‘Siempre a tu lado (Hachiko)’ es el título con el que se ha estrenado en España (un mes antes que en Estados Unidos) ‘Hachiko: A Dog´s Story’, basada en una historia real que ya fue trasladada a la gran pantalla en 1987 por el japonés Seijiro Koyama; se tituló ‘Hachiko monogatari’. La película norteamericana, que al inspirarse en hechos reales no se considera un remake, ha sido dirigida por el sueco Lasse Hallström, acomodado en Hollywood cumpliendo encargos de todo tipo, y cuenta con un reparto encabezado por Richard Gere (que también ejerce de productor), Joan Allen, Sarah Roemer y Jason Alexander, entre otros. Sin embargo, el verdadero protagonista de la película es un perro muy especial llamado Hachi.
La historia comienza con Parker Wilson, el profesor universitario al que interpreta Gere, encontrando un cachorro que iba en el mismo tren y que se ha perdido. Era un regalo para alguien pero la tarjeta con la dirección se ha roto, y es imposible saber a quién pertenece. El perrito está solo. Parker decide hacerse cargo de él, aunque sabe que su esposa, Cate (Allen), no aprobará la idea, como efectivamente sucede. Él le dice que sólo es algo temporal, hasta que alguien lo reclame o le encuentren un dueño responsable. Ella acepta, de mala gana, hasta que un día se da cuenta que Hachi, llamado así por la placa que cuelga de su cuello (ocho en japonés), ya es un miembro más de la familia.
Parker descubre, gracias a que “casualmente” tiene un colega japonés (Cary-Hiroyuki Tagawa) que le informa, y a la ya clásica escenita de búsqueda en el Google, que Hachi pertenece a una raza muy antigua, los Akita, supuestamente, los primeros perros que fueron domesticados, los primeros “mejores amigos del hombre”. Haciendo honor a su raza, Hachi no se separa nunca de su dueño, y cuando éste se marcha para ir al trabajo, siempre consigue escaparse de casa para alcanzarle y caminar a su lado, hasta la estación de tren, donde deben separarse. Cada día, la misma rutina. Cada mañana, el perro acompaña a Parker a la estación, se va, y luego vuelve por la tarde, a darle la bienvenida. La fidelidad del animal hace que todos los que trabajan en los alrededores se encariñen con él; pronto, todos conocen a Hachi.
La primera mitad es eso, Richard Gere y el perro de un lado para otro, inseparables, compartiendo diferentes momentos, como la boda de la hija de los Wilson, Andy (Sarah Roemer). Todo este tramo se mantiene más o menos en pie gracias a los actores, que se esfuerzan por sentir la historia que están contando, y al precioso perro (primero como cachorro y luego ya adulto), que imagino que cualquier espectador se lo querría llevar a casa. Hallström no parece tan implicado y es incapaz de darle el enfoque adecuado a la película, consiguiendo que llegue a provocar bostezos, porque no avanza, no va a ninguna parte. La puesta en escena es propia de un telefilme barato y lo único que se le ocurre para intentar animar la narración es mostrar a veces la visión subjetiva del perro (en blanco y negro), un recurso muy mal empleado.
Como la película no se puede mantener sólo con Parker y el perro viviendo una gran vida, un día sucede una tragedia y todo cambia. No diré más, aunque creo que en todas las sinopsis que hay por ahí se desvela lo que ocurre; en realidad, cualquiera que se quiera adelantar a la trama lo va a adivinar enseguida, pero saberlo no arruina el visionado, os lo aseguro. A partir del suceso, posiblemente la parte mejor filmada de toda la película, se abandona el tono alegre y ‘Siempre a tu lado’ se vuelve mucho más dramática, siendo difícil desconectar de la pantalla. El director, consciente de que la clave está en el perro y el uso de la música (compuesta por Jan A.P. Kaczmarek), no tiene piedad con el público y lo somete a toda clase de secuencias lacrimógenas hasta el final, donde la verdad es que hay que ser de piedra para no sucumbir al arte del buen melodrama.
En un artículo reciente, un lector, de esos que llegan un día y sueltan un comentario en plan “fiel lector ofendido”, decía que en Blogdecine (así, en bloque) no nos gusta nada de lo que se estrena. A veces puede parecer eso, pero con una cartelera dominada por ‘La saga Crepúsculo: Luna nueva’ y ‘2012’, que en algunos multicines llegan a ocupar hasta cinco o seis salas, ¿qué podemos decir? ¿Acaso preferís que mintamos y que digamos que todo es maravilloso, como en las revistas de cine (tan necesitadas de publicidad que encuentran clásicos modernos en todas partes)? Espero que no. Por suerte, los que adoramos ir al cine tenemos otras opciones más recomendables y saludables. Ahí tenéis el top ten que prepara Jesús cada semana, para haceros una idea.
Evidentemente, el nivel general es muy bajo, pero como ya sabéis, esto va por temporadas. Pronto llegarán los platos fuertes, títulos que aspiran a los Oscars y que subirán el nivel. ‘Siempre a tu lado (Hachiko)’ no está entre ellas, no es una gran película, pero está realizada con mucha profesionalidad, trata con respeto al espectador, y lo entretiene durante una hora y media contando una tierna historia. Ahora mismo, esto es bastante, para ir al cine y pasar un rato agradable, sin que tengas la impresión de que te han tomado el pelo. Por cierto, si tienes alguna mascota en casa (perro o gato, con serpientes o tarántulas no creo que funcione) o no pero te encantan los animales, no te puedes perder esta película. Eso sí, ten preparado un pañuelo.
PD: Sobre la película japonesa. Está más equilibrada y la historia tiene muchos más matices. Mejora la primera parte, pero en la segunda no logra sacar todo el partido al drama, en eso creo que la supera la norteamericana. Eso sí, el plano con el que termina la japonesa es tan triste y contundente que nunca lo rodarían en Hollywood.
Ver 17 comentarios