El pasado 27 de noviembre Jaume Roures, presidente de Mediapro anunció que ninguna de las dos películas que tienen pendientes con Woody Allen se rodaran en España.
¿Motivos? Según Roures el ensañamiento político al que se han visto sometidos con Vicky Cristina Barcelona, a través de diversas polémicas sobre las subvenciones que recibió el film.
También aseguró que el dinero recibido es el mismo con el que cuentan otras películas españolas y que la subvención del Ayuntamiento de Barcelona fue en realidad una inversión realizada a través de la sociedad Barcelona Emprèn, de la que el consistorio es accionista.
¿Resultado? Nos quedamos sin disfrutar de la particular mirada de Woody Allen en otra de nuestras ciudades. No puedo saber realmente de quién será la culpa, pero maldita la gracia.
Vía | Cine & Tele
Ver 6 comentarios