“El cine sonoro inventó el silencio” – Robert Bresson
Uno de los conceptos cinematográficos a los que menos atención presta el gran público y una gran parte de cineastas aún en activo (al menos en su empleo narrativo y artístico) es sin duda el sonido. Basta ver el espacio que se le concede en cualquier clase de premios anuales, no digamos ya en los festivales de cine, comparado con la fotografía. En muchos casos, se trata de una disciplina menor, meramente técnica, un “acompañamiento” a las imágenes. En el rodaje, el jefe técnico es el director de fotografía, y aunque los más grandes operadores probablemente conocen y entienden el sonido del cine, el departamento de sonido no posee tanta importancia, ni de lejos, como el equipo de cámara durante la filmación, ni muchas veces conoce un tratamiento a fondo durante la postproducción. Y cuando hablamos de un gran cineasta, nos referimos siempre a un artista con un gran sentido visual. El cine es imagen en movimiento, claro, dinamismo visual, pero las imágenes son un juego de sombras sin el sonido detrás. Esas sombras no poseerían entidad, ni fuerza. Porque, en realidad, en el arte “audiovisual”, la imagen fotográfica y el sonido son las dos materias con las que trabaja el director, mucho más importantes que la escenografía o el montaje.
El sonido fue implementado al cine casi desde sus inicios, y ya en el llamado “cine mudo” muchas importantes películas requerían, según sus propios creadores, de una orquesta en directo, o de un narrador que fuera explicando y acompañando la trama. Claro que hasta los primeros años veinte, no se instalaron los primeros sistemas de sonido, que lo grabasen ya en el rodaje. Fueron los alemanes Jo Engel, Hans Vogt y Joseph Massole, con su filme ‘Der Brandstifter’ (1922), gracias a las aportaciones técnicas Lee de Forest, los que luego darían lugar al Movietone. En 1926 llegaba la primera película con efectos de sonido sincronizados posteriormente, la cara y exitosa ‘Don Juan’ (íd, Alan Crosland) y en 1927 veía la luz ‘El cantante de jazz’ (‘The Jazz Singer’, Alan Crosland), con sonidos, diálogos y canciones sincronizadas gracias al sistema Vitaphone. El cine cambió profundamente.
Se ha dicho muchas veces que con la llegada del sonido, el “lenguaje” del cine conoció una regresión de la que todavía no se ha recuperado del todo. Me parece exagerado y reduccionista. Desde luego, fue una hecatombe a un nivel industrial (sobre todo en Estados Unidos), con los actores temerosos (no sin razón) de que sus voces no fueran lo suficientemente buenas (algo que le sucedió al gran Buster Keaton, por ejemplo), con los montadores viéndose en la necesidad de cambiar su sistema de trabajo, y con los rodajes mucho más complejos que antaño (no solo porque los rodajes debían llevarse a cabo en silencio, también por los requerimientos técnicos de grabación, tales como micrófonos rudimentarios que no captaban bien los diálogos, o departamentos de sonido que no podían ver el rodaje…y para una visión lúdica del problema recomiendo el visionado de ‘Cantando bajo la lluvia’ (‘Singing in the Rain’, Stanley Donen, 1952), que tan bien explica estas cosas). Pero la llegada del sonido sincronizado era inevitable y supuso, realmente, la cristalización del cine como el arte del siglo XX.
Diálogos, ruidos, música, imaginación
Tampoco creo que el cine, ni en la imagen ni en el sonido, sea un “lenguaje”, es decir, un sistema de comunicación basado en signos y normas. Ni la imagen ni el sonido son un signo, una idea, como no lo es la música, el arte al que más se parece el cine. Es una emoción, un sentimiento también, un estado de ánimo. Cuando el cine carecía de música y de sonido, muchos podían imaginarse el sonido viendo las imágenes, pero era una forma de expresión artística incompleta: una experiencia sensorial restringida. El sonido, o la música, sin embargo, por sí solos, crean imágenes en la cámara oscura que es la mente del espectador. En otras palabras, excitan su imaginación y su fantasía mucho mejor que la imagen por sí sola. En realidad, las imágenes dependen del sonido, y no al revés. Y así se han creado, me parece, las más grandes obras maestras del cine, desde ‘Un condenado a muerte se ha escapado’ (‘Un condamné à mort s’est échappé ou Le vent souffle où il veut’, Robert Bresson, 1956) hasta ‘Nostalghia’ (íd, Andrei Tarkovski, 1983).
Esta secuencia, muda es impensable, pues el sonido le otorga toda su fuerza dramática, dinámica, y convoca una tensión psíquica mucho mayor. Si el director de fotografía es el gran técnico que provee al director de un soporte visual para hacer realidad las imágenes que lleva en la cabeza y en el corazón, el jefe de sonido es de una importancia por lo menos igual de grande, pues es el que hace realidad los sonidos y la música que necesita escuchar el realizador y les da sentido a las imágenes del operador. Actualmente, el sonido ha avanzado muchísimo, desde el Monofónico de los años treinta hasta el Dolby Stereo de mediados de los setenta y el Dolby Digital de los noventa, llegando al Dolby Digital EX y DTS ES de finales de esa década, pero no necesariamente pasa, demasiado a menudo, de un hiperrealismo consistente en una perfecta distribución del sonido, recogiendo cada detalle de ruidos y mezclando a la perfección los diálogos. El sonido como instrumento sobre todo poético lo emplean muy pocos cineastas, generalmente los más completos, audaces y artísticos.
En las películas de ahora mismo, sobre todo las norteamericanas, es asombrosa la gran variedad de efectos sonoros, la batería de mixturas y mezclas de sonido que, con la ayuda de las tecnologías más punteras, logran epatar al espectador. Y puede que muchos espectadores no lo sepan, pero toda esa elaboración del sonido, además de carísima, exige de enormes departamentos, cada vez más especializados, que alargan sensiblemente la postproducción, y que convierten a la fase de montaje, ya de por sí compleja, en un verdadero puzzle de miles de pequeños fragmentos cohesionados entre sí. En los intersticios de tanta artesanía, ha de colarse el director, preocupándose de dejar su impronta en algo tan psicológico como el sonido, que puede proporcionar sentimientos de amenaza, soledad, iluminación, sordidez, angustia, compasión, fragiidad, profundidad de campo, dinamismo, continuidad, abstracción, estilización, vínculo emocional, sueño, anhelos y un millón de cosas más que la gran mayoría de las imágenes sólo pueden transmitir de un modo muy primitivo.
Si echamos un vistazo a la ficha de una película de gran presupuesto y grandes requerimientos técnicos como ‘Star Wars: Episodio III – La venganza de los Sith’ (‘Star Wars: Episode III – Revenge of the Sith’, George Lucas, 2005), encontramos a casi una treintena de profesionales en el departamento de maquillaje, a un grupo de más de cincuenta en el departamente artístico (inevitable, entre modelistas, decoradores, escultores…) y a otra cincuentena de especialistas en el departamento de sonido (entre mezcladores, grabadores, artistas de foley, que ya veremos lo que es, ADR editors y ADR recorders, que ya veremos lo que es también, técnicos de estéreo y digital, grabadores de diálogos y una larga lista de individuos sin cuya crucial aportación el mundo soñado por Lucas sencillamente no es posible en todo su esplendor y riqueza imaginativa), más gente que en el departamento de cámara aún en una película tan compleja como esta. Lucas es un alquimista del sonido, pero otros son poetas del sonido, como Tarkovski o Lynch, y otros unos visionarios, como Coppola.
De todos estos especialistas, y de los grandes directores con un sonido realmente creativo, narrativo y psicológico en sus películas, hablaremos en sucesivas entregas, procurando, como ya hiciéramos en las entregas sobre los Fundamentos de Fotografía, acercar un poco al lector al apasionante mundo del sonido y de la música de cine (entendiéndola desde un modo narrativo, pues recordemos que Jesús León lleva un tiempo hablando apasionadamente, y muy bien, de scores y compositores varios), para que quizá él por su cuenta se introduzca un poco más en estas cuestiones que son parte esencial de las imágenes y del arte del cinematógrafo. Y de paso yo también, espero, aprenderé muchas cosas de las que todavía no tengo demasiada idea, pues no pretendo ser un experto, sólo hablar de aspectos técnicos que enriquecen más el visionado de una película.
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pilar62
Buen post e interesante especial el que planteas. Todos, más o menos, tenemos directores de fotografía favoritos, así como compositores, pero sospecho que conocemos a muy pocos de los directores de sonido, y también bastante poco como funciona esta disciplina.
Sólo no me ha gustado una frase de tu post:
"Tampoco creo que el cine, ni en la imagen ni en el sonido, sea un “lenguaje”, es decir, un sistema de comunicación basado en signos y normas. (...) como no lo es la música, el arte al que más se parece el cine."
Tremenda afirmación en la era del postmodernismo. ¿Se lo decimos a Tarantino,, que lleva un porrón de años hablandonos de la gramática del cine? Porque no serás de los que creas que "Pulp Fiction" va de unos mafiosos.
El cine es un lenguaje que comunica al espectador una idea, una emoción un sentimiento, una historia,...,etc Sin lenguaje no hay comunicación, y sin comunicación no hay arte.
Además me lo comparas con la música, precisamente es arte que tiene un lenguaje más abstracto (muy similar a las matemáticas en ese aspecto). Fijate que mezclando re, do menor y fa sostenido (tres símbolos sonoros) puedes expresar una emoción o un sentimiento.
Si la música no hubiera sido un lenguaje, (y además uno muy abstracto) Beethoven nunca hubiera podido crear sus grandes obras. De hecho la música se puede leer.
Creo que es un mal de muchos críticos actuales. Las críticas que realizáis, suelen ser expresar lo que os produce la película con cierta gracia (el "me aburro" de Boyero)o con cierto talento literario sin explicar porque os lo produce, sin entender el complejo lenguaje que hay detras de la emoción que os transmite. Explicáis los efectos sin entender las causas.
Seguiré atenta el especial, aunque no comente mucho XD
Besos
richardford
Pues he de llevarte la contraria en la escena del film de Bresson,viendo la secuencia dos veces seguidas,(una con audio y otra muda),es cierto que el sonido la enriquece,pero sin este funcionaría perfectamente,(el movimiento de la cámara muy sensual,el montaje,las miradas de los actores que expresan la tensión del momento y el gesto de las manos),la escena ya con audio es casi muda, y demuestra el gran director que era Bresson.
Eso sí,el artículo estupendo y con ganas de próximas entregas,(magnífico el último video,Ben Burtt es un genio.)
shade2814
Estupendo artículo, Adrián, esperaré con ansias que prosigas con el estudio del sonido, que por cierto como dices es algo importante no sólo como instrumento narrativo sino también para definir mejor a los personajes, para ejemplo mismo están R2-D2(cuya personalidad entera se basa en los sonidos que produce en el momento) o el temible Darth Vader, que en mi opinión se merecía primer lugar en el conteo del video. Saludos.
BoixKu®
Hablando de Star Wars y su sonido he hechado en falta mencionar el THX.
http://www.youtube.com/watch?v=K3_HHZFi0As
:D
ÁlexDarko
El trabajo de Ben Burtt para 'Star Wars' es sobresaliente, no es de extrañar que contaran con él para 'Wall-E'.
PD: En el estreno de
'Don Juan'
, ésta se presentó con un cortometraje de un director anónimo llamado
'La Fiesta'
y que también contaba con sonido, además de ser probablemente el debut de Rita Hayworth.
kabe
"El cantor de Jazz", el "Avatar" de la época ;-)
Buen artículo oiga.
drvenkman
Pedazo de artículo Adrián,yo precisamente soy de los que se fijan mucho en el sonido de las películas,por eso me gusta verlas con auriculares,es otro mundo y se aprecian mucho mejor todos los sonidos de fondo que de manera normal pasan más .desapercibidos.
Por cierto,me ha encantado la primera foto del post,menudo cuadro para el salón más guapo.
Darius Palas
Estupendo artículo encabezado por una frase inmejorable :D, una pregunta ¿creéis que hoy día el silencio es algo tabú pues se suele achacar al cine lento y aburrido? hoy día resulta difícil encontrar un momento silencioso sin que haya una orquesta acompañándolo no?
malpaso
El último gran ejemplo de lo que puede aportar el sonido a una película, lo encontré en WALL·E, en su primera parte, en la que casi no hay diálogo, todo se expresa mediante imagen y sonido de manera genial. Falta mucho camino, ya llegaremos. A aprender todos juntitos.
Juan E. Trujillo
Excelente, se te ocurren uno análisis Adrián, tremendos. Deberías dedicarte a ello, y no a las criticas, que de verdad, no te va muy bien destrozando joyas cinematográficas, pero bueno, eso no es el tema. El sonido sin duda es muy fundamental, o por lo menos así se ha vuelto, aunque, me encantan las escenas en silencio completo, de vez en cuando. Bien llevadas, son magistrales. Un saludo.
marat
Empieza bastante bién este especial sobre el sonido. Esoti de acuerdo con todos en que los técnicos de sonido no están tan valorados (al menos por el espectador)como los de fotografía.
El Fabuloso Dr. Manga
A modo de apunte tengo que recordar la canción que crea Charles Chaplin en "Tiempos Modernos" para burlarse del cine sonoro. Ahí se equivocó del todo.
Por cierto, merece la pena (y mucho) ver todos los extras en dvd y blu-ray donde ha participado Ben Burtt. Es absolutamente increible la creatividad y su continua búsqueda de nuevos sonidos.
kiwi.
Muchas gracias Adrian, aparecerás en agradecimientos cuando en mi universo paralelo me convierta en un afamado director de cine, respetado y admirado por todo el universo.
PD: Seguiré con atención este nuevo ciclo.
filmman
Pues post Adrián. Solo añadir que gracias a las tecnologías y avance, de los equipos de ocio doméstico, muchas de las virguerías de las bandas sonoras, es posible disfrutarlas en nuestra casa en varios canales de audio independientes. Creo que es una suerte.
Un saludo.
rafabarranco
Sobre este tema es muy recomendable la pelicula Cantando Bajo La Lluvia, habla sobre la epoca del cambio del cine mudo al sonoro, es una pelicula en la que se habla (y canta) de la historia del cine en si mismo. Tambien adjunto un video de Walter Murch responsable de sonido entre otras cosas de Apocalypse Now y El Padrino: http://youtu.be/7U6_Sa0KYJU
delorean_tm
Disiento en algunos aspectos de la entrada, pero creo que es un material sin desperdicio. Agradezco el hecho de que haya sido plantado.
Dirk Diggler
Esa película de Robert Bresson es genial. Tiene grandes momentos en los que el sonido juega un papel determinante, como el caso de ese chirrido, que al final resulta ser...