La Sexta ya lo dijo cuando comenzó sus emisiones: harían una apuesta arriesgada por programar contenidos eróticos en las madrugadas de los fines de semana. Con su "Todos a 100" (heredero directo del "Dos Rombos" de Lorena Berdún, aunque con un tono más desenfadado y menos divulgativo) y su programación de anime hentai, la cadena marcaba un punto diferencial respecto a otras cadenas generalistas: sexo sin complejos para un segmento de audiencia que convive de forma natural con él.
El hecho es que parece que esta apuesta está encontrando determinadas resistencias que incluso están dando lugar a denuncias, aunque no tengan ni pies ni cabeza. Pero están dominadas por este espíritu: "Es posible que La Sexta no haya incurrido en delito, pero es evidente que ha incurrido en una zafiedad y de lo más sórdido...". Los guardianes de la moral y de las buenas costumbres han vuelto, supongo que nunca estuvieron demasiado lejos.
Realmente me sorprende esta reacción. ¿Cómo es posible que unos dibujos animados emitidos de madrugada puedar estar generando este revuelo a estas alturas de la vida? A esas horas no hay menores viendo la tele (y si los hay, a quienes hay que denunciar es a los padres). Y los demás somos lo suficientemente mayorcitos como para tener un criterio claro que nos haga entender estos dibujos como lo que son, ¿o es que confundimos realidad con ficción dibujada?
Mira que no habrá cosas más graves por las que protestar, tanto de las que salen en la televisión (perros apaleados, niños muertos en bombardeos, ejecuciones, etc, etc.) como de las que pasan fuera del mundo como para andar preocupados por unos dibujos animados.