La trayectoria de Spike Lee ha tenido sus altibajos en varios aspectos. Cualitativos y también de aceptación popular, con películas que han sido completamente ignoradas hasta por la industria a la que pertenece, y periodos donde ha quedado en la irrelevancia. Pero siempre ha vuelto, y casi siempre por la vía menos inesperada.
A pesar de ser un director que ha optado casi siempre por decisiones formales atrevidas, o películas de temática controvertida -es decir, el racismo en Estados Unidos-, ha tenido sus puntos de hacer películas comerciales realmente notables que el público ha abrazado abiertamente. Es el caso de una de las más recientes, que le aupó hasta la esquiva gloria del Premio Oscar (no honorífico, que recibió en 2015, sino competitivo). Hablamos de 'Infiltrado en el KKKlan', recién incorporada al catálogo de Netflix.
Infiltrado hasta la cocina
Tomando de base la historial real y el libro del policía Ron Stallworth, la película nos cuenta cómo el policía afroamericano de la modesta localización de Colorado Springs se logró infiltrar en el corazón de un comando del Ku Klux Klan. Una peculiar y peligrosa misión con infinidad de elementos en juego que la película explora de manera interesante.
Por supuesto, la cuestión racial es de suma importancia para Lee, que aprovecha la profesión y raza de su protagonista para hacer una de sus clásicas reflexiones cinéfilas -cómo no, siendo un erudito y profesor en la escuela de cine de Nueva York-. Una discusión sobre la representación negra en el cine de explotación, donde siempre son mostrados como policías rudos o como proxenetas -y eso los hombres-, plasma las ambiciones del director de hacer una película policial que revise algunos de sus fundamentos y clichés.
Hay mucho discurso reflexivo y social, y no precisamente sutil en algunos puntos. Pero eso no choca con una de las películas más accesibles y entretenidas que ha hecho en su carrera, tirando del humor exagerado en ocasiones para plasmar la ineptitud y separación de la realidad de las personas involucradas en las organizaciones racistas.
'Infiltrado en el KKKlan': trepidante investigación policial
También resulta muy efectiva tirando de thriller de investigación para solidificar el esqueleto de la película. Momentos de tensión y con alguno de acción a pie de calle logran darle una vibrante energía a la cinta, haciendo más digeribles sus aspectos más dialécticos, donde se hacen las reflexiones más intensivas en el rol social que ocupa su comunidad especialmente en ámbitos como el policial. También tira de elementos formales muy atractivos que muestran sus habilidades más allá del guion.
Dicho guion original fue el que le consiguió el premio de la Academia, aunque es cierto que hay muchos elementos dignos de mención. La dupla protagonista de John David Washington y Adam Driver funciona de perlas, el ejercicio de ambientación a través de la música es una delicia y el ritmo es trepidante de inicio a fin. Cuando quiere, Spike puede llegar a todo el mundo.
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