La editorial Global Rhythm Press ha publicado ‘Monty Python. La autobiografía por Monty Python’, que había aparecido en Gran Bretaña en 2003 con el título de 'The Pythons. An Autobiography by The Pythons' editada por Orion Books. Los principales componentes del grupo, Eric Idle, Michael Palin, John Cleese, Terry Gilliam, Terry Jones y Graham Chapman –único miembro fallecido de la compañía– participan en la obra, que presenta una amplia selección fotográfica, gran parte inédita, que incluye desde sus comienzos en 1969.
El libro arranca con un perfil de cada Python, y una larga sección que abarca sus años universitarios. Todos amaban la comedia y se habían abierto un camino en escena, en pequeñas salas primero, más tarde en series de televisión como ‘Do not adjust your set’ (1967-69) y ‘Broaden your mind’ (1968). De forma accidental, se fueron conociendo en diversos espectáculos de cabaret. ‘No puede decirse que Monty Python surgiera de la nada; es más bien la punta de un iceberg cuya base la constituyen todos los programas que hicimos antes; es una burbuja que fue creciendo’.
Hay mil y un recuerdos ordenados de forma precisa y contados por sus protagonistas, salvo, lógicamente, por Chapman, fallecido en 1989 por un cáncer de garganta, del que hablan familiares y su novio. Por ejemplo, la llegada del excéntrico americano Terry Gilliam, cuyos dibujos acompañarían la creación del grupo en adelante, y posteriormente director cinematográfico de éxito. De su primer encuentro, cuenta Michael Palin: ‘Conocí a Terry Gilliam en el bar de Redffusión (...). Recuerdo que pensé: “¿Dibujos? ¿Dónde vamos a encajar dibujos?“ y “¡americanos! ¿Qué sabrán ellos de este tipo de humor? (...) Allí estaba, con sus pintas de personaje del mundo del espectáculo, con un abrigo de piel que llegaba hasta el suelo y una glamorosa rubia a su lado. “Dios, sólo nos faltaba esto. No va a funcionar” pensé’. Pero lo hizo: funcionó de maravilla, a pesar de las reticencias iniciales.
Juntos aprendieron a reírse de todo, lo permitido y lo prohibido. Su ‘bobby’ inglés, un digno policía con bigote y porra que enseñaba un cuerpo femenino bajo el uniforme, fue una de las provocaciones características. Eran incorrectos: no perdonaban a homosexuales, amas de casa, jovencitas, políticos, reyes o párrocos. Hoy en día al planeta le vendría bien tener unos nuevos Python que se burlaran de todo lo políticamente correcto. El libro repasa la historia de ‘sketches’ como ‘La canción del leñador’, del que cuenta Eric Idle: ‘George Harrison y yo éramos grandes amigos y un día nos pidió que le dejáramos interpretar la canción del leñador en uno de nuestros espectáculos. “Claro, no faltaba más, le dijimos” (...) Cantó “Lumberjack song” con el uniforme de la Guardia Montada y nadie le reconoció’.
Pero tuvieron fracasos, como su primera película, ‘Se armó la gorda’ (1971). ‘Fue muy curioso -- cuenta Terry Gilliam --, se trataba básicamente de coger los mejores sketches, filmarlos en formato de película y entrar así en el mercado estadounidense (...) El cine era la única forma de darnos a conocer pero la película fue un fracaso estrepitoso’. Aún así, el estilo Python se consolidaba con números memorables como el hallazgo de Eric Idle de la canción ‘Always look at the bright side of life’, que cierra de forma inolvidable ‘La vida de Brian’ (1975) con la crucifixión más alegre e irreverente que se recuerda. ‘Nos lo pasamos muy bien con esa película. Por primera vez teníamos pasta para hacer lo que quiséramos’, cuenta Idle.
Los Python tenían sus claroscuros. Los constantes devaneos de Graham Chapman con jovencitos están entre ellos. En una actuación, Terry Gilliam se encontró a uno de estos efebos ocasionales masturbando a su compañero entre bastidores. ‘Por Dios, Graham -- pensé -- a media función’, recuerda Gilliam.
El fin del grupo. Su afición a la bebida fue otro problema: ‘Los demás hablaban del tema, pero casi siempre con otras personas y no con Graham directamente’, cuenta el que fue su novio, David Sherlock.
El propio Graham Chapman protagonizó, involuntariamente, otro momento clave en la historia del grupo: su muerte en 1989. Enfermo de cáncer de garganta, ninguno de sus compañeros supo nada hasta bien avanzada la enfermedad. ‘Graham eligió nuestro vigésimo aniversario para morirse. ¡Qué oportuno!’, suelta Eric Idle con ese humor tan negro y ‘british’ a la vez. Sólo el cariño que nace de compartir veinte años de genialidad permite hablar así. Por cierto, no se pierdan la cronología al final del libro. Una pista: llega hasta el año 3039.
Pocas veces se dan las circunstancias propicias para que varios talentos coincidan y formen algo nuevo, un conjunto deslumbrante que es la suma de lo anterior. Ocurrió con los Beatles, y cambiaron el rumbo de la música popular. Y ocurrió, en otro terreno, el del humor, con otro grupo, también inglés -- en su mayoría, aunque con un galés y un americano -- surgido en 1969: los Monty Python. Así lo ve Bob MacCabe en la introducción del libro.
Se trata de un volumen que se perfila como el definitivo para conocer a fondo la historia de seis hombres que inventaron una nueva forma de entender el humor y que conquistaron Occidente con sus míticas series de televisión -- sobre todo la ya de culto ‘Monty Python’s Flying Circus’ --, sus giras teatrales y su producción cinematográfica. John Cleese, Graham Chapman, Michael Palin, Terry Jones, Eric Idle y Terry Gilliam formaron una asociación artística sin precedentes, con una largísima historia llena de altibajos, éxitos, decepciones, drama -- como la desaparición de Chapman -- y mucho, mucho humor.