Una de las nuevas series que nos ha traído el verano, y el canal FX, esa cadena que pertenece al lado más duro de FOX y que nos regala maravillas como 'The Americans' o 'Fargo', es 'Sex&drugs&Rock&Roll', una parodia de los grupos de rock y todo el flamante y efímero mundo que les rodea. La serie está escrita y protagonizada por el cómico Dennis Leary.
Viendo su premisa y sus primeros andares lo que más nos puede extrañar es que a nadie se le haya ocurrido hacer esta historia antes, debido a sus enormes posibilidades cómicas y también a toda la crítica que el universo musical o, más bien, el negocio que rodea al universo musical es capaz de mover (y destruir).
Una parodia muy realista
El protagonista de la historia es Johnny Rock, el líder de una banda que nació en los 90 llamada The Heathens. El grupo parecía tenerlo todo para triunfar pero el mismo día en que su primer álbum iba a salir al mercado, se separaron debido a desavenencias entre sus miembros (el ego de Johnny y su afán por acostarse con las mujeres de sus compañeros tuvo algo que ver). 25 años después, este carismático cantante se encuentra en sus horas más bajas, y parece que, a su edad, ya no puede esperar el milagro de convertirse en una estrella.
Uno de los puntos fuertes de esta sitcom, y que esperamos que siga explotando, es el humor referido al funcionamiento de todo lo que hay detrás de la ilusión de un grupo de chavales por hacerse un hueco en el mundo de la música. No se corta en usar referentes reales y contarnos quiénes triunfan y porqué, cómo se comportan los fans, cómo deben asumir las antiguas estrellas el hecho de que nadie les reconozca y el tener que aceptar trabajos que su ego no puede digerir.
Johnny Rock es un decadente individuo al que la sonrisa de una chica en un pub invita a sentirse un galán en todo su esplendor, sin poderse ni imaginar que esa veinteañera es la hija que nunca conoció; una joven que quiere ser cantante y que necesita la ayuda de la antigua banda de su padre. 'Sex&Drugs&Rock&Roll' se ha estrenado con un piloto muy competente, que incluye un falso documental muy divertido. La única pega es que algunas de las risas que nos echemos sean amargas, debido al fuerte realismo que sudan algunos de sus gags.
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