'Thor: Ragnarok': Chris Hemsworth exprime el lado más divertido del superhéroe en su mejor aventura en solitario

El superhéroe interpretado por Chris Hemsworth contaba con el apoyo del público, pero lo cierto es que las dos primeras aventuras en solitario de Thor prácticamente nunca aparecen en las listas de las mejores películas de Marvel. De hecho, no es para nada raro que 'Thor: El mundo oscuro' sea señalada como la peor, cosa que personalmente no comparto, ya que por ejemplo la considero ligeramente superior a su predecesora.

Sin embargo, la cosa cambió mucho con 'Thor: Ragnarok', donde el humor pasaba a tener una importancia mucho mayor, quedando también claro que detrás de las cámaras había un director tan particular como Taika Waititi, quien revolucionaba aquí la estética asociada al personaje. El resulto fue un gran y colorido pasatiempo que podéis (volver a) ver esta noche en La 1 a partir de las 22:10.

Una revolución a medias

Lo primero que llama la atención en 'Thor: Ragnarok' es que apuesta por un look retro que sirve para dejar claro desde el principio que estamos ante algo diferente. Puede que luego la aventura que plantea no se aleje mucho de lo habitual en producciones así, pero Waititi añade una serie de ingredientes al cóctel que consiguen minimizar el impacto de los elementos más convencionales de su libreto.

A eso también añade una jugosa galería de personajes acompañando a un Hemsworth mucho más desenfadado, desde las geniales apariciones de Hulk hasta ese peculiar ¿enemigo? interpretado por Jeff Goldblum, sin olvidarme de una Tessa Thompson con una química tan palpable con Hemsworth que luego los actores volverían a unirse con un resultado mucho menos estimulante en 'Men in Black Internacional'.

Además, Waititi se permite el lujo de deleitarse en situaciones en las que otras producciones de Marvel se hubiese pasado por encima lo más rápido posible para que el ritmo no se resintiera. Por suerte, lo hace con una finalidad mayoritariamente cómica que llega a provocar varias carcajadas en el espectador. Eso también matiza el hecho de que las escenas de acción en sí mismas tampoco son nada del otro mundo, pero su utilización sí funciona para dotar a la película de esa imprescindible espectacularidad que el público demanda en una cinta de estas características.

Eso sí, el tramo final sí que resulta un poco decepcionante para todo lo visto con anterioridad, ya que se habían sentado muy bien las motivaciones de la villana interpretada por una estupenda Cate Blanchett y dejado claras muestras de su poder, pero a la hora de la verdad, Waititi vuelve a apostar por esa intensidad superficial que tanto daña a algunas películas de superhéroes en su resolución, pero lo que es peor es que se vuelve mucho más convencional de lo que estaba siendo hasta entonces. No es que sea un desastre, pero sí genera cierta indiferencia que empaña en parte el buen sabor de boca que te estaba dejando 'Thor: Ragnarok'.

'Thor: Ragnarok' no tuvo muchos problemas para convertirse en la aventura en solitario más taquillera del Dios del Trueno hasta la fecha, pues consiguió una recaudación mundial de 853 millones de dólares, casi el doble de lo conseguido por la primera entrega y superando en más de 200 millones la recaudación lograda en su momento por 'Thor: El mundo oscuro'. Lógico que en Marvel hayan querido volver a contar con Waititi tras las cámaras para 'Thor: Love and Thunder'.