Cuando Netflix estrene la segunda temporada de 'Sense8', el próximo 5 de mayo, habrán pasado casi dos años desde el lanzamiento de la primera, dos años en los que la serie, probablemente, habrá ganado nuevos espectadores que se hayan subido al carro de esta peculiar historia creada por las Wachowski y J. Michael Straczynski. Y es importante haber visto la primera para ver este especial de Navidad con el que los creadores han sorprendido a los fans.
El episodio, de dos horas de duración, retoma la historia donde se quedó al final de sus doce capítulos iniciales, con los sensates aprendiendo a trabajar juntos y a utilizar toda la fuerza del colectivo para ayudar a cualquiera de ellos que esté en problemas, y con Will y Nomi siendo los más perseguidos por esa organización que quiere atraparlos. Especialmente, Will es el que tiene que llevar una carga más pesada sobre sus hombros.
'Sense8' continúa su historia
Este especial de Navidad es un reencuentro con esos ocho personajes y, al mismo tiempo, un aperitivo de la segunda temporada. Eso se nota, sobre todo, en la situación de Will, que tiene que proteger al resto de su grupo de la persecución de Whispers, el principal villano de la serie. Pero cada vez le cuesta más resistir, y es muy posible que las consecuencias de ello centren los capítulos que veremos en primavera.
Porque la trama de por qué la organización BPO, para la que trabaja Whispers, busca a los sensates, y qué pretende hacer con ellos todavía no se ha lanzado. En la primera temporada, las Wachowski y Straczynski estaban más interesados en presentar a los ocho protagonistas y sus mundos, y mostrar cómo se adaptaban a esa conexión espiritual entre todos ellos, que a adentrarse en el aspecto más de thriller o de misterio de la serie, y eso consigue que, aunque no terminemos de ver el arranque de la trama, sí tengamos la ocasión de conectar con los personajes de una manera que favorece que pasemos por alto los momentos más pasados de rosca o más cursis de la serie.
Ésos, sin embargo, son menos en este especial navideño que, por cierto, abarca tres celebraciones: el cumpleaños de todos ellos (pues nacieron el mismo día), Navidad y Nochevieja. Mantiene, como en su estreno, las diferencias tonales en cada una de sus tramas individuales, con la de Kala adquiriendo más tintes cómicos, la de Sun enclavada en el drama carcelario o la de Lito adentrándose por un terreno personal más serio. Todas ellas, sin embargo, dan una mayor sensación de formar parte de un todo, sobre todo porque se potencia más la colaboración entre todos los sensates.
Lo mejor son sus personajes
Aunque los ocho protagonistas pueden tener sus propios problemas, 'Sense8' aprovecha mucho más la energía y la fuerza que se adueñan de la pantalla cada vez que comparten una escena. El montaje del episodio es realmente notable, consiguiendo que las transiciones entre ciudades (a veces en un contraplano) se vean fluidas e integradas de pleno en la experiencia vital de los personajes. Ellos tienen la capacidad de "visitar" a sus compañeros sin moverse de su sitio, y el trabajo de edición transmite enseguida que estos saltos geográficos (que en realidad no lo son) son totalmente normales para ellos.
Las interacciones entre cualquiera de los sensates es siempre lo más destacado de la serie, y una vez que ya han aprendido cómo trabajar en equipo, el capítulo especial aprovecha para mostrar cómo de fuerte es esa conexión entre todos ellos (principalmente, a través de una escena de sexo que lleva un poco más allá la orgía del balneario de la primera temporada). La ayuda que todos prestan a Sun o a Wolfgang en momentos de peligro son algunos de los instantes más destacados del especial de Navidad.
Este regreso de 'Sense8' mantiene el mismo gusto por utilizar una fotografía bonita que, sin embargo, conserva cierto tono de realismo y añade muchos más comentarios metarreferenciales y pequeñas bromas (como la presentación de Toby Onwumere como el nuevo Capheus, después de que Aml Ameen abandonara la serie tras la primera temporada). Ver a los ocho personajes compartir situaciones, bailar juntos, pedirse consejo y alegrarse de verse es lo más gratificante de la serie. La trama puede ser un lío, pero la conexión entre los sensates siempre funciona, más cuando se buscan emparejamientos poco utilizados hasta el momento, pero que resultan muy entretenidos, como el de Sun y Nomi.
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