Daniel Clowes es uno de los nombres clave del mundo del cómic norteamericano, pero el mundo del cine había demostrado un interés limitado hacia él. De hecho, solamente se habían hecho dos películas basadas en sus obras -la estimable ‘Ghost World’ y la fallida ‘El arte de estrangular’ (‘Art School Confidential’)- y en ambas ocasiones Terry Zwigoff se encargó de dirigirlas, por lo que ni siquiera habíamos tenido variedad por esa vía.
Han tenido que pasar dieciséis años desde el estreno de ‘Ghost World’ para que otro realizador se acerque a un cómic de Clowes. El elegido en esta ocasión ha sido ‘Wilson’ y detrás de su salto a la gran pantalla tenemos a Craig Johnson, quien se enfrentaba al reto de dar una mayor cohesión al universo de Wilson sin que su protagonista interpretado por Woody Harrelson lo fagocitase todo. El resultado es positivo, pero deja cierto sabor agridulce.
No habría película sin Woody Harrelson
Harrelson es la gran estrella de ‘Wilson’ hasta el punto de que la película carecería de sentido de no contar con él. Yo mismo he dado tan por sentado su talento en algunos ocasiones que lo pasaba por alto mientras pensaba en otros actores, pero el protagonista de la estupenda ‘Asesinos natos’ (‘Natural Born Killers’) tiene una habilidad innata para equilibrar carisma y esfuerzo interpretativo para sacar adelante cualquier personaje y brillar siempre que el personaje se lo permita.
Estaba claro que ‘Wilson’ le iba a permitir lucirse y eso es algo que él aprovecha a la perfección, tanto en esas escenas aisladas pensadas únicamente para mostrar o incidir más en su peculiar personalidad, pero también cuando ha de mostrar la progresión emocional de su personaje. Al principio me daba miedo de que pudiera resultar forzado dado lo peculiar de la situación a la que se enfrenta, pero Harrelson lo salva todo mezclando naturalidad con excentricidad como si fuera la cosa más sencilla del mundo.
De hecho, llega un punto en el que los acontecimientos se precipitan y es él quien evita que el interés de la película se desmorone, y no lo digo pensando porque todo pase a girar nuevamente por completo alrededor suyo, sino porque la transición que ‘Wilson’ realiza a todos los niveles es especialmente difícil de aceptar. Sí que se conserva ese peculiar sentido del humor para hacerlo más llevadero, pero las piezas no terminan de encajar y acaba llegando un tanto agonizante a su final.
A 'Wilson' le falta arrojo para ser realmente buena
La cuestión es que Johnson tampoco aporta nada especialmente estimulante desde la puesta en escena, apostando por un estilo más propio de ciertas comedias indies de hace 10 o 15 años. No deja de ser una solución funcional confiando en que el guion del propio Clowes y el trabajo de sus protagonistas hagan que eso sea intrascendente. Cierto que tampoco es una película para alardes de ningún tipo, incluso de los más sutiles, pero ‘Wilson’ sabe un poco anticuada en ese punto, algo que también sucede con la fotografía de Frederick Elmes.
Es verdad que ese acabado visual encaja hasta cierto punto con la personalidad de Wilson -Internet es algo inexistente para él- y las situaciones a las que se enfrenta, pero hay algo ahí que podría haber elevado la película a otro nivel y aquí se queda en tierra de nadie. No molesta y la película sigue funcionando como un relato divertido con un Harrelson estelar, bien secundado por el resto del reparto -en especial Laura Dern- y con situaciones en las que lo emocional realmente nos da lo que busca.
¿Cuál es entonces el problema? En realidad no hay nada grave que achacarle a la película, ya que incluso funciona cuando su narrativa se vuelve más episódica, casi desconectada de una evolución real de la historia -ahí es cierto que a veces se atranca, pero siempre parece ser algo hecho así aposta en lugar de un bache inesperado, lo cual les permite manejarlo bien-, pero es que en todo momento da la sensación de faltar algo para llegar a ser memorable. Incluso el propio Harrelson, que está magnífico, podría hacer dado aún más de sí en un ecosistema diferente.
En definitiva, ‘Wilson es una buena película en la que destaca su reparto en general y Woody Harrelson en particular. Además es divertida y entrañable, sabiendo llevar más allá esto último cuando la historia lo permite, pero también es una propuesta que te da la sensación de que llega tarde y te deja con la sensación de que aborda más de lo que realmente da, haciéndose un poco cuesta arriba pese a durar apenas 90 minutos.
Ver 1 comentarios