista en 'The Visitor'), en torno al cual girará el resto del interminable film. No me había pasado nunca, y he visto de todo, estar convencido que llevaba cerca de una hora viendo una película, mirar el reloj y descubrir que apenas habían transcurrido veinte minutos. Increíble lo de El-Horr, probando las teorías de Einstein.
La mayor parte de la película consiste en ver a las tres protagonistas recorriendo eternos paisajes muertos, hablando apenas, intentando llegar a alguna parte, pero por inercia, sin esperanza, representando una clara metáfora de sus propias tristes vidas (y de las mujeres como ellas, atrapadas en un país que las menosprecia, cuyos hombres olvidan y no tienen en cuenta). Esta dinámica, que como comprenderéis resulta desesperante para el espectador, se rompe cuando El-Horr, que se debe dar cuenta del ladrillo que tiene entre manos, nos muestra los sueños y las pesadillas de sus mujeres, componiendo unas inquietantes y bellas escenas surrealistas, mucho más ingeniosas que el resto de la película.
PD: Me queda comentar la coreana 'Running Turtle' (estupenda) y las conclusiones sobre el festival. Por si aún hay alguien leyendo esto.
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