Dos cosas llaman profundamente la atención de ‘Underworld: La rebelión de los licántropos’. Una es su actor protagonista, un Michael Sheen multivitaminado y con trabajado torso y la otra es el pobre intento de explorar el origen de la lucha entre vampiros y hombres lobo que hemos visto en las dos entregas anteriores de la saga.
El galés Sheen sorprende que siendo un actor en alza, visto recientemente y con un soberbio trabajo en ‘El desafío: Frost contra Nixon’, vuelva a participar en esta saga y haciendo de fornido Lucian, o de hombre lobo rebelde en plan Espartaco. Su esfuerzo por aportar al personaje algún matiz interpretativo que lo destaque queda diluida por las escasas posibilidades de un papel plano y arquetípico, con algunos diálogos del todo absurdos.
Y por otra parte, la excusa para la existencia de esta tercera entrega es la de explicar a los millones de fans de la saga, el origen de los enfrentamientos entre dos razas odiadas. Un viaje al pasado, al tiempo de los castillos y las espadas, que intenta dar la clave para entender la eterna disputa entre ambos. Sin embargo, esta inmersión en el pasado de ambientación gótica y con el mismo cromatismo oscuro y azulado que han caracterizado las entregas de ‘Underworld’, es tan simple, que apenas queda dilucidada en los primeros minutos.
Un amor entre Sonya y Lucian, entre una vampira guerrera de silueta estilizada y larga cabellera negra, hija del gobernante de los aristocráticos vampiros, y un hombre lobo llamado a ser especial, a querer alejarse de la bestia de su interior, para reivindicar sus derechos y acabar con la esclavitud a la que los vampiros los tienen sometidos. Una relación del todo inapropiada para el buen devenir de los acontecimientos, que acaba en batalla primero y en una guerra de horizontes desconocidos después.
El privilegio de Lucian como favorito de Viktor, el estoico gobernante (villano correctamente interpretado de nuevo por Bill Nighy), se acaba en el momento que su relación son Sonya es descubierta y la crueldad y tiranía de Viktor deviene en el detonante de un odio sangriento.
En ‘Underworld: La rebelión de los licántropos’ la acción es la protagonista, y las luchas a espada y ballesta se multiplican, ensombreciendo a los personajes secundarios, verdaderas marionetas que apenas se les saca algún partido, y que podrían haber ahondado algo más en el origen de la rebelión de los Lycans. Sin embargo, el espectáculo manda y los efectos especiales se afanan por sorprender. Desgraciadamente, el montaje caótico y la desaprovechada creación digital, denotan una puesta en escena demasiado confusa en las secuencias de acción, poco original, sin emoción y que no aporta nada nuevo a la saga, como cabría esperar.

Además, de una historia sin originalidad alguna y del todo previsible (aunque tiene el handicap de que su final es conocido), ya no tenemos la suerte de ver a Kate Beckinsale embutida en el apretado atuendo de cuero negro de Selene, sin duda un enorme atractivo de ‘Underworld’. Ahora encontramos a Rhona Mitra, que si bien demuestra ser una atractiva vampira curvilínea, carece del encanto de Kate. Eso sin olvidar que al frente de la realización está el desconocido e inexperto Patrick Tatopoulos (Len Wiseman rehusó la dirección), hasta ahora uno de los responsables de las criaturas de la saga, que entierra cualquier posibilidad de enfrentamientos dialécticos en pos de la lucha a espada, cosa que por otra parte cabía esperar.
‘Underworld: La rebelión de los licántropos’ está llena de violencia, de escenas sangrientas, decapitaciones, carbonizaciones y se explota con profusión algunas torturas (que recuerdan demasiado al gore que Gibson ofreció en ‘La Pasión de Cristo’). Quizás en un intento de demostrar la crudeza del nacimiento de la confrontación entre vampiros (cuyos ojos de azul chispeante se tornan normales sin aparente motivo) y hombres lobo (que poseen la capacidad de convertirse en bestias chillonas a su antojo).
Lo cierto, es que al menos el ritmo y la concatenación de la acción no decae durante el metraje, las luchas a espada dan mucho juego, aunque nos hagan olvidar que se tratan de vampiros con colmillos y hombres lobo de fauces poderosas. Tatopoulos abusa de la sombría fotografía, que resulta algo cansina pero eficiente para ocultar efectos digitales no especialmente brillantes, y se aproxima estéticamente a la trilogía de los anillos, para un relato de tintes medievales que viaja al pasado a golpe de espada sin demasiada brillantez, pero ofreciendo lo que se esperaba.

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13 comentarios
moisespto
Estos licantropos ya no respetan ni a la luna,que triste
Mann
Será una película que se dejará ver. Si Sheen y Nighy están dentro, aunque sea para cobrar el cheque y divertirse, ya aportan algo de "clase" al conjunto. Seguro que Tatopoulos ofrece un buen espectáculo, aunque sea de Serie B.
eluyeni
Brujo, pues dado que llevan ya tres de esta serie, la respuesta es obvia. Muy a mi pesar, he visto las dos primeras, que me parecen aburridas y lamentables. De ésta paso olímpicamente.
Salu2 ;)
453178
Como dato, Tatopoulos fue el diseñador de producción de tres películas de Roland Emmerich: diseñó los escenarios y los dioses egipcios de "Stargate", también diseñó el Área 51, las naves y los extraterrestres para "El Día de la Independencia" y también diseñó a "Godzilla"; también creo que diseñó las criaturas de "Pitch Black", no tenía ni idea que había dirigido esta película.
¡SALUDOS!
Desfasado
Película agradable, solo 90 minutos para no perder el tiempo en alargues inútiles. Billy Nighy se lleva la palma haciendo un buen malo, a colocarlo en una lista para este año. No me han gustado los efectos especiales, la transformación de los licántropos deja que desear, a estas alturas deberían hacer algo mejor. Para mi que se gastaron el presupuesto con los trajes de los vampiros.
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OVER
LO MENOS QUE ESPERAS DE UNA PELICULA QUE YA CONOCES EL FINAL ES QUE EL DESARROLLO SEA ATRACTIVO LO QUE NO ES ESTE EL CASO. ABURRIDA HASTA EN LAS ESCENAS DE SEXO.
xxxxxxxxxx
Nefasta.
greysie
Pues a mi, la verdad, se me pasó volando. Es una película corta, entretenida, sin más pretensión que un espectáculo lleno de sangre (¡demasiada!) y acción. Los protagonistas están acoplados a sus personajes y el ritmo no decae, aunque la fotografía es horrenda (tanta oscuridad y tanto colo apagado para al final no poder distinguir nada) y la cámara se marea demasiado en las escenas de lucha.
No es una película para gastarte 6,4 euros en el cine, pero puede amenizarte un domingo aburrido en casa.
Dudybbn
Vaya.... tenía pensado ir a verla hoy... pero despues de todo lo que he leido, supongo que ni pasare por delante de la taquilla... la verdad es q es una pena que no este Kate... un saludo a todos
Brujo
Pero de verdad hay alguien que se trague estas pelis?
queimacas
La crítica expuesta me parece de lo más acertada. La película - Es querer y no poder. Semejante bodrio no se le debería ni permitir publicitarla en la TV. No tiene nada de nada. El mero hecho de que exista piratería no les dá derecho a engañar al espectador.
cutsoldi3r
La acabo de ver y me ha parecido malísima y muy aburrida. Estaba deseando que acabara...
palomadelascuevas
Me gustaba más el aspecto de Lucian en la primera película... Esta la dejaré para alquilarla, porque no explican nada nuevo. Son cosas que ya se sabían pero que han querido sacar más pasta haciendo toda una película.
Me quedo con las otras dos. Si acaso investiraré la nueva BSO.