Las series de televisión llevan siendo durante años el principal emblema de Netflix. Solamente hay que recordar casos como ‘House of Cards’, ‘Orange is the New Black’, ‘Narcos’ o ‘Stranger Things’. Ahí nadie puede discutir que ocupan un lugar de privilegio entre los amantes de la pequeña pantalla, pero a veces puede dar la sensación de que las obras de ficción están tapando otras que también merecen mucho la pena.
Seguro que muchos recordarán el caso de ‘Making a Murderer’, una aclamada serie documental sobre el caso de Steven Avery. Fue uno de los títulos más comentados durante varias semanas y aún son muchos los que esperan con ganas una segunda temporada. Netflix ha vuelto a intentar replicar su éxito sin llegar a conseguirlo y creo que ‘Wild Wild Country’ no va a llegar a ese nivel, pero sí que es una serie imprescindible para los amantes de los casos reales más insólitos.
Adictiva
El intento de asentamiento de un gurú indio y sus seguidores en una pequeña localidad de Oregón durante los años 80 es la base sobre la que se construye una apasionante serie documental dividida en seis episodios. Lo que parecía un conflicto puramente local pronto fue ganando presencia a medida, pero ‘Wild Wild Country’ no va directa al meollo, sino que se toma las cosas con calma para que uno entienda mejor la dimensión de la historia que nos va a contar.
De hecho, el primero de los seis episodios podría resumirse como todo lo que sucede previamente a la llegada de Bhagwan Shree Rajnessh a Estados Unidos. Se nos detalla que fue lo que le llevó a expandir su palabra, basada en el sexo libre y la meditación, fuera de su país natal, donde cada vez era sometido a un control mucho mayor por parte de las autoridades. Todo esto a través de entrevistas con algunas de sus seguidores más destacados, entre los que sobresale con luz propia Ma Anand Sheela.
Ante la imposibilidad de entrevistar a Rajneesh, Sheela se convierte en la principal impulsora de esas creencias que simplemente buscaban encontrar un sitio en el que, por así decirlo, tener su base de operaciones a partir de la cual ir llegando a personas de todo el mundo. El problema es que la creación de esa utopía tardó bien poco en chocar con las autoridades, dando lugar a conflictos de lo más variados y en los que hay episodios tan alucinantes que hasta cuesta creer que algo así pudiera suceder.
'Wild Wild Country' merece mucho la pena
Eso sí, ‘Wild Wild Country’ no comete el error de dar únicamente voz a los defensores de Rajneeshpuram, que es como se llamó el pueblo en cuestión, y también muestra, aunque en este caso principalmente a través de una exquisita selección de imágenes de archivo, un punto de vista más crítico. En ocasiones cegados por los prejuicios, pero también mostrando que no todo era tan bonito como lo vendían, algo descubierto a través de un tremendo error por parte de los responsables de Rajneeshpuram.
Otro gran acierto es estructurar los episodios de tal forma que bien podríamos hablar de cliffhangers al final de los mismos que te hacen desear ver lo que va a suceder a continuación. A eso ayuda que los propios hechos presentan un in crescendo dramático tan estimulante que siempre queda la sensación de que lo más gordo de todo aún está por venir. Este punto tiene mucho mérito, ya que ‘Wild Wild Country’ está repleto de situaciones que te hacen abrir los ojos asombrado.
Un pueblo queriendo desintegrarse para no ser absorbido por Rajneeshpuram, la inesperada implicación de uno de los fundadores de Nike, una invasión de vagabundos y un ataque bacteriológico son solamente alguno de los reclamos para que las algo más de seis horas de duración se pasen volando. También puedes leer simplemente la historia y fascinarte por lo sucedido, pero ‘Wild Wild Country’ la convierte en una adictiva serie documental a la que conviene dar una oportunidad.
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