Así de primeras, casi seguro que el nombre no te dirá nada. ¿Daniel qué? Ok, tampoco pasa nada si el nombre de su banda te suene a chino: ¿Dark Rooms? ¿Y si te digo que Daniel Hart es el compositor de moda en Hollywood, el responsable de la banda sonora de una de las películas del año y un nombre que cada vez oirás más? Sí, 'A Ghost Story' está musicada por Hart.
Y, sí, también es el responsable de la canción del año: I Get Overwhelmed, con sus Dark Rooms. Tranquilo, es normal que te sientas abrumado.
Apenas habíamos regresado del Festival de Sitges con la película en el corazón y la canción principal en la cabeza cuando, en nuestro cuartel general belga, descubrimos que Dark Rooms, la banda de este simpático violinsta de Kansas y genio musical superdotado, iniciaban su gira europea en el café de un pequeño pueblo a una hora de casa. La banda presentaba Distraction Sickness y como Internet en realidad se ha creado para conectar a la gente de todo el mundo, no tardamos ni un minuto en escribirnos con Hart, que nos dio el ok en un abrir y cerrar de ojos.
Un par de días después nos encontramos con él antes de su concierto para una charla muy amena a la que se uniría Rachel Ballard, que junto a Casey Trela y Bobak Lotfipour forman Dark Rooms, el proyecto personal de uno de los compositores más ocupados del momento.
Kiko Vega (KV): Enhorabuena por tu increíble año, nuevo disco de Dark Rooms y la que probablemente sea la mejor banda sonora del año, 'A Ghost Story'. Hace una semana había mil cuatrocientas personas en el cine principal del Festival de Sitges suspirando.
Daniel Hart (DH): Muchas gracias, la verdad es que no tengo muy claro cómo está la película en cuanto a estrenos europeos, pero es fantástico saber que el público se emociona.
KV: Echando la vista atrás nos encontramos con The Orientalist (2011), tu primer trabajo en solitario. ¿Echas de menos ese pop más clásico y sencillo de tu primer disco?
DH: No, en absoluto. Ya no me gusta tocar esas canciones, estoy listo para no hacerlo nunca más. Pertenecen a otra época. Escribí esas canciones en 2009, hace casi diez años. Me siento completamente diferente respecto a la música y al mundo. Creo que no mucho después de publicar el disco ya empecé a cambiar mi perspectiva. Ahora sé qué es lo que quiero, lo que me gustaría explorar. Casi de inmediato empecé a trabajar en el estilo musical de Dark Rooms, que es lo que en realidad me gusta hacer. Este segundo disco con la banda es exactamente lo que quiero.
KV: El primer disco de Dark Rooms es de 2013, hace casi cinco años. ¿Te preocupaba el paso del tiempo? ¿Viste peligrar el proyecto?
DH: Sí, por supuesto. Intenté acabarlo antes, pero he tenido mucho trabajo con bandas sonoras. Y claro: las bandas sonoras me pagan a mí. Pagan las facturas. Para sacar adelante Dark Rooms soy yo el que invierte el dinero, y necesito trabajar para poder hacerlo. Cuando empecé con este disco tenía muchas ideas en mi cabeza, muchas canciones, y además quería producirlo yo solo. El anterior disco tenía dos productores más, pero ahora quería intentar hacerlo por mí mismo. Me llevó mucho tiempo. De tenerlo en mi cabeza a la mezcla final hay mucho trabajo por medio, y sentí toda esa presión durante el proceso. Muchas de las canciones que forman el disco son realmente parecidas a las demos que preparé al principio, pero otras son completamente distintas. Incluso las letras de algunas cambiaron por completo desde la primera versión. Pasé mucho tiempo escribiendo, más que haciendo otra cosa, buscando las palabras adecuadas.
KV: Así que podríamos decir que estamos ante tu trabajo más personal.
DH: Supongo que sí, porque refleja exactamente lo que hay en mi cabeza ahora mismo, mis sentimientos hoy. Supongo que diría lo mismo cuando hablaba de mi primer disco en su momento, porque también mostraba mi yo de entonces, pero sí, este soy yo madurando, creciendo. Haciéndome viejo, tal vez.
KV: Toda tu música, no solo las bandas sonoras, es muy visual. ¿Llegas a la composición a través de imágenes? ¿Visualizas algo al escribir tu música?
DH: Me gusta esa pregunta. Hay canciones como Olga Kurylenko, de nuestro primer disco, que lleva el nombre de una de mis actrices favoritas, y es una canción que escribo con sus películas en mi cabeza. Hay otra en The Orientalist, titulada Get Me the Actress From Calcutta, sobre Konkona Sen Sharma, con la que pasa lo mismo. Nuestro nuevo disco se titula Distraction Sickness, que son básicamente los cientos de horas que nos pasamos delante de Internet, mirándolo todo hasta las cuatro de la madrugada. A veces es por trabajo pero casi siempre es por hacer gilipolleces sin razón. “¿Qué he hecho hoy delante del ordenador? Oh, ¡absolutamente nada!” O sea, puedo decirte dónde ha estudiado este o cuándo es el cumpleaños de aquel, pero no sé cómo de útil puede ser esa información.
Rachel Ballard aparece y nos acompaña.
RB: ¡Eh, podemos ver que han hecho los gatos de nuestros amigos!
KV: ¡Podemos quedar por Twitter para una entrevista!
RB: ¡Exacto! Internet no tiene porqué ser algo malo, es solo que quizás no empleamos esa información como deberíamos.
DH: ¡Sí, es algo abrumador! (Aquí aparecen las risas, porque ese It’s overwhelming es la clave de todo). Obviamente es algo más específico que las imágenes de unas actrices concretas, son las horas que he pasado delante del ordenador durante estos últimos tres años y todas esas imágenes atravesando mi cerebro.
La canción principal de 'A Ghost Story' también es la canción principal del año
KV: Hablando de abrumar, vayamos con I Get Overwhelmed, una canción que aparece en el ecuador de la película, en el de la banda sonora y en el de esta entrevista. Es una canción muy importante. ¿Llega antes del rodaje o después del rodaje?
DH: Antes.
KV: ¿Incluso antes de haber leído el guión?
DH: Sí. Estábamos trabajando en el disco y justo cuando terminamos la grabación de ese tema recibí la llamada de David Lowery preguntándome cuánto tardaría en poder estar en Los Angeles para trabajar en la banda sonora de ‘Peter y el Dragón’ (Pete’s Dragon). Dos días después empecé con ella y me pasé cuatro meses en una pequeña oficina de Disney únicamente con esa película, escribiendo la música para la orquesta. Antes de irme pude terminar la mezcla de 'I Get Overwhelmed' y se la pasé a David por si la quería utilizar en la película. Normalmente le enseño todo a David, en ese punto de nuestra relación estamos (risas), colaboramos juntos desde hace tiempo. No dijo nada, y tres días después me preguntó si podía utilizarla, pero en ‘A Ghost Story’. Le dije que sí, por supuesto. Aún no había leído el guión en ese momento, pero confío plenamente en él, es mi colaborador favorito.
Un par de semanas después leí la primera versión del guión y me di cuenta de que la canción era una parte importante de la película, no algo que sonara de fondo. Fue un honor y no sería hasta ver la película cuando me di cuenta de la fuerza que tenía la canción y la importancia en la película.
KV: ¿Ves algo de ti en el personaje de Casey Affleck?
DH: Bueno, podría estar basado parcialmente en mi persona… No solo porque el personaje es un compositor que se mueve en un ambiente parecido al de David Lowery, ¡es porque ese soy yo! (Risas). Pero no, no es que se trate de un personaje basado en mí per se, pero sí en el trabajo que he realizado y que él conoce.
KV: Ya que estamos hablando de composiciones, cuéntanos algo sobre qué bandas sonoras te inspiran o te han marcado especialmente.
DH: Hum, ‘La princesa prometida’ (The Princess Bride), de Mark Knopfler. Su combinación de guitarra clásica con unos sintetizadores que suenan como sonaban en los ochenta, solo que imitando sonidos medievales, es perfecta para la película. No sería la misma película sin esa música. Otra de mis favoritas es ‘Chinatown’, de Jerry Goldsmith. He estado leyendo sobre Goldsmith en Internet esta semana (risas) y he leído que escribió la música para la película en diez días. Ese detalle me voló la cabeza: ¡tardé más de tres meses en hacer ‘Peter y el Dragón’!
RB: Creo que deberías hablar de ‘Haz lo que debas’ (Do the Right Thing)…
DH: Oh sí. Últimamente he escuchado ese disco muchísimo. Estoy trabajando en la nueva película de David Lowery, Old man an the Gun, y la música que estoy preparando es casi heavy jazz. Nunca he tenido la oportunidad de componer algo así y por eso ahora escucho tanto la banda sonora de la película que compuso Bill Lee, el padre Spike Lee: me gusta mucho como banda sonora pero también suena inspirador para lo que quiero transmitir esta vez. Esa forma de combinar un cuarteto de jazz con una sección de cuerdas… algo así es lo que estoy buscando. Esa especie de combinación de Miles Davis y Aaron Copland… sí, es una de las bandas sonoras favoritas de mi vida.
Tras este agradable rato con uno de los músicos más interesantes del momento, disfrutamos de un concierto íntimo y emocionante donde la banda demostró el infinito potencial que atesora.
Fotos encabezado y directo | Ana Nuñez.
Ver 2 comentarios