Comenzamos la antepenúltima semana de un 2020 para olvidar con una noticia de lo más triste para el mundo de la literatura e, indirectamente, para el cinematográfico. El novelista británico David John Moore Cornwell, más conocido por su pseudónimo John le Carré,** falleció el pasado sábado a los 89 años de edad** a causa de complicaciones con una enfermedad no relacionada con la COVID-19.
La defunción ha sido anunciada por su agente, Jonny Geller, quien representó al escritor durante 15 años, y quien ha afirmado haber perdido “un mentor, una inspiración y, lo que es más importante, un amigo”.
Le Carré, que trabajó para el Servicio de Seguridad —MI5— y el Servicio de Inteligencia Secreto —MI6— británicos durante las décadas de los 50 y los 60, trasladó sus experiencias a la ficción literaria, siendo recordado por sus obras ambientadas en la Guerra Fría como ‘El espía que surgió del frío’, ‘El espejo de los espías’ y, especialmente, el best-seller que le proyectó internacionalmente: ‘El topo’.
La buena mano del natural de Truro a la hora de gestionar el suspense y sus conocimientos en el mundo del espionaje convirtieron sus historias en la base ideal para un buen número de adaptaciones a la gran y la pequeña pantalla tan satisfactorias como sus versiones impresas; siendo una de las más reverenciadas la excepcional ‘El topo’ dirigida por Tomas Alfredson y protagonizada por Gary Oldman.
Junto al filme de 2011, es de rigor destacar largometrajes como el igualmente notable ‘El jardinero fiel’ de Fernando Meirelles, ‘El sastre de Panamá’ de John Boorman, o ‘El hombre más buscado’ de Anton Corbijn; y series de la talla de la ‘Calderero, sastre, soldado, espía’ en la que Alec Guiness dio vida al mítico George Smiley; ‘Un espía perfecto’, ‘El infiltrado’ —encabezada por Hugh Laurie y Tom Hiddleston’, o la reciente ‘La chica del tambor’ de BBC One.
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