Cuando Uma Thurman se abrió públicamente sobre su controvertido accidente en el set de 'Kill Bill' y su peculiar relación con Quentin Tarantino, perjudicada no sólo por este suceso, sino por todo lo relacionado con los abusos de Harvey Weinsten, productor habitual del cineasta —quien ha expresado su arrepentimiento por ambos temas—, fueron muchas las voces que se alzaron para defender al realizador y sus métodos de rodaje.
Una de ellas fue la de Diane Kruger, que posteó en su cuenta de Instagram un mensaje en el que podía leerse lo siguiente:
"Mi experiencia laboral con Quentin Tarantino fue un auténtico placer. Me trató con total respeto y nunca abusó de su poder ni me obligó a hacer algo con lo que no estuviera cómoda".
"Es cosa mía"
Pero, junto a este comentario, la actriz, que participó en la magnífica 'Malditos bastardos', reveló una curiosidad de lo más turbia: las manos que la estrangulan en primer plano durante la escena en la que Hans Landa quita la vida a su personaje no son las de Christoph Waltz, sino las del propio Tarantino.
"Es muy extraño ser estrangulada por el director. Lo gracioso es que las manos de Quentin están en el primer plano. Quentin dijo: [Christoph Waltz] no lo va a hacer bien, será demasiado o demasiado poco".
Pero, ¿qué impulsó a Tarantino a ser el ejecutor directo? En el siempre genial programa de Graham Norton, el de Tennessee explicó los motivos que le llevaron a tomar las riendas de la escena.
"Fue muy interesante, porque... La cosa es que cada vez que hay un plano corto de alguien siendo estrangulado, no me lo creo. Porque cuando estrangulan a alguien hay algo muy peculiar que le ocurre a su cara, el modo en que se tornan de un cierto color y cómo se hinchan la venas y esas cosas. Siempre parece falso.
Hablé con Diane y le dije, 'Mira, esto es lo que quiero hacer si te parece bien, porque no quiero mierdas cutres. Quiero hacerlo yo, porque es cosa mía. Sólo quiero hacerlo una vez. Las manos van a ser las mías y te voy a estrangular. Voy a cortarte el aire un poco, vamos a ver la reacción en tu cara y después cortamos. Y el coordinador de especialistas va a estar ahí mirando'. Confió en mí y conseguimos algo muy bueno".
¿Lógico? Puede. ¿Turbio? Un poquito, no lo vamos a negar.
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