"No es un formato como el 70mm, es una herramienta". James Cameron cree que ha descifrado el HFR en 'Avatar: El sentido del agua', y su explicación tiene todo el sentido del mundo

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Como era de esperar, buena parte de la conversación que iba a generar —y está generando— la espectacular 'Avatar: El sentido del agua' estaría centrada en su descomunal apartado técnico. Una nueva proeza de James Cameron y su equipo que ha dejado en pañales la revolución del largometraje original y que ha llevado a un nuevo nivel el tratamiento de la imagen en 3D-HFR.

Cine y tecnología

Durante una entrevista con Yahoo UK, el maestro ha profundizado en estos temas, comenzando con un breve dibujo del estado del cine estereoscópico en la actualidad; comparando la situación con la realidad que se vivió en 2009 cuando se estrenó la primera 'Avatar'.

"Si piensas en cómo funcionó entonces, el 3D era una novedad. Ahora ha encontrado su nivel como una elección del consumidor. Por aquél entonces tuvimos 6.000 salas en todo el mundo con pantallas 3D, ahora tenemos 120.000. La mayor parte de blockbusters están hechos en 3D, así que la gente puede elegir. Si les gusta, pueden verla en 3D y si no pueden hacerlo en 3D".

Por otro lado, lo más interesante de las declaraciones de Cameron ha versado sobre su uso del HFR en la película —esto es, imágenes rodadas y proyectadas a tasas de fotogramas mayores de 24 por segundo, en este caso 48—. No obstante, la integración del HFR no es, en absoluto, sencilla, y ha requerido descifrar una suerte de código para saber cuándo emplear la herramienta para obtener resultados óptimos.

"No lo veo como un formato. No es un formato como el 70mm. Es una herramienta, una herramienta creativa. Creo que lo he pillado. Creo que hemos encontrado el equilibrio. La regla fue que siempre que se sumergiesen bajo el agua, son 48 fotogramas. Boom. Algunas de las escenas de vuelo y de las panorámicas de escenarios se benefician de los 48 fotogramas. Si sólo es gente sentada hablando, o caminando mientras hablan, con imágenes con una evolución relativamente lenta, no es necesario. De hecho, en ocasiones es incluso contraproducente, porque se ve demasiado fluido, ¿verdad? Así que el truco fue averiguar cuándo usarlo y cuándo no".

El razonamiento del realizador tiene todo el sentido del mundo en lo que respecta al contraste entre escenas de acción y pasajes más calmados y con menos cinética en sus planos, y ha logrado generar una experiencia 3D realmente inmersiva. Después de todo, el High Frame Rate está al servicio de la tridimensionalidad, y el motivo tiene explicación científica relacionada con la nitidez de los bordes de los elementos y el trabajo de nuestros cerebros.

"Lo único que podría decir de forma bastante definitiva es que los 48 fotogramas no benefician demasiado a una película en 2D. Todo gira en torno a hacer una mejor experiencia en 3D. Algunas veces, la detección de bordes que intenta hacer nuestros cerebros para descifrar la imagen compuesta provoca un efecto estroboscópico que jode con nuestros cerebros. Queríamos deshacernos de eso para hacer una mejor experiencia 3D".

Desde sus orígenes, cine, ciencia y tecnología han estado ligados estrechamente, y 'Avatar: El sentido del agua' es, tan sólo, el siguiente paso en la cadena evolutiva. No cabe duda de que tenemos un futuro maravilloso por delante.

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