Solo llevan dos temporadas, pero la segunda tanda de episodios de 'Solo asesinatos en el edificio' es como reencontrarse con unos viejos amigos. De manera literal y figurada. Siguiendo la máxima televisiva "Si algo no está roto, no lo arregles", Steve Martin y los suyos nos han traído un misterio a la altura mucho mejor cohesionado que el anterior, aunque a cambio pierdan cierta frescura y su reparto no pare de crecer. No es que me queje: prefiero comer el mismo helado delicioso dos veces antes que probar con algo diferente que quizá me horrorice.
Probando micros
La primera temporada fue un pequeño milagro televisivo: una serie de comedia y misterio adulta protagonizada por Steve Martin, Martin Short y Selena Gómez se convirtió en un éxito totalmente inesperado. El humor funcionaba como un tiro, pero es cierto que la resolución del asesinato se perdía por vericuetos y pistas falsas que simplemente servían para alargar los episodios (aunque todos hicimos como que no nos dábamos cuenta de estos callejones sin salida). En estos diez episodios han hecho que el misterio fuera más fácil de seguir a costa de perder algo de efectividad en los cliffhangers.
Al no haber necesidad de presentación, el primer capítulo empieza a toda mecha: Bunny ha sido asesinada y todas las pistas incriminan a los podcásters más famosos del Arconia. Y, a partir de entonces, todo explota, haciendo que el final haya sido más coherente, divertido y sorprendente que el que vimos el año pasado: toda una fiesta de resolución de asesinato al mejor estilo Agatha Christie con giros cada tres minutos. Como debe ser.

Si saliste satisfecho de la primera hornada de 'Solo asesinatos en el edificio' no veo ningún motivo para no seguir estándolo tras la segunda. Mismos lugares, mismos personajes, mismo tono, misma perfección y mimo al detalle. Que algo sea continuista no quiere decir, bajo ningún concepto, que sea peor: es más, introducen los cambios suficientes para que aún nos huela a nuevo, pero en su justa medida. La revolución estilística, de haberla, será cuando empiece a flaquear. Y aún queda.
Perdone, ¿quién es usted?
El mayor problema de 'Solo asesinatos en el edificio' es también una de sus grandes virtudes: el gran abanico de personajes (y por tanto sospechosos), que no pueden desarrollar lo suficiente para que, más allá del trío protagonista, nos importen. Figuras como la de Howard, que en la primera temporada era cotilla y divertido, aquí están más desdibujadas y terminan por resultar irritantes, al igual que Alice, el interés amoroso de Mabel, que nunca es capaz de transmitir nada al espectador. En este sentido, los diez episodios no han sabido sintetizar bien los nuevos personajes y ampliar el grupo del Arconia ha caído en la caricaturización y el esbozo más que en personalidades repletas de matices.

A lo largo de los capítulos pasarán por allí antiguas amantes, hijas, hijos, madres, detectives, podcásters, artistas y porteros, pero la mayoría solo entorpecen la historia principal y no aportan nuevos datos a una investigación que queda con demasiados cabos sueltos: ¿Qué pasó con Amy Schumer? ¿Por qué tanto empeño en centrarse en Nina Lin, cuya trama no resuelve nada? ¿Sabe algo Jan que se nos oculta a los espectadores?
Es posible que la temporada 3 resuelva alguna de estas preguntas, aunque la segunda en realidad no lo ha hecho con la anterior: tan solo ha escogido unos pocos detalles (estupendos, eso sí) para crear la sensación de misterio conjunto, cuando realmente se trata dos casos totalmente diferentes y que, más o menos, se pueden disfrutar de forma individual. En el fondo, con tantas series que esperan que recuerdes todas las frases que dijo un personaje secundario dos años antes, se agradece que 'Solo asesinatos en el edificio' no se crea tan importante.
Mejor acompañado que solo
Steve Martin ha comentado en más de una ocasión que 'Solo asesinatos en el edificio' es el final de su carrera (a priori), y es una rúbrica de oro: por más pegas que se le pueda poner a parte de sus episodios, es una serie fabulosa, un escenario de off-Broadway lejano a los grandes bombazos de los streamers pero que es capaz de robarles la atención durante media hora semanal.
Y es que funciona como un reloj suizo, como la suma perfecta de todas sus partes sin descuidar nunca ninguna: un humor a prueba de bombas (incluso en la supuestamente solemne resolución del misterio hay lugar para la carcajada), tres personajes moldeados a la perfección y un misterio tan bien llevado que se aseguran de que cada nuevo giro y revelación sea una absoluta sorpresa para los espectadores. Puede que ya no me dejen con la boca abierta como ocurrió en la temporada uno, en parte por su dispersión, pero es de las pocas series que no se ven venir, aunque sea ocultando información al espectador... Y no es nada fácil con lo listillos que somos hoy en día.
La preparación de la temporada 3 deja muchos misterios en el aire, pero sobre todo uno pululaba mi cabeza durante los últimos minutos del episodio: ¿Hasta cuándo van a poder alcanzar estas cotas de grandeza? ¿Cuándo dejarán de hacer fácil lo difícil, o se despistarán en el misterio y resultará obvio para todos? Si siguen con este nivel, y sintiéndolo mucho por la mujer de Steve Martin, espero que el podcast aún les dure muchísimos años más.
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7 comentarios
akumasoul
Si Steve Martín dice que esta serie es su retirada me parece que no va a dejarse nada en el tintero de su ser, porque jamáso hizo desde que empezó.
Me sorprende, como dicen, la inclusión de Selena Gómez, pero a la vez la entiendo, porque es el puente de ciertas generaciones a otras mucho más distantes...
La serie es un maravilloso viaje y también, porqué no decirlo, que tenemos unos actores de doblaje maravillosos que vuelven a interpretar las voces de personajes conocidos que nos hacen a nosotros volver a disfrutar de ellos.
Esta segunda temporada me ha parecido una maravilla. No quiero puntuarla, ni decir si es mejor o peor que la primera, porque la he disfrutado junto a mi mujer, a pequeños sorbitos en los que luego comentábamos lo que nos gustaba en la terraza.
Disfrutábamos del poco aire fresco en estos tiempos de olas de calor y yo la contaba quien eran Steve Martín o Mártin Short.
Espero que Steve Martín se retire, cómo él quiere, tras 10 temporadas completas de la serie y que Mártin Short entienda que ser tan histriónico es una de las más grandes maravillas que nos dieron todos sus personajes. Y que Selena no tiene porqué avergonzarse de ser tan buena actriz, leñe 🥰
Kokerosso
A mi me ha parecido más ambiciosa y torpe a partes iguales. Está todo cogido demasiado. Con pinzas y había muchos capítulos que mw tenían perdido. Espero que lo mejoren en la tercera.
Eso si, la química del trío es maravillosa.
heimndal
De la primer temporada...no me ha sorprendido en absoluto la quimica de Martin y Short, que esta mas que demostrada, sino la inclusion de Selena Gomez en ese dueto para transformarlo en terceto...ya disponible toda, pasaremos a verlo de uno o dos tirones y a esperar la tercer temporada.
mario99
Pues no lo sé, porque no logré acabar la primera temporada. Tras un buen primer capítulo la cosa se desinfla sin remedio, se dan vueltas sobre lo mismo, y los personajes pierden interés.
Cómo estará el mundo de las series si las maravillas de las maravillas son ésto y la nueva versión de Dinastía, Sucession.
Guardo los últimos capítulos de Saúl como oro en paño para estos momentos de travesía del desierto