David Lynch ha muerto. El genial director de 'Twin Peaks', 'Terciopelo azul' o 'Mulholland Drive' nos deja con 78 años

Lamentablemente, acabamos el día con una noticia muy triste. Ha muerto David Lynch a los 78 años. La familia ha comunicado el fallecimiento a través de un mensaje en Facebook acompañado por la fotografía que podéis ver más abajo:

"Con profundo pesar, nosotros, su familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y artista David Lynch. Agradeceríamos un poco de privacidad en este momento. Hay un gran agujero en el mundo ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él decía: 'Mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero'.
Es un hermoso día con sol dorado y cielos azules todo el camino."

Un autor irrepetible

Su último trabajo importante fue 'Twin Peaks: El regreso', la tercera temporada de sus serie más famosa, en donde borró la línea entre la televisión y el cine, pero no había dirigido un largometraje desde 'Inland Empire' de 2006. Hace unos meses anunciaba que sólo podría "dirigir a distancia" debido a una enfermedad:

"He tenido un enfisema por fumar durante tanto tiempo, así que estoy confinado en casa me guste o no. No puedo salir... a causa del Covid, sería muy malo para mí enfermar, incluso con frío. Sólo puedo caminar una corta distancia antes de quedarme sin oxígeno".

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David Lynch nació en Missoula, Montana, el 20 de enero de 1946, fue un influyente cineasta, artista, músico y escritor conocido por su estilo surrealista y a menudo perturbador. Su obra exploró la oscuridad oculta bajo la superficie de una vida aparentemente normal, mezclando elementos del cine negro, el suspense y el terror. Su trayectoria artística comenzó con la pintura y los cortometrajes hasta que logró concretar su primer largometraje, 'Cabeza borradora' (1977), una exploración surrealista e inquietante de la paternidad en un sombrío entorno industrial, se convirtió rápidamente en un clásico de culto.

En ella mostraba su estilo visual único y sus temáticas recurrentes, estableciéndolo como una voz única en el cine americano, lo que le llevó a la inusual 'El hombre elefante' (1980), una película a priori más "convencional" y conmovedora que se basada en la vida de Joseph Merrick, un personaje real con graves deformidades físicas. La película obtuvo ocho nominaciones a los Oscar, incluida la primera de Lynch al mejor director, lo que supuso su consagración.

Explorando su voz

En la década de 1980, Lynch abordó diversos proyectos que definirían su carrera. Dirigió la accidentada 'Dune' (1984), una ambiciosa adaptación de la novela de ciencia ficción de Frank Herbert que, a pesar de ser una decepción comercial en su momento, se convirtió en su película más taquillera. Después creó 'Terciopelo azul' (1986), un thriller psicológico neo-noir que muchos consideran una de sus obras estandarte. Protagonizada por Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini y Dennis Hopper, se adentra en los oscuros entresijos de una pequeña ciudad aparentemente idílica.

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En ella ya exploraba temas de su carrera posterior como el voyeurismo, la corrupción y los deseos ocultos en la América idealizada, lo que consolidó su reputación de mezclar como nadie lo mundano con lo macabro. Pero su gran golpe vendría en 1989, cuando se aventuró en la televisión con 'Twin Peaks', una innovadora serie creada junto a Mark Frost que mezclaba misterio de detectives típico con rasgos de telenovela con el terror sobrenatural más extraño, lo que cautivó al gran público a pesar de sus extravagantes personajes, su atmósfera inquietante y su irresistible misterio central: "¿Quién mató a Laura Palmer?".

'Twin Peaks' se convirtió en un verdadero fenómeno de la cultura pop, ampliando los límites de la narración televisiva y dejando un impacto duradero en el medio hasta su regreso en 2017, cuando el estreno de 'Twin Peaks: El regreso' redefinió los límites de la televisión una vez más. El director se enfrentó a una continuación de 18 episodios que exploraba aún más la enigmática mitología de la logia negra y supuso el cénit del estatus de Lynch como narrador visionario, especialmente con su comentadísimo episodio 8, una obra maestra del horror cósmico que sigue dejando ríos de tinta.

Una obra inabarcable

A lo largo de su carrera, Lynch demostró una notable versatilidad, dirigiendo thrillers de carretera como 'Corazón salvaje' (1990), que ganó la Palma de Oro en Cannes, el neo-noir de horror con doppelgangers 'Carretera perdida' (1997), alternando tanto historias sencillas como la conmovedora 'Una historia verdadera' (1999) y las propuestas más experimentales y hostiles para el espectador, como la muñeca rusa de realidades planteada en 'Inland Empire' (2006), su última y más claustrofóbica película.

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Puede que su obra más equilibrada entre sus mundos expansivos y sus etapas más tradicionales, si es que llegaron a existir, fue 'Mulholland Drive' (2001), concebida originalmente como un piloto de televisión, se transformó en largometraje, siendo aclamado por la crítica, lo que le valió a Lynch el premio al Mejor Director en Cannes y otra nominación al Oscar. En ella desgranaba sus obsesiones y elementos estilísticos recurrentes, como la cara oculta de Hollywood y el contraste entre las apariencias superficiales y las realidades ocultas, abriendo la puerta a la oscuridad y la extrañeza que acechan bajo el barniz de la normalidad.

Un cine embriagado de secuencias oníricas, imágenes surrealistas y aterradoras, con diseños de sonido de vanguardia y un uso de la tecnología digital singular, que crearon una experiencia cinematográfica que se ha venido en llamar "lynchiano", definiendo para muchos la extrañeza audiovisual en el cine, con una influencia aún imposible de evaluar. Su elenco recurrente de actores, como Kyle MacLachlan, Laura Dern, Jack Nance y Harry Dean Stanton, o las colaboraciones con el compositor Angelo Badalamenti, son elementos inseparables de su obra. A Lynch le sobreviven su esposa y sus tres hijos, en 2019, recibió el Óscar honorífico y aceptó con un discurso a su estilo clásico:

"A la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, gracias por este honor, y a todas las personas que me ayudaron en el camino. Enhorabuena a todos los demás galardonados esta noche. Y a todos, que paséis una gran noche. Tienes una cara muy interesante (mirando la estatuilla). Buenas noches".

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