Ahora que Quentin Tarantino ha vuelto a poner el western de moda, aunque sea momentáneamente, es buena idea hacer uno de esos ejercicios de rescate cinéfilo, aunque el film que hoy nos ocupa en el ciclo del western no sea precisamente una obra desconocida.
‘Django’ (id, Sergio Corbucci, 1966) es uno de los spguetti westerns más representativos que existen en el subgénero y también uno de los más influyentes. Uno de los tantos y tantos western europeos, filmados en España, que surgieron a la sombra de la Trilogía del Dólar de Sergio Leone protagonizada por Clint Eastwood. Cineasta y actor crearon escuela, algo que se nota, y mucho en el presente film, ni de lo mejor ni de lo peor del subgénero en cuestión, aunque si tenemos en cuenta que la mayor parte de la producción de estas películas dejaban más bien que desear, entonces ‘Django’ está por encima de la media.
Tal vez no llegue a otras muestras del género como la ya mencionada ‘El halcón y la presa’ (‘La resa dei conti’, Sergio Sollima, 1966), que aprovechaba los elementos planteados por Leone —todo ello teniendo en cuenta las influencias de ‘El coyote’ (Joaquín Romero Marchent, 1955) o el cine de John Sturges— en sus films para desarrollarlos con otras premisas. ‘Django’ lazó a la fama internacional a su protagonista principal, Franco Nero, quien para su composición se inspira claramente en el hombre sin nombre de Eastwood. Mirada taciturna, parco en palabras y cierto aspecto de pistolero surgido del infierno o del más allá, cual ángel vengador, una acercamiento al fantastique como en algunos grandes westerns, sobre todo en alguno dirigido por Eastwood.
(Frome here to the end, Spoilers) El argumento de ‘Django’ se parece sospechosamente al de ‘Por un puñado de dólares’ (‘Per un pugno di dollari’, Sergio Leone, 1964), pero teniendo en cuenta que esta intentó pasar como original —Kurosawa ganó un juicio por plagio consiguiendo los derechos de distribución internacional— no vamos a tener en cuenta su parecido con el film de Leone. Pocos cambios ofrece. En lugar de dos familias enfrentadas, revolucionarios mexicanos y un cacique que tiene a sus órdenes una banda que parece el Ku Klus Klan, divirtiéndose el jefe de ellos con un sádico juego: disparar sobre prisioneros mexicanos que deja libres para que salgan corriendo y cazarlos como animales. Dicha acción es presentada por Corbucci sin ningún tipo de concesión e impacta lo suficiente como para captar la atención sobre tan despreciable villano, al que da vida el actor gallego Eduardo Fajardo.
El inicio nos muestra a Django —nombre que por cierto sería utilizado en un sinfín de secuelas no oficiales o films parecidos, sin orden ni criterio— arrastrando un ataúd, imagen realmente llamativa que enseguida se mete en nuestra retina. El aspecto sucio del encuadre, la canción que suena —y que se hizo enormemente popular en su día— y el porte de Nero, que parece una especie de alma errante con pistola, llegan para enfocar nuestro interés en tan carismático personaje. Las resonancias religiosas son evidentes, ese ataúd que simula ser una culpa pesada del pasado, o el hecho de socorrer a una mujer llamada María, que más tarde no querrá apartarse de su lado, y que quedará algo descolgada de un relato que en su parte final va perdiendo fuelle.
‘Django’ falla precisamente en su guión, que va dando tumbos de un lado para otro y está lleno de contradicciones —primero el oro es necesario para el General Hugo Rodríguez (José Bódalo) y luego no tiene importancia—, y de personajes que entran y salen a capricho, dependiendo de si hay escenas de tiroteos o no. Al respecto cabe citar que Corbucci filma las escenas de acción con contundencia y ahí nada tiene que envidiar a Leone. Baste citar cuando Django enseña el explosivo contenido del ataúd que lleva consigo, o ese clímax extraño en un cementerio, con una cuidada planificación y redimiendo a un héroe que hasta ese momento sólo había actuado por propio interés, pues así es el héroe del spaghetti western, actuando por puro egoísmo con puntuales arrebatos de bondad.
De ‘Django’ nos quedamos con las interpretaciones de Bódalo —atención a cierto detalle sobre una oreja cortada a uno de sus esbirros y que Tarantino rescata en su ópera prima— y Nero, más esa concepción visual de Corbucci, mostrando la suciedad de toda una forma de vida. El resto es más bien mediocre, sobre todo por poseer marcados altibajos en su ritmo, y algunas decisiones tomadas por personajes, que bordean el ridículo. Con todo supone un sano entretenimiento, y resulta divertido comprobar cómo la copia de la copia tuvo una poderosa influencia tanto dentro del western europeo como fuera de él. Especial mención, cómo no, a la música, que esta vez no es del sempiterno Morricone, sino del argentino Luis Bacalov.
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filmman
Me puse a trastear Internet buscando un dato sobre 'Sukiyaki Western Django' de Takashi Miike (es que la cabra tira al monte :D) y he descubierto que el nombre Django aparece en 31 spaghetti western, y que en 1987 Franco Nero interpretó también en una secuela, titulada 'El retorno de un héroe'. De todo ello no tenía ni idea.
El dato que buscaba es 'Kyogen', la denominación del teatro japonés con "palabras airadas" y/o "discurso salvaje"; la peli de Takashi, con Tarantino incluido, es una representación teatral cinematografíca de este estilo escénico.
gunzalobill
Yo opino que "Django" es mucho más que una entrañable peliculilla para pasar el rato. Personalmente, creo que es una de las cumbres del Spaghetti western, sobre todo a nivel estético. Tiene los clásicos agujeros de guión, las exageraciones, los arranques y cortes repentinos en la banda sonora del género, pero también tiene una ambientación, un protagonista y unas escenas que están entre lo mejor del spaghetti. "Salario para matar", "Joe, el implacable", "El gran silencio"... Corbucci es muy grande.
changu
Django hay que verla como lo que es, un Spaghetti Western, con sus lagunas de guión, sus personajes llevados hasta el exceso, sus fallos de raccord, sus situaciones inverosímiles, su falta de sangre en la mayoría de los tiroteos y su música estridente (a veces excepcional, a veces anodina y sospechosamente similar a otras partituras más famosas del género)...si no, pierde bastantes puntos para el espectador ocasional. Pero aún viéndola desde esa perspectiva (y pese a tratarse de una de las más famosas del género), Django no deja de ser uno de los spaghettis más sobrevalorados de todos los que se hicieron.
fresh14
Django estuvo bien, es divertida y tiene grandes escenas, en conjunto no me pareció una gran película, pero si algo que disfrutar con los amigos en el cine.
Para mi el director que podría hacer un western maestro, es sin duda Martin Scorsese.
Toto y Alfredo
Esta Django tiene 3 momentazos: 1.- La introducción, con la fantástica música de Bacalov. 2.- La escena de la oreja. 3.- El duelo final, más por lo cruento que por su dirección.
Aún así me parece una película que lejos de la grandiosidad de Leone no pasa de mediocre. Siendo la que mejor me parece El Gran Silencio, completamente atípica. Con Nero me divierte muchisímo la mediocre Keoma con una de las BSO más risibles que existne. Respecto a Django tuvo numerosas sucesoras. Aunque ahora se hablen de la de Miike (bochornosa e infumable son apelativos que no se acercan ni lo más mínimo a su poca calidad) o la de Tarantino.
Sin haber visto la de Tarantino (aún con la disparidad de opiniones producida) no me importa que un director coja la BSO o partes de la premisa para reinventarla y hacer un producto de mucho mayor nivel. Y es que no es lo mismo reciclar la BSO de Django o Dos mulas y una mujer que de películas perfectas como las de Leone, Los profesionales o Grupo Salvaje. Aún así me declaro "escéptico" de los artistas que se apoyan en obras de otros. Perdón por la extensión. Y gran artículo, como siempre, Alberto.
agege
Lo cierto es que con un inicio como el que tiene para enganchar al espectador y con un final que también se queda en la memoria y te deja con una buena sensación, parece que no importa mucho que la mayor parte del nudo de la historia sea tan ridículo en muchos momentos.
grocasgrog
Django de Corbucci hubiera sido una obra maestra si la hubieran dirigido mejor, juntamente con un guionista un poco más espavilado. Me gustó mucho la idea, pero cuando la has visto llegas a la conclusión de que tira más hacia "Le llamaban Trinidad" que no hacia las de Leone.
jar84
Lo mejor del Django original es su increíble intro con Django con la tumba a cuestas y la genial canción de Luis Bacalov, yo vi esta peli hace 3 años a partir de haber visto el remake de Takashi Miike Sukiyaki Western Django.
portalpa
Pues en la crítica que has hecho poco mas hay que añadir, espero que la nueva cinta de Tarantino sirva para que la gente conozca el film que da nombre al esclavo negro y que la distribuyan en blu-ray y la reediten en DVD en este país en condiciones, que la edición USA a cargo de Blue Underground luce fabulosa, como puede verse aquí.
Aprovecho para recomendar los documentales Clint Eastwood, francotirador y Sin Piedad que emitió La noche temática en La 2, los documentales pueden verse aquí.
multifilm
Tengo recuerdo que mi primera película western fue esta Django, siempre recordaba arrastrando ese ataúd, icónico !
Klaus
soy el unico que cree que franco nero parece en esta pelicula terrence Hill???
rafa.rebolledo
http://cineguiamx.wordpress.com/
dmortimer
Yo creo que Django da un paso más a la hora de rebajar la idealizada estética del western clásico. (Corbucci también se encargó de hacer eso en "El gran silencio"). No es poco mérito. Ha aprendido bien de Leone pero no es un mero imitador. Me gustan más estas dos que "El halcón y la presa", por otra parte. Y estoy de acuerdo, la música de Bacalov es una maravilla.
level
Django fue una enorme sorpresa a lo que yo esperaba de un spagetti western. Tiene la acción que se merece y es una grandísima película de un grandísimo director que nos ha dado los mejores momentos de su carrera en esta gran cinta de, a mi forma de ver, larga duración. Django es hermosa, es artística con su filo de violencia prematura, con una música excelente y actores maravillosos... Django unchained es una película que nadie se debe perder.
aaaa.... si, y Django de 1966 también....