En 2024 queda ya bien claro que lo que era una garantía, casi una gallina de los huevos de oro que no se iba a cansar nunca, está en un momento de declive en cuanto a interés. Hablamos de los superhéroes, los personajes que han reemplazado a las estrellas clásicas como gancho para el público, y que se enfrentan a un nuevo paradigma donde deben volver a ofrecer argumentos de peso para convencer.
Lo que parecían éxitos asegurados han terminado sorprendiendo para mal, desde la debacle total de ‘Joker: Folie à deux’ hasta el descenso notable (aunque sigue atrayendo público en diferentes oleadas) de ‘Venom: El último baile’. DC y Marvel tienen que recobrar urgentemente el favor perdido de cara a 2025, aunque los últimos han encontrado un necesario balón de oxígeno con el éxito de ‘Deadpool y Lobezno’.
Un mercenario viajero
Uno de los taquillazos del año, rozando casi el primer puesto que aún posee ‘Del revés 2’, donde Ryan Reynolds y su trupé han revalidado el tirón del mercenario bocazas en su salto al multiverso del UCM. Con Hugh Jackman de co-protagonista y Shawn Levy de director gregario, la película hace su esperada llegada al streaming a través de Disney+.
Siguiendo una serie de decepciones personales, incluyendo un fallido intento de unirse a los Vengadores, Wade Wilson se encuentra en una encrucijada vital. Al menos hasta que la agencia encargada de preservar la línea temporal maestra del Universo Marvel le ofrece una segunda oportunidad, aunque sea a costa de perder su propio universo. Deadpool recorrerá mundos alternativos para acudir a la única persona que puede salvarles del aprieto.
La comedia más descaradamente cinematográfica de las cintas de Deadpool ofrece una oportunidad estupenda a Marvel para abordar la inestabilidad de su apuesta por el multiverso, y su tono más salvaje y sangriento proporciona también oportunidad para ofrecer cierta frescura con respecto a las películas previas. Aunque es Reynolds quien termina marcando una línea creativa donde quiere hacer una reivindicación de las películas fallidas de la era Fox que, por otro lado, cae en cierta vacuidad y un poco de hipocresía.
‘Deadpool y Lobezno’: recordando a los caídos
Parte del éxito de ‘Deadpool’ y su secuela ha residido en hacer sangre de aquellos fallos que estaba exhibiendo el cine de superhéroes, especialmente del universo de X-Men donde estaban enmarcadas. Cambiarlo ahora por una carta de amor a los ”héroes caídos”, los que Marvel Studios ya no va a repescar, se siente una recogida de cable cínica similar a cuando el propio Reynolds se puso a tuitear mientras veía ‘Linterna verde’ y la calificó con más candidez tras años de reírse del fracaso notorio para quedar bien de cara a la galería.
Todos estos intentos quedan enmarcado en otra película rutinaria de Marvel, donde podría quitarse al propio personaje de Deadpool y la historia seguiría siendo la misma, y donde el humor cae más plano y no disimula carencias por mucho que la señale ella misma (hacer humor sobre la esperada pelea entre Deadpool y Lobezno para luego volver a hacer otra pelea porque le conviene por guion). Ciertamente sus números violentos a ritmo de NSYNC consiguen conectar lo suficiente con el público para creer que está siendo refrescado, pero tiene más de parche temporal que de salvación necesaria para el estudio y el macroproyecto compartido.
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