Estos días se está hablando mucho de 'Dejar el mundo atrás', la película que Netflix estrenó el viernes 8 de diciembre y que tardó bien poco en convertirse en la número 1 de la plataforma en infinidad de países. El thriller escrito y dirigido por Sam Esmail ('Mr. Robot') es en realidad la adaptación de una novela de Rumaan Alam, y obviamente hay ciertas diferencias entre el material original y lo que podemos ver en su adaptación.
"No creo que sea ese tipo de película"
El propio Alan se ha explayado al respecto y sobre otros temas del final de la película de Netflix en una entrevista concedida a Variety, donde ha destacado que "esos cambios son fieles emocionalmente al libro", apuntando que el desenlace de la película era inevitable, pues "una de las claves es que el libro acaba con un signo de interrogación". Eso sí, la película incluye algunos cambios de importancia, como el uso de 'Friends':
Terminar con la particular con ese toque de humor hace que sea tan satisfactorio y gratificante. Es una especie de autorreflexión, porque es cineasta. También ha trabajado en televisión y está afirmando algo sobre el poder de ese medio y su influencia sobre este personaje. Yo digo que es divertido, pero no creo que sea una broma. No creo que sea una broma sobre Rose. No creo que sea una broma para el público. No creo que sea una broma para "Friends". Es un recordatorio de que el arte es una especie de bálsamo. La experiencia cinematográfica de ver esta película es tan poderosa porque he tenido la oportunidad de ver al público responder al final tres veces, y nadie sabe realmente qué hacer con él. ¿Se preguntan si es divertido? ¿Da miedo? ¿Se ha acabado de verdad? Y eso me encanta.
Esa incertidumbre es algo que le gusta mucho a Alam. De hecho, tiene muy claro que una de las mejores cosas del final es que no ofrece un reencuentro feliz de ambas familias. No es que tenga nada en contra de las películas y libros que lo hacen, pero tiene muy claro qué eso no funcionaría en el caso de 'Dejar el mundo atrás':
¿No sería eso muy insatisfactorio? Es una película que te respeta lo suficiente como espectador para no ofrecerte eso. En esa escena final entre Julia y Myha'la, no se abrazan. Incluso antes de eso, cuando están en ese pequeño cobertizo y llegan a una distensión, Ruth reconoce que hay algo de verdad en las cosas que Amanda ha dicho, que están de acuerdo en algo, pero no termina con un abrazo. No es ese tipo de historia. No tengo ningún problema con una gran película de catástrofes que salve a los seis u ocho protagonistas y los reúna tras una catástrofe y te permita decir: "Bueno, todo va a salir bien". No creo que sea ese tipo de película.
Sobre el final que muestra Esmail en la película, el propio Alam reconoce que no hay una respuesta definitiva sobre ciertos aspectos, comentando lo siguiente al respecto:
En la película, ponen en marcha el temporizador, así que hay un tic-tac literal y oímos sonar la alarma del temporizador. Ese es el último momento que estamos con Ruth y Amanda. Y lo último que G.H. ha dicho es que tenemos que ir a ese búnker. Tu como espectador puedes decir, "Oh, no van a lograrlo." Pero tengo esta visión de G.H. como alguien muy competente competente, y siento que ha resuelto todos los problemas. Pero no sé qué va a pasar con Archie. La verdad es que no lo sé. Esto es algo que he oído decir mucho a Sam, que él tampoco lo sabe. Pero esto es lo suficientemente abierto como para que se convierta en algo que posea su audiencia. No estoy reteniendo una respuesta definitiva porque no estoy en posesión de eso.
Uno de los cambios más reseñables de la película respecto al libro es que el personaje interpretado por Mahershala Ali hace una teoría bastante elaborada y creíble sobre lo que podría estar pasando. Eso no es algo que suceda en la novela, pues ni siquiera el propio Alam es muy consciente de lo que sucede realmente:
No lo sabía, pero Mahershala Ali es tan buen actor que te lo crees. Esa fue una parte fundamental del proceso de escritura para mí, es que yo tampoco lo sé. Mi primera editora en este libro me dijo: "Entiendo que es imperativo que bailes alrededor de lo que realmente está pasando". Y luego mencionó a los extraterrestres, y yo estaba como, "¿Extraterrestres? ¿En serio, ahí se te fue la cabeza?" Pero también lo encuentro muy placentero porque no puedo controlar lo que la gente piensa, y los lectores llegan a algo con su propio marco de referencia.
Eso sí, Alam tiene muy claro que eso es algo que se basa en la experiencia vital de G.H. y que la teoría sería muy diferente en caso de estar hecha por otros personajes basadas en la experiencia de ellos. El escritor destaca que "de una forma extraña, lo que sucede entre esa gente se convierte en una analogía de lo que está sucediendo mientras tú y yo hablamos". Al final, la clave está en la incertidumbre:
Es sólo incertidumbre. Tú, como espectador, tienes que rellenar los espacios en blanco de cómo es esa incertidumbre, si es un ciberataque, si es un acto de guerra, si es un desastre medioambiental, si es simplemente un colapso del orden cívico. Lo que da tanto miedo es que no se sabe.
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