Estamos a finales de Julio y mientras las ciudades se vacían, las playas se llenan, los teatros cierran el telón hasta la próxima temporada y los cines se llenan de super producciones veraniegas. Nos aprovechamos del periodo vacacional para entrevistar a la actriz Marta Etura, que por fin se toma un respiro en su ciudad natal (San Sebastián), después de un año sin parar entre rodajes y la gira de 'Return', el montaje de teatro y danza en el que compartía tablas con el bailarín Chevy Muraday.
Pocos descansos se ha debido tomar Marta Etura desde que empezó su carrera como actriz hace ya 12 años. Televisión, teatro y sobre todo, cine han llevado a esta donostiarra a convertirse en una de las actrices más valoradas e interesantes de su generación y en vice-presidenta de la Academia de Cine Española. Joaquín Oristrell, Manuel Gutiérrez Aragón, Daniel Sánchez Arévalo, Juan Antonio Bayona, Jaume Balagueró...son sólo algunos de los nombres con los que ha trabajado. Descolgad el teléfono y disfrutad de esta conversación San Sebastián - París sobre su carrera, cine, la interpretación y muchas cosas más.
'Siempre he sentido el deseo de ser actriz'
Ahora, acabo de rodar 'Presentimientos', la última película de Santiago Tabernero con Eduardo Noriega y es bien distinta a las películas que en las que he trabajado últimamente. Es una película de formato pequeño, de producción pequeña, rodada sólo en siete semanas y con poquitos medios y a ver qué es lo que sale de ahí...La faena es que últimamente se están haciendo películas con muy poquito tiempo y muy poquitos medios y muchas veces, son difíciles de sacar adelante bien. O no tan bien como quisiéramos.
El cine es un trabajo en equipo y si el director sabe, además de dirigir, contagiar su ilusión por el trabajo, por el proyecto y por la historia que tenemos que contar todos, pues termina notándose en el resultado final.
Luego ya, más especifícamente, hago un análisis del personaje: su recorrido a lo largo de la historia, los cambios que se producen en él. Intento darle una riqueza más allá de lo que está escrito, intento darle personalidad y por lo tanto, hacerlo más atractivo. De alguna manera, siempre intento sacar lo mejor del personaje con respecto a él mismo y a la historia.
¿Mi experiencia más intensa? Pues no lo sé, porque cada uno tiene su dificultad, aunque seguramente la mayor dificultad es sacar las escenas dramáticas adelante dependiendo de las circunstancias, porque a veces ruedas en un sitio cómodo donde te puedes concentrar y otras veces, ruedas en sitios más incómodos y tienes que encontrar tu hueco para concentrarte.
Pues para mí fue muy divertido rodar 'Mientras Duermes', aunque parezca lo contrario porque es bastante truculenta y para mi personaje, sobre todo, que es la víctima de todo ese horror. Pero luego rodando, como se rueda fraccionado y en equipo, todo es más ligero. Además, Balagueró y Luis (Tosar)siempre están haciendo gracias, lo que ayudó a que el rodaje fuera muy divertido. Al ser todo tan fraccionado, todo lo que tenía que rodar eran cosas como una escena con cucarachas o todos los despertares: tenía que ir midiendo cada despertar del personaje y como la iban drogando, dosificar todo eso y al final, todo parecía un juego muy divertido.
Y luego para mí, también fue un gran rodaje el de 'La vida que te espera' de Manuel Gutiérrez Aragón. Todo el equipo estuvimos tres meses en la montaña, asilados del mundo y fue una experiencia muy grande porque era convertirse en un verdadero pallés: vivir en las montañas, llevar las vacas, aprender a segar, a ordeñar... y trabajar con actores tan potentes como Juan Diego o Luis Tosar. La verdad es que esa es una de mis experiencias más bonitas.
'Ese momento único lo graba la cámara y lo capta para siempre'
A nivel vivencia, yo amo el cine porque es una experiencia muy intensa que vives durante tres meses, en equipo, generalmente en lugares fuera de casa, lugares bellos o exóticos o peculiares que tienen que ver con la historia que estás contando. Por otra parte, para mí, la magia del teatro es que tienes al espectador ahí mismo y puedes sentir como vive la historia contigo y eso es una sensación extraordinaria e irrepetible cada vez. Por ejemplo, en la última función de 'Return', hay un momento en el que yo me meto entre bambalinas porque Chevi (Muraday) tiene un solo y entonces yo me permito escuchar el silencio del público y es muy gratificante ver como tan está atento a lo que pasa en escena y como el propio espectáculo los va atrapando. En el teatro eso es muy potente, cuando estás actuando y sientes que el público está contigo y estás haciendo el viaje con ellos, es algo muy presente, que sucede en ese momento, en ese lugar y por lo tanto es único. En cine también pasa lo mismo, sólo que ese momento único lo capta la cámara y lo graba para siempre.
Pero sí, se me ha pasado por la cabeza dirigir cine, pero uno no debería hacer una película hasta que no tenga claro qué es lo que quiere contar. Nosotros nos dedicamos a contar historias, tanto en cine como en teatro, y creo que uno debería hacerlas cuando sabe muy bien qué es lo que quiere contar y desde el punto de vista que quiere contarlo.
De todas formas, creo que nuestra industria puede enorgullecerse de que, quizás ahora más, siempre ha sido una industria de mucha diversidad, con géneros muy diferentes. Incluso en las peores épocas de nuestra cinematografía, como la época del destape, no sólo se hacía el destape, sino que había grandes directores y grandísimas películas: Borau, Mario Camus, Berlanga...Todos hacían un tipo de cine muy, muy potente. Creo que nuestra industria siempre ha tenido grandes directores. Es verdad que lo excelente no abunda, pero eso pasa en la industria cinematográfica y en todos los oficios. Yo me enorgullezco de ver que nuestra industria siempre ha habido gente que se ha atrevido a hacer cosas diferentes. Mira Luis Buñuel lo que hacía, ¿no? De repente era un género personal y transgresor.
'No se debería hablar de cine desde un punto de vista nacional'
No se debería hablar de cine desde un punto de vista nacional sino como una industria creativa y como comentaba antes, creo que es muy diversa y como todas las industrias del mundo tiene sus películas buenas, malas, mediocres o excelentes. Incluso la americana, que es la segunda industria de cine más importante y más poderosa, tiene también muchísimas películas malas. Lo que pasa es que, evidentemente, aquí llegan las que llegan y normalmente las películas que viajan fuera son las fuertes y las que recibimos de fuera son las mejores, pero eso no significa que otras industrias no hagan malas películas igual que nosotros las hacemos. Y creo que la gente que tiene prejuicios es precisamente porque no va al cine a verlas, porque si fuera al cine, se daría cuenta de que hay películas españolas muy, muy buenas.
A mí me da muchísima pena que muchas veces los medios de comunicación se ceben con nuestra industria. Me da mucha rabia cuando se dice que el cine español está subvencionado y por lo tanto, nosotros tenemos que tener cuidado de lo que contamos o decimos... Pues mira, el cine español está subvencionado en un porcentaje muy pequeño, al revés de lo que piensa la gente, una película tiene subvención del 20% al 30% como mucho. Además, el 80% de las industrias españolas están subvencionadas: la agricultura, el sector automovilístico, la minería, el textil...Muchas de estas industrias no existirían si no estuvieran subvencionadas.
Yo creo que el problema de todo esto es que vivimos en una sociedad, la sociedad española, en la que no se tiene un buen concepto de la cultura y a mí me da una pena enorme. Eso hace mucho daño a la industria cinematográfica y a otras partes dentro de la cultura. Lo que pasa en nuestro país es que se menosprecia la cultura, cuando en otros países está muy bien valorada y es que realmente creo que la cultura es fundamental para una sociedad, para su bienestar.
Y es que además, se juntan muchos factores. Primero eso, que España no tiene bien valorada la cultura. Por otra parte, últimamente todo se basa en un prisma económico y eso es pésimo. Parece que todo tiene valor si se saca beneficio, y si no se saca beneficio no tiene vale la pena. Eso me parece muy triste. Evidentemente, uno no puede negar que la economía es necesaria, pero no todo es economía y no todo hay que mirarlo desde un prisma económico. Y es verdad que se crítica a la industria cinematográfica desde ahí, desde que no es rentable. Pues efectivamente, no siempre es rentable desde un punto económico, pero es que no todo se debería medir así. El cine debería también medirse desde otros niveles. Yo creo que el cine da la capacidad de hacer soñar, de pensar, de divertirte, de removerte el alma, el pensamiento...y creo que son cosas fundamentales para el espíritu del ser humano.
También tiene que ver con esta cosa de repente igual algún actor o alguna persona de la industria se posicionó en su día políticamente, y entonces ya nos meten a todos en el mismo saco y se nos castiga...en fin, creo que hay muchísimos factores que afectan a esta mala imagen del cine español, una imagen que es ficticia porque no es real que hagamos un mal cine, no es real.
Lo digo sin ningún tipo de problema porque llevo trabajando en esta industria ya doce años y he tenido la suerte de viajar fuera y conocer como funcionan otras industrias de conocer festivales de cine y fuera se tiene un muy buen concepto del cine español y es una pena que aquí no se tenga. Es un país que es capaz de apreciar el deporte y los valores que proporciona (cosa que me parece fenomenal y que no puede ser de otra manera), pero que no es capaz de valorar el cine y los valores que aporta a la sociedad y sin embargo, fuera sí que lo hacen. Ni siquiera somos capaces de valorar el talento que tenemos. Hemos tenido que esperar a ver como triunfaban fuera Almodóvar o Penélope Cruz para reconocerlos...En fin, es como que muchas veces cuando se reconoce fuera la gente dice: 'Ah bueno, sí'.
Pero esto no solo pasa en el cine, también en otras industrias dentro de la cultura o en un ámbito tan importante como el de la ciencia. Por ejemplo, en la danza española hay gente muy, muy potente que ha tenido que irse siempre fuera y fuera son primeras figuras de ballets internacionales. Sucede en muchos oficios y es muy triste. Y el problema no es de la industria cinematográfica, si no de la sociedad en la que vivimos.
Fotografía | Marta Etura - Sitio Oficial
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