Es el final de año, el diciembre de un fin de ciclo importante en una década que ha cambiado muchas cosas para el mundo del entretenimiento y la cultura. Comienzan las listas de lo mejor de los 2010 a 2019, ese divertido periodo en el que cada persona y medios dan su opinión en forma de rankings polémicos y llenos de grandes ausencias y elecciones audaces o ridículas. No falla.
Por supuesto, a más prestigio del medio, más snobismo en la selección, una afrenta a lo popular que trata siempre de discriminar el valor del producto de consumo masivo a base de silenciarlo y ocultarlo, como forma de lucha contra las grandes productoras, el poder de Hollywood y una concepción piramidal de lo que es bueno y merece el elogio propia de la "alta cultura". Un clásico del periodismo cultural del siglo XX que ha saltado por los aires con la llegada de internet.
Selección click bait de la era vetusta
La revista Cahiers du Cinéma, fundada en 1951, por André Bazin, Jacques Doniol-Valcroze y Joseph-Marie Lo Duca, siendo la revista francesa más antigua, cuyo prestigio, además, se forjó gracias al trabajo de firmas como Jean-Luc Godard o François Truffaut, los posteriormente cabecillas de la Nouvelle vague del cine francés. Con ese estandarte, siguen adaptándose a los nuevos tiempos de la crítica cinematográfica sin plantearse cambiar sus convicciones.
En una época de listas y tops de final de año, Cahiers no falta a la cita, y ha publicado una selección ecléctica, combativa y llena de películas fuera del entramado hollywoodiense. Tanto es así, que David Lynch es el único director de Estados Unidos que figura entre las 10 mejores. Y, bueno, es significativo que sea una serie, claro. Sobre la inclusión de excentricidades como 'Holy Motors' ya hablaríamos en otra ocasión, pero no puede faltar ese ánimo enervante y de excepcionalidad pomposa en toda la lista proveniente del medio francés.
Le top 10 2010-2019 des Cahiers du Cinéma.
— Cahiers du Cinéma (@cahierscinema) December 6, 2019
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'Twin Peaks: The Return', de David Lynch (2017)
'Holy Motors', de Leos Carax (2012)
'El pequeño Quinquin', de Bruno Dumont (2014)
'Tío Boonme recuerda sus vidas pasadas', de Apichatpong Weerasethakul (2010)
'El libro de imágenes', de Jean-Luc Godard (2018)
'Toni Erdmann', de Maren Ade (2016)
'Mia Madre', de Nanni Moretti (2015)
'Melancolía', de Lars von Trier (2011)
'Under the Skin', de Jonathan Glazer (2013)
'El extraño caso de Angélica', de Manoel de Oliveira (2010)
El debate serie y cine
Ante todo, la elección es controvertida y con intención. Que la única película americana sea una serie no es una elección, es un manifiesto. Vuelve a extender el debate sobre qué construye la definición de película, en un escenario donde muchas voces de la industria ya tienen esta discusión desde hace años. Y más cuando el cine estrenado en plataformas pueden o no entrar en las ceremonias como los Óscar.
Pero lo cierto es que este debate ya existía hace dos años, cuando 'Twin Peaks The Return' fue la primera de la lista de las mejores películas de 2017 en la misma Cahiers du Cinéma, con lo que la obra de Lynch ya se discutía sobre su consideración de serie o largometraje.
No solo diversos críticos se pelearon al respecto la polémica desde el estreno del retorno de Twin Peaks en 2017, muchos autores se manifestaron al respecto. Este mismo año, el director Jim Jarmusch proclamó a la obra de David Lynch como la mejor producción cinematográfica de la década:
“Lo mejor del cine estadounidense de la última década es Twin Peaks: el regreso, una película de 18 horas que es incomprensible y onírica en la forma más bella y aventurera. Es una obra maestra. ¿Por qué no pueden simplemente darle a David Lynch el dinero que necesita?”
Twin Peaks, el regreso: ¿Cine o Serie?
Desde que el Festival de Cannes proyectó sus dos primeros capítulos, acogiendo por primera vez en su historia un estreno televisivo, el debate de 'Twin Peaks 3' cine o serie ha estado sobre la mesa. Pero esto no fue una tronada de Cahiers, ojo, la revista Sight & Sound, que publica el BFI, la situó en el número dos, como resultado de una encuesta entre 188 críticos de todo el mundo, solo por debajo de 'Déjame Salir' (Get Out, 2017).
Además, el MOMA de Nueva York, proyectó la serie completa en enero dentro de The Contenders, un programa del departamento cinematográfico del museo que selecciona películas suficientemente influyentes, como para convertirse en clásicos, respecto al problema de que estuviera concebida para televisión, el comisario del programa, Rajendra Roy, commentó que:
“La última temporada de Twin Peaks de David Lynch es simplemente inclasificable: es algo total y espectacularmente único. Como comisario jefe de películas, no de televisión, en el MoMA, simplemente diría que mi opinión sobre el tema se puede interpretar de acuerdo con el hecho de que invité (a Twin Peaks) al museo. Cada uno que lo interprete como desee".
Puede que lo único que importe sea la opinión del propio autor, que ya la describía como una película antes de su estreno como una película en 18 partes, poniendo en cada episodio 'Parte 1', 'Parte 2' sin más título que el fragmento que le pertenece (aunque los títulos no suelen aparecer en los créditos de las series, hoy en día. Kyle Maclachlan, el Agente Dale Cooper, la consideraba un híbrido, pero sí destacaba que Lynch se refería a los capítulos por horas con número.
¿Coherencia o postureo?
Sin entrar a discutir si la calidad en sí del producto le merece o no la calificación de serie o película (es una obra sublime), pudiendo encontrar muchos ejemplos de series excelsas o miniseries como 'La maldición de Hill House' en la que la narración es tan compacta como un largometraje de 9 horas, definir una temporada de una serie (que continúa lo que siempre ha sido una serie) como una película tiene algo de caprichoso, para empezar porque tiene señales como actuaciones al final de cada episodios que destacan ese carácter seriado sin problemas.
Por otra parte, en un escenario en el que hemos visto una serie de 21 películas hacia un mismo final, en el Universo Cinematico Marvel, es también algo cínico no considerar una obra compacta y coherente de 18 horas como 'Twin Peaks 3' como un largometraje. Y es aquí en dónde entra el miedo a las series y a que sea un producto mejor que las películas. Especialmente cuando es este medio el que está brindando presupuestos y medios a autores como Scorsese para realizar productos inestrenables masivamente en las condiciones actuales, que vienen también con el debate de si deben ser vistas como series o no.
En el caso de David Lynch, un autor reconocido que se ha visto desplazado hace ya demasiado tiempo de las pantallas grandes, ha decidido que su medio es la televisión y allí ha esperado para realizar su arte, sin poner ninguna diferencia en el trabajo, salvo la duración. Por ello, poner en duda la elección de Cahiers es quizá cuestionar su integridad, porque aunque puede ser una llamada de atención de decirnos que el buen cine americano se encuentra en la televisión, es coherente con su opinión sobre Lynch.
Esto se puede comprobar acudiendo al número uno de su top 10 de los años 2000, en los que no tuvieron ninguna duda en reconocer 'Mulholland Drive' (2001) como la mejor película de la primera década del siglo XXI. Si diez años después, siguen apostando por Lynch, la cuestión es que lo que importa no es tanto el formato como la personalidad de la obra, y lo que nos está contando este movimiento es que en solo diez años, la huella de los grandes autores del cine americano se ha extinguido de las grandes pantallas, con lo que su elección tan solo se ha adaptado a esta circunstancia.
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