Cuando funciona, mantener las directrices de una ficción parece ser la decisión más adecuada a la hora de alargar su trayectoria en televisión, más si esta se engloba dentro del mundo de la comedia y tiene más difícil el reto de convencer al público. Y así, sin obtener las cifras astronómicas de 'El príncipe' o 'Velvet', 'Con el culo al aire' ha conseguido fidelizar a una buena parte de los espectadores en torno a las desgracias de este grupo de campistas dispuestos a sortear la época de vacas flacas como mejor pueden.
Sin embargo, el estreno de la tercera temporada de 'Con el culo al aire' ha bailado entre los más de tres millones de espectadores del primer episodio a la pérdida de 600.000 seguidores de una semana para otra, unas cifras inestables que podrían hacer peligrar la continuidad de la serie si su apoyo sigue bajando. Aún así, la ficción se ha convertido en líder de la nueva batalla que se ha establecido en el prime time de los miércoles. La decisión de Telecinco de trasladar 'B&b, de boca en boca' y enfrentarla a los nuevos episodios de la comedia de Antena 3 ha provocado que estemos ante una nueva noche en la que predomina la ficción nacional, donde a priori parece que existe hueco para que las dos series puedan coexistir sin problemas.
En lo referente a 'Con el culo al aire', el inicio de la tercera temporada nos ha dejado claro que la ficción tiene la intención de continuar por dónde lo dejó, conservando el estilo de tramas y tono que vimos en las dos pasadas temporadas. Se trata de ofrecer escenas gamberras y unos diálogos ágiles que buscan el chascarrillo constante, elementos que se desarrollaron sólidamente en el pasado, con la ayuda de algunos de los personajes que consiguieron brillar por encima del resto. Ahora, la comedia se enfrenta a su paso por la tercera temporada, un momento en el que debe explorar caminos nuevos que permitan seguir perfilando a los personajes hasta dar con el tono adecuado, algo que no se consiguió en todos por igual en los anteriores capítulos.
En este sentido, las incorporaciones de Ana Morgade y Llum Barrera han sentado bien a la ficción, otorgando ese punto de novedad y encajando a la perfección con el ambiente que se respira en 'Con el culo al aire'. Aún quedan otras incorporaciones que se verán próximamente, como la presencia de Julián López o las apariciones de Berto Romero o Carlos Santos, que, si mantienen el nivel de los que ya hemos visto, pueden seguir aportando un toque de frescura que le viene muy bien a la comedia.
'Con el culo al aire' continúa explotando con gracia y acierto situaciones cercanas a la crisis, que tan presente están en la vida de los protagonistas. Verlos pelear por ser el elegido en una entrevista de trabajo u observar cómo se les va de la mano situaciones cotidianas sigue siendo una buena opción televisiva, aunque sigue sin alcanzar la excelencia en esto de la comedia, pese a que cuenta con posibilidades para hacerlo. Tras llegar a sorprender a la audiencia en su primera temporada y conseguir sobrevivir en la segunda, ahora 'Con el culo al aire' entra en otra etapa igual de complicada: esa que decide si estamos ante una ficción con muchas temporadas a sus espaldas o que se difumina cuando el cansancio de los espectadores comienza a hacer acto de presencia.
En ¡Vaya tele! | 'Con el culo al aire', toda una supervivientes
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