En Millions, su último filme (recién estrenado en los Estados Unidos), el realizador de Trainspotting cambia hippies, junkies y zombies por niños y santos católicos. La película cuenta la historia de dos hermanos, Damian y Anthony Cunningham (Alex Etel y Lewis McGibbon) quienes se encuentra un saco repleto de libras esterlinas. Pero los Cunningham deben gastar el dinero antes de que una imaginaria e inminente adopción del Euro como moneda por parte de Inglaterra, lo vuelva inservible.
Para los seguidores de Danny Boyle podría resultar desconcertante tan brusco cambio, pero al director no le parece tan radical. En una entrevista publicada por la revista Premiere, Boyle afirma que en el fondo Millions no difiere mucho de Trainspotting, por ejemplo, un filme que considera optimista, "en el que suceden cosas horribles" pero que al final deja al espectador con una sensación reconfortante.
Consultado sobre el aspecto religioso de Millions (a Damian, el niño protagonista, se le aparecen varios santos católicos), Boyle aclara que más que religiosa, es una historia sobre la fe en los demás y la imaginación, dos cosas simples y puras que con los años terminan supeditadas al interés por el dinero.
Pero los fanáticos de Boyle pueden estar tranquilos. Según la publicación estadounidense, el director promete regresar en su próximo proyecto a un terreno que conoce bien: el de la sangre y la violencia. Boyle se encuentra preparando el thriller de ciencia ficción Sunshine, escrito por Alex Garland (autor del guión de 28 días después y de la novela en la que se basa La Playa).