TVE estrenó ayer en su late night Mira lo que ven, otra forma más de utilizar el zápping como contenido televisivo. En esta ocasión se hace un repaso a los programas más llamativos y freakies que se emiten por todo el mundo, y se decide cuál de ellos tendría cabida en la televisión de nuestro país. Para ello tienen de público a un grupo de muestreo que decide y cinco críticos de televisión procedentes de los principales periódicos, para opinar como entendidos en la materia.
La idea de Mira lo que ven es buena, pero como ya es habitual en nuestra televisión, queda desvirtuada gracias a una serie de elementos que fallan. Uno de ellos es la poca química televisiva que desprenden los mismo críticos; de hecho, el punto más gamberro del que podría disfrutar el programa. No debaten lo que se les muestra, sino que exponen su opinión individual sin réplica alguna, motivo por el que sus intervenciones no enganchan.
Otro de los puntos débiles es esa terrible necesidad que existe entre las cadenas de televisión de estirar la duración, y de abusar de la presencia en plató, cuando el gancho lo tienen precisamente las imágenes. Lo más destacado es la visión burlesca que da, como contrapunto a su excesiva formalidad, el humorista de la factoría Paramount Comedy, Dani Mateo. En más de una ocasión, el colaborador eclipsa con sus bromas al mismo presentador, Daniel Domenjó, el eslabón más débil de Mira lo que ven.
Domenjó no tiene ninguna química con sus colaboradores y ralentiza el ritmo del programa. Su pose es demasiado aburrida y seria para un formato de estas características. Teleobjetivo le sentaba mejor. Sin duda, el programa mejoraría bajo la batuta de Dani Mateo, alguien que la televisión generalista aún no ha descubierto. Con este cambio, 45 minutos menos de duración y más cachondeito el resultado sería mucho más atractivo de ver. Y a la vista de la audiencia lograda en su estreno (un 11%), algún cambio deberían hacer.
Por cierto, tendría su gracia que los mismos críticos que colaboran en el programa escriban en sus columnas lo que les parece el espacio. Aunque no creo que se atrevan a tirar piedras sobre su mismo tejado.
Vía | vertele.com