Hay un pequeño grupo de actores que es conocido por la cantidad de veces que han muerto en pantalla, pero seguramente el caso más popular es el de Sean Bean, algo que TNT no dudó en aprovechar hace unas semanas para promocionar el estreno de 'Legends' con una simpática campaña promocional centrada en que el propio actor pedía al mundo que dejasen de matarle. Efectivo y llamativo, justo lo que esperaba que fuera una serie a la que no había prestado mucha atención más allá de la presencia de Bean.
Por desgracia, la probada solvencia de Sean Bean al frente del reparto no ha encontrado apenas apoyos durante los tres episodios que ya se han emitido en TNT. Quizá sea que, como el propio personaje protagonista, aún está buscando su propia identidad entre tantos lugares comunes a los que recurre, tanto en lo meramente argumental como en la propia construcción de los personajes, pero la paciencia del espectador no es infinita y yo ya me estoy planteando seriamente el dejar de verla.
'Legends', conspiraciones y misterios del montón
No he podido evitar acordarme de 'The Blacklist' y '24' durante lo poco que hemos podido ver de 'Legends', ya que la sensación que me queda es que el personaje de Sean Bean es un heredero de baja calidad de Jack Bauer con un misterio en su pasado que me hace pensar en todo el lío que está habiendo con Elizabeth Keen en la serie de NBC. Sin embargo, a 'Legends' le falta la adrenalina de '24' y carece de un personaje tan llamativo como Red o la presencia de estrellas invitadas de relumbrón como sucedía en varios episodios de 'The Blacklist'.
¿Qué es entonces lo que nos ofrece 'Legends'? Pues otra combinación de una estructura marcadamente episódica con detalles serializados para intentar ganarse el interés de todo tipo de público. El problema es que, al menos por ahora, ninguna de las dos opciones está especialmente bien resuelta, porque el entretenimiento instantáneo suena a ya visto en infinidad de ocasiones y eso no tardó en despertar mi pereza hacia lo que sucedía en pantalla, mientras que el misterio sobre el pasado de Martin Odum simplemente no me interesa y ya el recurso de introducir un personaje para sembrar la duda y acto seguido quitárselo de en medio... Pereza, me da mucha pereza.
Lo que sí tengo bastante claro es que los guionistas son los principales culpables de ello, ya que mientras que en 'The Blacklist' tardaron demasiado en empezar a dar respuestas, aquí da la sensación de que va a suceder lo mismo, pero planteando casos de la semana poco estimulantes más allá de la versatilidad que pueda mostrar Sean Bean en la identidad que le toque asumir y sin ningún tipo de asidero que realmente poder exprimir que pueda hacer más llevadero su visionado como sucedía en 'The Blacklist' con la curiosa relación entre sus dos protagonistas.
Un entretenimiento con pocos alicientes
Tampoco hay motivos para echar las campanas al vuelo si nos fijamos en el resto del reparto, ya que la única luz de auténtica esperanza reside en que la trama continuada del siempre solvente Zeljko Ivanek gane mucha importancia, pero tengo mis dudas sobre que sus apariciones no vayan a ser algo meramente puntual con lo que simplemente intentar mantener nuestra atención y no rendirnos ante el escaso atractivo de todo lo demás.
Fijándonos ya en el resto de personajes regulares, está claro que la adición de Tina Majorino es para introducir a un secundario recurrente que pueda funcionar como alivio cómico ocasional, pero incluso en eso no han sabido acertar y hasta da la sensación de que su personaje no encaja demasiado con los demás. De los demás, conviene destacar la cansina intensidad habitual de Ali Larter y la rutinaria interpretación de Steve Harris. De la familia del protagonista casi prefiero hacer como que simplemente no existen.
Más allá de eso, el trabajo de puesta en escena no es malo, pero sí demasiado funcional como para que el visionado de un capítulo de 'Legends' sea algo excitante, confiándolo todo a la pericia de su protagonista. Realmente, todos los elementos con los que estoy siendo tan duro no es que sean tan malos que me hagan desear no haber visto estos tres episodios -"privilegios" así están reservados para engendros como 'Cult'-, pero por más que le doy vueltas soy incapaz de encontrar cosas que realmente me motiven a seguir viendo la serie.
Para expresarlo de la forma más clara posible, el arranque de 'Legends' no ha sido malo, pero sí tan cercano a la mediocridad en tantos momentos que estoy convencido que en unas semanas me olvidaría de casi todo lo que ha sucedido hasta ahora si no sigo viendo más episodios. Me queda la esperanza de que mejore y al menos Sean Bean hace todo lo que puede, aunque luego mis momentos favoritos sean esos instantes en los que podrían matarle por tomármelo un poco a guasa. En definitiva, una serie que aporta muy poquito, tanto a nivel de misterio como en su naturaleza de mero entretenimiento.
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