'Transformers', ¿a quién le importan los robots?

'Transformers', ¿a quién le importan los robots?
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Mi compañero Chico Viejo ya ha hablado muy acertadamente de 'Transformers' en su crítica, con la que prácticamente estoy de acuerdo, aunque quizá a mí me ha gustado un pelín más que a él, asi que ¿para qué repetir en esta ocasión lo mismo con otras palabras? Prefiero verle el lado bueno a las cosas, y no me negaréis que esta película tiene un lado buenísimo. ¿Qué no? miraaaaad la foto. Ese pedazo de tía se llama Megan Fox, y si bien sus cualidades interpretativas son las de un cactus del desierto, no hay que negarle sus evidentes cualidades físicas, muy bien aprovechadas por el señor Michael Bay para su película.

Siempre he creído que Bay era un director machista, los personajes femeninos de sus películas eran meran comparsas, o apenas tenían definición. O dicho de otro modo, si todos los personajes de las pelis de Bay no tienen definición, los femeninos en concretos son más planos que el encefalograma de un bebedor de calimocho. Aquí la cosa sigue sin cambiar, la Fox ésta sale hipermaquillada, como es norma y costumbre en todos los films del director, y su participación en el mismo se limita a enseñar cuerpo, a enseñar ojazos y a conducir una grúa en un momento decisivo del film, porque tal y como dice John Turturro: "es una delincuente ¡¡¡y atractiva!!!". Gran pensamiento de aplastante lógica.

No voy a pararme a hablar del absurdo argumento de esta película, porque evidentermente ya son muchos los que dicen que la serie en la que está basada no tenía ni pies ni cabeza, y eran sus propios fans los que lo decían, por lo tanto, no hay nada que recriminarle a este punto de la película, todos estamos de acuerdo. Bien es cierto que cuando una va al cine tierne que saber qué es lo que va a ver, si la película la firma Woody Allen probablemente veremos una película seria o divertida, y llena de buenos diálogos y personajes; si la película la firma Almodóvar probablemente veremos una mierda; si la firma Michael Bay, sin lugar a dudas veremos testosterona por todos lados, mamporros a diestro y siniestro, dos millones de planos por segundo y movimientos de cámara alrededor de uno de los personajes para enfatizar algún que otro momento supuestamente épico de la película.

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Hay quién defiende la película con estos argumentos, y sin embargo yo creo que la película nos toma un poco por idiotas, algo que no hacen otras películas de género, como 'La Roca' (creo que Bay nunca filmará nada tan bueno como esa película), o por poner algún que otro ejemplo dentro del cine de acción, 'Jungla de Cristal' o 'El Último Boy Scout', o sin ir más lejos, cualquier producción de Spielberg de los años 80, a las cuales hace referencia 'Transformers' a lo largo y ancho de su metraje, porque una de las cosas vergonzosas de esta película es que vive demasiado de la referencia, y apenas tiene chistes propios. Los homenajes a 'Gremlins', y sobre todo a 'E.T' son descarados, y más que homenajes, parecen plagios. Atención a cuando apresan al primer robot. Dicha secuencia parece sacada del film más exitoso de Spielberg.

La película confunde aparatosidad con espectacularidad. Lo primero se le da muy bien a Bay, para lo segundo hay que saber dirigir. Y aunque el film tiene unos efectos visuales perfectos, ya que da la sensación de que han usado robots gigantes de verdad, éstos no están todo lo bien aprovechados que la ocasión requería, ya que a Bay le interesa el disfrute inmediato, la emoción efímera. Su película caduca en su propio visionado. Además, este director tiene demasiados tics de cuando trabajaba para Jerry Bruckheimer, y las producciones de este señor rara vez aguantan un segundo visionado. Y es que una cosa es hacer un blockbuster superaparatoso, como esta película, y que se olvida enseguida, y otra cosa un film como 'Jungla de Cristal', que casi 20 años después de su realización no ha sido superado en ninguno de sus aspectos. La diferencia radica en que Bay no tiene personalidad y John McTiernan sí. Ambas son el mismo tipo de película, pero sólo una es capaz de "llegar" al espectador, y quedarse en su memoria.

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Podría estar con los defectos de este film hasta el día del juicio final, pero prometí centrame en lo bueno. Además de los efectos visuales, tenemos una primera hora llena de ritmo, que me hacía preveer que por fin tendríamos la película de acción del año. Lamentablemente esta película tiene una segunda hora penosa, y todo se acaba ahí. Tenemos por supuesto a un Shia LaBeouf perfecto en su papel de adolescente calenturiento, y logra que el personaje no nos caiga mal, algo verdaderamente difícil hoy en día. También tenemos una espectacular (ésta sí) banda sonora de Steve Jablonsky, que vale, recuerda un poco a lo que compone Hans Zimmer, pero es que es bestial, la música está muy por encima de lo que se ve en pantalla, exceptuando quizá a la señorita Megan Fox, por supuesto, quien quizá algún día evolucione y sus dotes interpretativas pasen de cactus de desierto a cactus de maceta. Claro que, con ese cuerpazo, ¿a alguien le va a importar lo más mínimo? Bueno, a mí como cinéfilo desde luego que me importa, pero puedo mirar hacia otro lado, aunque es bien difícil. De hecho, llevaba un buen rato mirando para la Megan, digo para la película, hasta que descubrí que también salen robots en ella, pero como Bay no es capaz de aguantar un plano ni dos segundos, apenas me fijé. Eso sí, en la Megan me fijé ya que Bay ahí sí se para el muy pillastre, llámale tonto.

En fin, no conviene pararse más en esta película, que como era de esperar ha arrasado en la taquilla de este pasado fin de semana, y lo seguirá haciendo hasta que lleguen 'Los Simpson'. Misión cumplida, ahora a vender muñequitos de la película, y a pensar en una continuación, y rápido, antes de que la gente despierte y se den cuenta de que esta película es una tontería como una casa. Una aparatosa cacharrada.

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