Uno de los términos que, tristemente, más de moda se están poniendo últimamente en la industria cinematográfica hollywoodiense es "diferencias creativas". Escudándose en un concepto tan eufemístico como poco concreto, han sido muchos los realizadores que han abandonado, o directamente han sido despedidos de todo tipo de producciones.
Con la todavía reciente salida de Phil Lord y Christopher Miller del spin-off de Han Solo, Edgar Wright, a quien hemos entrevistado durante la promoción de su nuevo y esperado filme 'Baby Driver', ha arrojado algo de luz en el podcast de Variety "Playback" sobre su sonada retirada de la marvelita 'Ant-Man'. Sus declaraciones guardan un curioso contraste entre la decepción y su buen modo de ver el lado positivo de la decisión.
"Creo que la respuesta más diplomática es que quería hacer una película Marvel, pero no creo que ellos quisieran hacer una película de Edgar Wright. Tener que retirarme después de haber trabajado en ello durante tanto tiempo fue una decisión realmente dolorosa. Es gracioso cómo algunas personas dicen, "oh, han estado trabajando en ella durante ocho años"; eso es algo relativamente cierto, pero durante ese tiempo hice tres películas, así que no es como si hubiese estado trabajando a tiempo completo.
"Después de 'Bienvenidos al fin del mundo' trabajé en ella ['Ant-Man'] por un año, iba a hacer la película. Pero luego fui el escritor y director y quisieron hacer una reescritura sin mi, y habiendo escrito todas mis otras películas, es algo muy duro de superar, sobre todo pensando que si hago una de estas películas, me gustaría hacerla como director-guionista. De repente me convertí en un director de encargo, te involucras menos emocionalmente y empiezas a preguntarte por qué estás ahí."
Todos los años invertidos en 'Ant-Man' por Edgar Wright y su compañero Joe Cornish, junto al que escribió el guión del filme, no cayeron totalmente en saco roto. Nada más y nada menos que el gurú del género fantástico Joss Whedon alabó el libreto declarando que es "el mejor guión que Marvel ha tenido nunca":
"No lo entiendo. Creo que el guión no es sólo el mejor que Marvel ha tenido nunca, sino el guión más Marvel que he leído. No tenía interés en Ant-Man; leí el guión y pensé: ¡Claro que si! ¡Esto es muy bueno! Me recordó a los cómics cuando los leía. Irreverente, divertida... podía hacer lo pequeño enorme y viceversa. No entiendo cómo terminó yendo mal, pero estoy muy triste. No diré que fue todo culpa de Marvel, o que Edgar se volvió loco; siento que podrían haberse complementado utilizando lo que les hacía diferentes, pero algo sucedió."
Saltar a trabajar con un gran estudio como Marvel Studios —no lo olvidemos, propiedad de Disney— después de haber gozado de un control prácticamente total, y de una atípica libertad creativa sobre tus anteriores proyectos, debe ser un paso tan grande como asfixiante para un autor —que no director— como Wright. Es por eso que no extraña detectar el tono lánguido en la primera parte de su discurso. No obstante, esta tónica desaparece cuando comienza a hablar los beneficios de su adiós al Universo Cinematográfico de Marvel.
"Lo bueno que salió de todo esto es que me centré en 'Baby Driver', que era un guión que ya tenía escrito. Tal vez la ironía sobre ello es que ya había pensado, "bueno, si la película de Marvel va bien, tal vez tenga suficiente músculo para poder hacer 'Baby Driver'", así que creo que es irónico el no haber hecho la otra película y sí 'Baby Driver', y con un estudio, lo cual es muy raro para un filme original."
"La otra cosa importante para mi es que prácticamente todo el equipo con el que iba a hacer la otra película abandonó el proyecto en solidaridad, así que fue muy importante tener otra película en marcha para poder re-emplearles a todos. Lo gracioso sobre 'Baby Driver' es que tiene a todas las cabezas de de departamento que iban a hacer la otra película conmigo."
He de reconocer que, a título personal, Edgar Wright fue lo único que logró que manifestase un mínimo interés por ver las aventuras del Hombre Hormiga en la gran pantalla —mi animadversión hacia Paul Rudd es demasiado fuerte—. Por ello, el potencial desaprovechado para hacer del filme algo verdaderamente único dentro del sobreexplotado mercado superheróico al descartar las ideas de Wright me sentó como un golpe bajo.
Conocer a posteriori que aparcar 'Ant-Man' —o "la otra película", como la llama el bueno de Edgar— permitió al cineasta británico firmar una de las cintas más prometedoras de esta campaña estival y de su filmografía, ejemplifica a la perfección ese refrán popular que dice que "no hay mal que por bien no venga".
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