Cada sábado aquí en ¡Vaya Tele! os traemos la imagen de la semana. Cada siete días os enseñamos una imagen que nos ha llamado la atención de alguna manera, ya fuera por curiosa, por interesante o por divertida. La protagonista de esta semana tiene estos tres calificativos y unos cuantos más porque ha dado mucho que hablar en todos los lados. La escogida es ni más ni menos que la portada de The New Yorker con Epi y Blas como protagonistas.
Los que no conozcáis la revista, The New Yorker es una publicación de Estados Unidos con grandes tintes culturales y que es famosa por tener siempre portadas muy creativas e interesantes. La del mes de julio es la que os enseñamos hoy y nos muestra a Epi y Blas acurrucados en un sillón viendo a los nueve jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos decidiendo a favor de los derechos de los homosexuales. Sabiendo la historia la imagen ya habla por sí misma ¿no?. La tenéis completa a continuación.

Aunque en ningún momento se dio a entender ni una cosa ni la otra, la amistad de Epi y Blas en Barrio Sésamo siempre dio mucho que hablar en el imaginario popular. Mucha gente defendía a capa y espada que los dos amigos eran una pareja, pero lo cierto es que nunca se dio una aclaración oficial por parte de ningún implicado, ni de su creador ni tampoco desde la productora que estaba encargada del programa. Y ni falta que hacía. Epi y Blas pueden ser homosexuales, heterosexuales u onanistas, da igual. Lo importante es que fue una pareja televisiva que nos enseñó a ser las mejores personas que podamos ser, sin importar nuestra orientación sexual.
Aún así, la porta de The New Yorker (creada por el artista Jack Hunter) merece todos mi respeto y admiración. Celebrar un hecho tan importante en Estados Unidos como la afirmación de los derechos de los homosexuales con una imagen tan familiar para todos es simplemente brillante. Desde estas humildes líneas le doy un aplauso porque se lo merece.
En ¡Vaya Tele! | La imagen de la semana
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16 comentarios
Usuario desactivado
Siempre había pensado que lo de Epi y Blas como pareja gay era una broma... Me preocupa que la gente esté tan mal del tarro como para sexualizar muñecos de trapo. Que me da lo mismo si son gays como si son heteros o Epi se va de putas y a Blas le mola el sado, es que son cosas absurdas y fuera de lugar.
rombo
La portada es de vergüenza. Es la manía que hay ahora de tener que poner etiquetas a todo el mundo: homosexual, heterosexual... Estamos hablando de marionetas por favor, ¡ni siquiera tienen sexualidad! La sociedad estadounidense nunca se ha caracterizado por su tolerancia (no nos engañemos, esto es una falta de respeto a la identidad y el objetivo con el que se crearon estos personajes) pero de The New Yorker me esperaba algo mejor que una portada para generar polémica, ha sido una decepción.
abril.reyes
La portada es Enorme Enorme!!!
byraponchi
Pero que gays, ni que mierdas!!! ¡Que son unos muñecos de trapo infantiles para enseñar conceptos básicos de la vida a los niños!
¡Tanto gilipollas y tan pocas balas!
mentamina3
Como siguen escandalizando a algunos estas imágenes...Normalmente son los mismos que se preguntan por qué los homosexuales siguen celebrando algo como el orgullo, cuando la gente ya "los acepta".
Por supuesto que nadie está etiquetando a unas marionetas, es sólo una jodida imagen simbólica, y hay que tomarlo con algo de humor.
kano
Pues yo no. No lo celebro para nada.
No entiendo la necesidad de sexualizar cualquier tipo de relación, ya sea hetero, homo o de lo que sea. Y no es porque sea homosexual. Me da lo mismo, y entiendo que en dicha época las relaciones homosexuales se tuvieran que travestir de otro tipo.
Pero contextualizar una relación como la de Epi y Blas, Asterix y Obelix, o incluso Chema y Ana, y muchas otras parejas heteros u homos, de la ficción en un ambiente sexual es cambiar el sentido de todo ello. Es decir, creemos que un tío puede levantar un camión con los brazos, pero no que entre dos personas simplemente la historia no implique que tengan ninguna relación entre ellos. Y cuando la historia comienza a ser un símbolo, eso ya resulta exasperante.
Y no, no estoy de acuerdo, porque con esa contextualización, en muchos casos se cambia el sentido del original. Trasladando a un amigo, que comentó:
- No quiero ver las películas del Señor de los Anillos. Y esquivo, todo lo que puedo, que no es mucho, cualquier referencia a ellos. Y lo hago porque en su día me hice una imagen del mismo cuando lo leí. Y aunque sea buena, si veo las películas, si veo esas imágenes, ya se que cuando vuelva a leer el libro no veré aquello que yo me imaginé, sino lo que Peter Jackson me trasladó.
Pues con este caso, es lo mismo. Solo que esa transformación se hace por parte de terceros que, en ningún caso, participaron en un contexto.
gkar
Heterosexuales u homosexuales, la falta de sentido del humor de algunos es alarmante. Sigh.
ariasdelhoyo
Esta portada es una tremenda falta de respeto, todos los que hemos trabajado con ellos sabemos que Epi y Blas no son homosexuales. Todo lo contrario, lo que ocurre es que son unos festivaleros del copón y la única manera de que les dure una muñeca al lado es que esté forrada de velcro. Pero vamos, lo que todo el mundo sabe es que Elmo es trucha, no hay más que ver el vídeo que rodó con Katy Perry, se pasó todo el rato corriendo delante de ella. ¿Qué heterosexual en su sano juicio huiría de semejante hembra?
adrironda
lo sabia!!! nos hemos criado viendo en la tele a dos mariquitas desviados!!! eyy, ese seria el comentario de un buen puñado de estado unidenses. de pequeño nunca sospeché
gorkarena
Muy bien, sí señor. Un abrazo desde NY.