Amo a Laura es el vídeo del momento con un share o cuota de pantalla que para sí quisiera cualquier cadena de televisión, y más por todo lo que está significando, llegando a convertirse en el fenómeno más versionado de la red. El domingo en El País, Juan Cueto lo explicaba perfectamente:
El segundo acontecimiento audiovisual, también global y español, tampoco tuvo audímetro ni share. Esta vez ocurrió en la pantalla de Internet, cada día que pasa es más pantalla de televisión, y contó la increíble historia de un videoclip nacional (Amo a Laura) colgado en una falsa página web (No mires MTV) en la que el grupo musical Happiness, en un genial remake de la ética y estética Opus Dei, batió euro-records de teledescargas. No se lo pierdan, porque exactamente ahí está la futura frontera entre las pantallas de televisión y las de Internet. Si Amo a Laura fuera estrenado por cualquier tele con audímetro, desaparecería la ironía. Por la tele Internet, sólo es una carcajada.
La MTV sabe de qué va el asunto, la campaña de marketing viral que ha puesto en marcha con la promoción de este vídeo, sin necesidad de ponerlo en ninguna cadena, es ejemplar. Los tiempos siguen evolucionando, y el día de mañana las cadenas emitirán desde Internet, sin cuota de pantalla a la que rendir pleitesía. Cada día yo lo tengo más claro.