Su estrategia fue demasiado dislate para funcionar, pero hubo cierto valor en que el Universo DC se atase menos por planes concretos o una única visión, permitiendo al cineasta de turno meter mano al personaje de turno con una cierta idea. No permitía tener planos mayores que pudieran ser la competencia comercial deseada, pero sí que daba películas más sólidas y de personalidad más marcada como ‘Aquaman’.
Rey de los mares
Uno de los personajes que apuntaban más a chiste que a éxito de este universo, pero que terminó dando con un blockbuster de éxito, el mayor que vio DC en esa época. Jason Momoa protagoniza esta película que James Wan lleva a sus extremos más fantasiosos y coloridos, haciendo un trabajo espectacular que hoy se va a poder ver en televisión a través de La Sexta a partir de las 22:30 (también en streaming a través de Max).
En ella el miembro de la liga de la justicia va solucionando problemas en la superficie del agua, alejado del reino de Atlantis donde teóricamente pertenece como ser mitad acuático. Pero la ofensiva del rey Orm contra los humanos, que contaminan las aguas, le obligarán a pasar a la acción y retomar un legado que había estado rechazando desde hace tiempo.
Con un esquema efectivo, si bien bastante funcional, del héroe reticente, Wan tiene el esqueleto necesario sobre el que construir su espectáculo demencial y sensacional. Tomando de referentes de la fantasía clásica o la ciencia ficción (incluso ‘Flash Gordon’), y del cine de aventuras ochentero, tensa bastante la cuerda con lo hortera que puede llegar a ser.
Pero lo hortera puede ser un disfraz horrendo o algo que llevar con carisma (véase George Michael o Prince). ‘Aquaman’ se acerca más a lo segundo, no cortándose en elevar colores chillones, en sacar los disfraces más comiqueros posibles en una era donde se intentan hacer “realistas”. Su banda sonora está cargada hasta extremos que uno se cuestiona si no está teniendo un delirio febril.
Pero no, todo está ensamblado hasta el punto de parecer completamente natural que una escena tenga a un pulpo tocando la batería. No hay miedo al ridículo, y es una de las claves acertadas por parte de Wan, que hace también un notable trabajo en la acción y en integrar efectos especiales. Podría haber salido fatal, y sin embargo superó los 1.000 millones en taquilla. Y logró una de las cintas más entretenidas de este fallido universo.
En Espinof | Las mejores películas de acción
En Espinof | Las mejores películas de 2024
Ver 0 comentarios