Esto es una reflexión en voz alta, de algo a lo que llevo un par de días dándole vueltas. En concreto, desde que la crítica opinó sobre 'El sueño de Casandra', la nueva película de Woody Allen. Y sobre lo que se dijo de esta obra y las críticas que ha recibido la última película de Julio Médem, 'Caótica Ana'.
Reconozco que uno no puede más que rendirse ante el genio creador de un cineasta que es capaz de dar a luz una película al año, y simplemente porque la genialidad necesita de reposo, o más bien a Woody Allen esto le sobra por todas partes. Sin embargo, 'El sueño de Casandra' en Venecia ha salido rana. Ha gustado poco, y ojo que estamos hablando de Europa, y lo que para muchas personas sería una mala película, aquí hablan de una obra menor.
Si trasladamos este planteamiento a Julio Médem, podemos decir que él en su filmografía no tenía ni una película mala, que podría gustar más o menos su cine, pero que a ninguna de sus obras se la podría catalogar de mala. Y llega 'Caótica Ana', y lo que algunos esperaban con ansia, se torna en cabreo, por lo que resulta ser una película que no alcanza el nivel de Médem. ¿Y qué pasa? Que la película de Médem no es considerada una obra menor. Aquí todo el mundo la cataloga de mala.
¿Por qué el matiz entre Allen y Médem? ¿Por qué siempre considerar malo lo de aquí, y no tan bueno lo de fuera? ¿Acaso la de Médem no es una obra menor en relación a sus películas anteriores?
Exactamente lo mismo que sucede con 'El sueño de Casandra'. Ni tanto, ni tan poco. Cierto que Allen es Allen, pero no veo razón a seguir maltratando lo nuestro. Y más cuando el autor tiene varias películas realizadas. Aunque claro, según el sentir general, nuestro cine no vale un pimiento. Y a eso me niego.
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