Entre las series veraniegas del cable estadounidense, una de las más veteranas es ‘Monk’. Las peripecias de Adrian Monk, ex policía de San Francisco reconvertido a detective privado, y con un trastorno obsesivo-compulsivo agravado por la muerte de su mujer en un atentado con coche bomba, han alcanzado la octava temporada y finalizarán en cuanto ésta termine. Desde el verano de 2002, la serie ha aportado buenas audiencias al canal USA y, más importante aún, su protagonista, Tony Shalhoub, ha ganado tres Emmys al mejor actor de comedia, y es casi un fijo en esa categoría cuando se anuncian las nominaciones.
En esta temporada final sabremos quién estuvo detrás de la bomba que mató a Trudy, la mujer de Monk, que en realidad iba dirigida contra él, y que ha sido una subtrama recurrente a lo largo de toda la serie. También volverá Sharona, la primera enfermera-asistente del detective, cuya intérprete se marchó en la tercera temporada y tuvo que ser sustituida a toda prisa por una nueva enfermera. Ese personaje es de los más importantes de la serie, ya que es el Watson para el Sherlock Holmes de Monk, que soluciona los casos utilizando las dotes de observación y deductivas del detective de Conan Doyle, pero añadiendo unas gotas de las excentricidades de Hércules Poirot.
‘Monk’ ha sido una de las series de cable más exitosas de los últimos tiempos. Aunque las constantes nominaciones a los Emmy de Shalhoub ya cansan (y no porque él no lo merezca), es un entretenimiento divertido y ligero que en España ha podido verse en Calle 13 y en los canales autonómicos. Su éxito dio paso a otra serie del mismo tono, ‘Psych’, y las dos se emiten juntas en Estados Unidos.
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