'Dexter', ¿principio o final de la historia?

'Dexter', ¿principio o final de la historia?
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¿Es éste un nuevo comienzo o el principio del fin?

Dexter‘ ahora es cosa de dos. Con la revelación final de la pasada temporada quedaban dos caminos posibles para el personaje: el primero, que la serie se inventara una nueva treta para que todo el mundo actuara como si nada hubiera pasado; el segundo, ir hasta el final con todo y empezar a preparar un final de órdago. Finalmente se han decantado por esta última opción, y no sólo eso, sino que han metido en el meollo a otro personaje que nada tenía que ver con el pasajero oscuro de Dexter. Hasta ahora, claro.

Muchos ya dicen que la séptima temporada es la mejor de ‘Dexter‘ hasta ahora, a la espera de ver cómo se despide definitivamente el próximo año. Yo quizá no diría tanto, tenemos ahí a la cuarta (la sombra de John Lithgow es amplia) que siempre ha sido la favorita de sus seguidores, pero sí es cierto que a la hora de hacer avanzar al personaje no hay otra como la séptima. Siempre nos gusta más cuando se meten con Dexter y le ponen contra las cuerdas, y no ha habido temporada en la que lo haya pasado tan mal como en ésta.

Hannah McKay, amores que matan

Dexter siempre se ha sentido mucho más cómodo cuando ha tenido a alguien a su alrededor que entendía a su pasajero oscuro. Lo vimos en la tercera temporada con Miguel Prado, y también en la quinta con Lumen. Esta vez hemos tenido más personajes que nunca compartiendo el secreto de Dexter, con Debra, Isaak, Louis y, sobre todo, Hannah McKay. La actitud de Dexter con ella viene a ser algo así: me da igual que mi novia envenene a cualquiera que pueda poner en compromiso su libertad y la revelación de su pasado, está buena y quiero casarme con ella, será un buen ejemplo para mi hijo Harrison. Pero si tocas a mi hermana, te vas a la cárcel tan rápido que te tiemblan las orejas.

dexter yvonne

La actitud de Dexter ha ido evolucionando mucho a lo largo de las temporadas (más tarde analizaremos este aspecto) y ahora cuesta más comulgar con su actitud. Sin embargo, ese tira y afloja con Hannah ha sido muy interesante, sobre todo cuando la rubia ofrecía esa doble cara para tapar sus verdaderas intenciones. Momentos como la confesión oral del crimen de su pasado o el encuentro con Debra en los juzgados del último episodio hacen que uno se quite el sombrero ante el papel de Yvonne Strahovski.

Sirko, un villano desaprovechado

Es muy triste pensar que cuando por fin consiguen introducir un villano de calidad dentro de la serie es cuando más eclipsada ha estado esta parte de la historia. La trama de la mafia ucraniana no ha tenido demasiada trascendencia, principalmente porque toda la atención estaba centrada en la evolución de Debra y en la investigación de Laguerta. Los pocos capítulos en los que Sirko y Dexter se han enfrentado han recuperado esos trazos de genialidad que sólo pudimos ver hace años con Arthur Mitchell. Algunos incluso pedían un spin-off para Isaak, pero no parece que haya trascendido la idea.

La trama de la mafia y el club de streaptease también nos ha traído la peor parte. Daba la impresión de que las escenas del club sólo servían para cumplir la tasa de tetas necesarias por capítulo; esto es Showtime, amigos, hay que enseñar carne. Poco o nada me importa la relación de Quinn con una de las chicas, y es una lástima que un personaje que parecía destinado a cubrir el hueco dejado por Doakes haya degenerado en la parodia que es ahora. Dejadle borracho allí tirado y que no vuelva, por favor.

La decisión de Debra y el final de Laguerta

Dexter no es el mismo que conocimos hace seis años. ¿Le recordáis? Incapaz de sentir, de tener afecto hacia nadie, regido por un código estricto que le impedía matar a nadie sin tener una prueba fehaciente de que quien estaba en su mesa era un asesino. ¿Y ahora? Un personaje lleno de sentimientos, enamorado hasta las trancas y pensando en un futuro estable con su hijo y, por qué no, su mujer. La peor parte es que ya no sólo mata por justicia (su justicia), sino también por interés, lo que hace más difícil que, hasta cierto punto, podamos querer que el personaje se salve de su inevitable futuro.

Dex Laguerta

La investigación de Laguerta avanzó a paso lento hasta los últimos episodios, cuando toda la trama se precipitó. Desde que en el primer episodio encontrara aquel portaobjetos con una gota de sangre supimos que su fin estaba cerca, pero nunca podíamos haber imaginado que sería Debra la que acabaría con ella. Y esto es impactante por varios motivos: porque es la confirmación de que Debra estará con su hermano hasta el final, porque la convierte en asesina y cómplice de los crímenes de su hermano, y porque ha asesinado a su mentora.

dex review

Con permiso de algunas escenas de ‘Homeland’, me atrevo a decir que la escena a tres entre Dexter, Debra y Laguerta es la más angustiosa del año, la más impactante, descorazonadora, terrible e incluso repulsiva. Es la despedida entre dos personajes que tienen una historia muy amplia a sus espaldas, y la actuación de Debra tras el disparo (que, por cierto, fue algo improvisado por Jennifer Carpenter), lo dice todo sobre cuánto significa para ella. Queda una temporada con dos asesinos huyendo de la justicia, uno de ellos incapaz de vivir con lo que ha hecho. Dexter debe acabar en la silla eléctrica, Debra en la cárcel, y tienen que ofrecernos el final más oscuro que puedan imaginar. No hay lugar para el final feliz, no con todo lo que ya ha pasado.

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