Colin Farrell está ahora de actualidad en nuestro país gracias al estreno de 'Cassandra´s Dream'. Yo siempre he defendido a este actor, el cual siempre me parece muy entregado en sus papeles, a pesar de ese aire de rebeldía que tiene, y que alguna que otra vez ha jugado en su contra. Pero creo que nada tiene que ver su vida personal con su vida artística, aunque los espectadores muchas veces nos dejemos llevar y confundamos una cosa con otra. Desde que se dio a conocer en la pasable 'Tigerland', Farrell ha demostrado ser bastante polifacético interviniendo en todo tipo de películas, algunas destacables, otras no tanto.
'Una Casa en el Fin del Mundo' pertenece al segundo grupo, y ya no sólo por tratarse de una película muy mala, sino porque contiene la que muy probablemente sea la peor interpretación de Farrell. La película, que entre nosotros se estrenó de tapadillo hace poco más de un año, está basada en la novela de Michael Cunningham, de quien hace tiempo vimos otra adaptación suya, la estupenda 'Las Horas', y en Diciembre veremos otra: 'El Atardecer'.
De hecho la historia de 'Una Casa en el Fin del Mundo' tiene algunas coincidencias con la de 'Las Horas', sobre todo en cierto personaje que en aquélla estaba protagonizado por Ed Harris. La película narra la historia de amistad entre dos chicos y que abarca desde los años 60 a los 80. Una relación especial entre dos amigos bien diferentes entre sí, pero que los marcará profundamente, tanto a ellos como a todo aquel que se acerque lo suficiente, emocionalmente hablando.
La película fracasa en todos sus aspectos. Primero por una puesta en escena por parte de Michael Mayer, totalmente anodina, y sin garra ni personalidad. Y segundo porque todo en ella resulta de lo más obvio y facilón, recurriendo en muchas de sus situaciones a lo más típico, sin ni siquiera preocuparse por tratarlo con un mínimo de calidad. La historia, a pesar de su evidente interés, el cual sólo debió existir sobre el papel, no llega a enganchar en ningún momento, entre otras cosas porque no existe la más mínima progresión dramática. Por mucho que los años pasen y los personajes crezcan, éstos no evolucionan, y el final es como el principio, y el principio como el medio, y así sucesivamente. Por otro lado, el director cae en bastantes convencionalismos a la hora de emplear ciertos elementos narrativos, como el hecho de adornar los distintos años con canciones típicas de la época, pero incluso esa elección de canciones resulta de lo más evidente, y ni siquiera apoya narrativamente a la película.
Pero el aspecto que me ha parecido el peor en 'Un Casa en el Fin del Mundo' es la interpretación de su protagonista principal, Colin Farrell, el cual sorprende por no convencer ni lo más mínimo, dando además la sensación de estar enormemente incómodo en su personaje, algo que en Farrell llama bastante la atención. Incluso la química con sus compañeros de reparto no existe, a pesar de intentarlo profundamente con Dallas Roberts, más entregado que Farrell en su personaje. Cuando entra en escena Robin Wright Penn como la tercera en discordia, la película desaprovecha la oportunidad de darle una vuelta de tuerca a la trama, prefiriendo recorrer caminos ya andados, y desaprovechando también el enorme potencial de la señora Penn como la excelente actriz que es. También sale Sissy Spacek, como la madre de uno de los protagonistas, estableciéndose en cierto momento una situación de lo más atrevida, pero que tanto guionista como director no se atreven a llevar hasta sus últimas consecuencias.
Una película muy mala que no consiguió ningún tipo de repercusión allá donde se haya estrenado. Aquí, desde el pasado Abril ya está disponible en dvd. Desde luego es mejor que la anterior película de la que os he hablado, pero por muy poco. Imaginaos.
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