Jaume Collet-Serra es uno de esos realizadores que nunca falla. Ya sea optando por aproximarse al terror en títulos como 'La huérfana', abrazando el espíritu más hitchcockiano en películas como 'El pasajero' o 'Non-Stop (Sin escalas)' o disfrazándose de Walter Hill en la electrizante 'Una noche para sobrevivir', el catalán afincado en Los Ángeles ha demostrado dominar el thriller como pocos realizadores actuales.
Surfista vs Shark
En 2016, Collet-Serra decidió continuar explorando los múltiples caminos que ofrece el suspense para dar forma a la implacable 'Infierno azul'; un survival de manual que enfrenta a una sufridora Blake Lively contra un tiburón blanco con bastantes malas pulgas en 87 minutos precisos como un neurocirujano y tan afilados como un bisturí.
Una vez más, el director hace gala de un enorme dominio a la hora de crear y gestionar atmósferas y de una visión intachable en lo que respecta a planificación y puesta en escena; elementos que, reforzados por el montaje de Joel Negron, invitan a permanecer al borde del asiento mientras asistimos a un duelo imposible que, a priori, parece tener un claro ganador.
Este modesto —su presupuesto se estima en 25 millones de dólares— pero intachable entretenimiento, que sólo necesita una chica y una pistola un escualo hambriento para mantener en vilo y satisfacer al respetable, multiplicó merecidamente por cinco su inversión en taquilla. Si aún no la has visto y quieres descubrir el secreto de su éxito, puedes hacerlo en Netflix, aunque sólo durante un par de días antes de que abandone la plataforma el 1 de septiembre.
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