A veces uno llega a plantearse que oscuro impulso lleva a incluir determinados títulos en una sección oficial de un festival de cine. Lo menos que se espera de las películas que concursan es, aunque relativamente, darle esplendor y calidad al certamen. No se puede afirmar que esto ocurra con algunas cintas que hasta el momento se están viendo en Festival de Cine Europeo de Sevilla.
El ejemplo más patente de ello es 'Men of the bridge' (exhibida en la jornada de ayer), una coproducción entre Alemania, Holanda y Turquía dirigida por la turca Asli Özge. Un intento de reflejar la cara menos amable de un espacio como es el puente del Bósforo en Estambul, que separa la parte asiática de la europea. Por allí, entre los terribles atascos de tráfico, pululan personajes que son un fiel reflejo de la sociedad turca actual.
Sin embargo, la propuesta de la realizadora, a pesar de la evidente falta de medios, no consigue separarse de su eminente carácter documental para plantear una ficción medianamente entretenida y estimulante. Es la sucesión, sin sentido del ritmo alguno, de tres historias de tres hombres bien distintos que tienen en el puente, y en Estambul su discurrir diario, con sus particulares problemas. Un joven sin trabajo, que no ha pisado la escuela y que sobrevive vendiendo flores en la calzada repleta de coches, un conductor que se gana la vida compartiendo taxi por horas y al que su mujer le exige algo mejor, y un policía de tráfico que suele trabajar en el concurrido puente y que contacta con chicas a través de internet.
Quizás tenga un interés sociológico para los turcos, pero sinceramente no le he encontrado ninguna justificación, ni argumento donde agarrarse para entender semejante película. Quizás sea mi ignorancia, pero sinceramente no me ha parecido que tenga ni el más mínimo interés (cualquier reportaje televisivo de 'Callejeros' o de 'Comando actualidad' tiene mucho más sentido del ritmo, de realismo y de entretenimiento).
Otro título al que sumar entre los olvidables es 'Tobruk' una producción checa dirigida por Václav Marhoul que se ambienta en la batalla del mismo nombre de la Segunda Guerra Mundial. Es la historia de unos soldados checos que formaron parte de las filas británicas durante la famosa batalla en el norte de África. Es encomiable el esfuerzo de la dirección artística, el maquillaje, vestuario y una banda sonora espléndida (de Richard Horowitz) para dar verosimilitud. Y lo consigue. Buen trabajo en este sentido con gran realismo. Sin embargo, la historia, que no pretende ser antibelicista no termina de funcionar. Los personajes se muestran retraídos y hastiados por soportar tan dura batalla, además del castigo del desierto, pero el reflejo su lucha interior, no resulta especialmente acertado. La narración queda muy diluida y no termina de cuajar ni aportar mayor interés ni progreso desde el planteamiento.
Por último, hablamos de 'Lourdes' que abría la jornada de hoy y sí ha logrado dejar un agradable sabor de boca. La película está dirigida por la realizadora austriaca Jessica Hausner y nos cuenta la historia de la ambigüedad que existe en las peregrinaciones en busca de los milagros de en Lourdes. La historia, con una fotografía magnífica y una realización simple, sin riesgos pero muy efectiva, nos traslada a través de la protagonista, postrada en una silla de ruedas, al ambiente que se vive con miles de peregrinos en busca de sanación. La religión, la fe o la esperanza son temas reflejados gran acierto. Para ello, Hausner hace gala de un humor sutil, a la par que incisivo que refleja determinadas situaciones que sirven de verdadera crítica contra la religión. Interesante resultado, pero esperamos algo mucho mejor aún por llegar.
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